TWENTY FOUR: D-Day

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14 DE FEBRERO.
POV;NARRATOR.

Poco a poco y sin muchas ganas, JiUng se fue despertando.

Abrió poco a poco sus ojos y con pereza acercó su mano a su teléfono para poder apagar la alarma y ver la hora.

Aún tenía tiempo, pero de igual forma decidió levantarse ya que después de alistarse debía de pasar a buscar a TaeYang como era de costumbre.

Pasó sus manos por sus ojos, se estiró un poco y bostezó pesadamente, para luego pararse y dirigirse a su placar a buscar la ropa mientras arrastraba sus pies por el suelo, aún un poco adormilado.

(...)

Rápidamente se acercaba a la casa de su mejor amigo mientras daba pequeños saltitos y tarareaba alegremente una canción.

A medida que se acercaba sus saltos se hacían menos constantes, hasta que finalmente llegó a su destino. Tocó el timbre de la casa y se quedó esperando a que su mayor abriera, tambaleándose de un lado al otro y echando pequeñas miraditas a su alrededor.

Finalmente, alguien abrió la puerta.

Oh, ¡Hola señora mamá de Theo!—saludó a la mayor, con una gran sonrisa.

Hola JiUnggie—devolvió el saludo amablemente—si estás buscando a Tae, el aún está arriba. Iba a ir a despertarlo pero creo que será mejor que tú lo hagas, si no es mucha molestia claro—agregó, cruzándose de brazos y sin quitar el tono amable en su voz.

Bueno, no tengo problema—contestó, para acto seguido entrar a la casa.

Subió las escaleras tranquilamente y se dirigió al cuarto de su Hyung, y cuando llegó abrió lentamente la puerta.

Theo se encontraba durmiendo con un pie salido y con su cabeza fuera de su almohada.

Alguien tuvo una noche difícil—susurró, y se acercó al chico lentamente.

Se agachó a la altura de su cabeza y se quedó mirándolo unos pequeños instantes, antes de despertarlo.

Y con despertarlo, me refiero a soplarle en la oreja. Lo cual hizo que el chico abriera sus ojos de par en par y se llevara sus manos a la oreja, quejándose.

¿¡Y eso por qué!?—se quejó.

Cuando se volteó a mirarlo, frunció su ceño.

Te ves peor que de costumbre—señaló, acomodándose en su cama—¿Que mierda guardas en esas ojeras para que sean tan grandes?—preguntó.

JiUng rodó sus ojos.

Ayer no pude dormir, estaba nervioso—respondió, cruzado de brazos.

Ay en fin, cosas del amor—bromeó el mayor, y luego soltó una pequeña carcajada cuando el más bajo le pegó en el hombro.

Ya ya, deja de estar de payaso y apúrate, no quiero llegar tarde de nuevo por tu culpa—le pidió, saliendo de la habitación para que el mayor tuviera privacidad.

One Month ; JiunTakحيث تعيش القصص. اكتشف الآن