❝ 𝐎𝐍𝐄 𝐌𝐎𝐍𝐓𝐇 ❞ | Donde Intak gusta de Jiung y le empieza a enviar cartas.
O donde Jiung empieza a recibir cartas de manera anónima y se propone (junto a su mejor amigo) descubrir quien estaba tras esas hermosas letras.
ㅤㅤ ↯ ꒱ historia 100% or...
Hola Hyung! ¿Como se encuentra el día de hoy? Espero que bien! Seguro se esté preguntando porque carajos hay una caja en su casillero. Bueno, ¡Es algo que yo le he dejado! Adentro hay algunas cositas, pero para que no les pase nada será mejor que la abra en casa Hyung. Ahora que me pongo a pensar...wow, mañana ya es el baile, ooo ¡Ahora estoy muy emocionado y nervioso al mismo tiempo! ¿Usted no? Es que...siento que ese día va a ser un día decisivo... Y quizá usted se pregunte porqué digo esto, y pues lamento decirle que aún no puedo contárselo, pero pronto sabrá muy bien a que me refiero, solo espere un poco más...¿Si? Oh bueno, tengo que irme ahora Hyung! Recuerde que lo amo muchísimo, si? <3 adiós!
Atte: Anónimo.
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—¡Hola chicos!—saludó alégreme JiMin, como era de costumbre esas últimas semanas.
—Oh, ¡Hola noona!—correspondió al saludo amablemente JiUng, sacando su vista del papel.
—Oooh, ¿Recibiste otra carta del anónimo? ¡Déjame ver!—pidió la chica, agarrando la carta de las manos y comenzando a leerla.
"Un día decisivo...¿A que se referirá con eso?" Se preguntó mentalmente, para luego devolverle la carta al chico.
JiUng guardó la carta en su mochila y luego sacó la caja de su casillero.
Esta era grande, pero no lo suficiente como para que no entrara. Su color era rosa con puntos blancos y tenía una nota que decía "¡no abrir hasta que estés en casa!".
—Mhmm, ¿Que creen que sea?—le preguntó a sus dos mayores, con un pequeño destello de curiosidad en sus ojos.
—Yo que se—dijo Theo, antes de tomar la caja en sus manos—Mhm—balbuceó, antes de comenzar a sacudir un poco la caja.
—Nooo, ¿¡Que haces cabeza de cotonete!?—le preguntó, sacándole la caja de sus manos.
Theo parecía confundido.
—¡Imagínate si es algo frágil, animal!—exclamó, retándolo.
—Uy bueno, ni que fueran mis notas de matemáticas, ¿Sabes?—contestó, rodando sus ojos—y de ser así, es culpa de tu tortolito cursi por no haber aclarado eso—contraatacó al menor, cruzándose de brazos.
—Ya chicos, no peleen—intervino la mayor—¿Vamos al aula? Ya casi es hora—sugirió, y los dos chicos asintieron.
