TWENTY: Decision

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8 DE FEBRERO.
CARTA NÚMERO 20.

Para: Choi JiUng.

Buen día Hyung precioso~! Como se encuentra? Está bien? Eso espero!
Últimamente no he podido sacármelo de la cabeza, y eso no sería algo raro (para nada, ya que usted suele ser el dueño recurrente de mis pensamientos), pero esta vez es distinto...
Ya no puedo concentrarme en nada más que no sea su hermosa carita, su tierna sonrisa, sus suaves cachetitos, su risa contagiosa...no puedo sacarlo de mi mente...
Incluso durante la noche he soñado con usted, en que ambos íbamos al baile juntos, pasábamos un bonito rato y todo, y yo no tenía la necesidad de ocultarme tras un "anónimo".
Agh, realmente me estoy torturando a mi mismo con esto. No aguanto tener que verlo desde lejos, no poder hablarle o cualquier cosa que implique estar cerca de usted...
Ow, bueno...creo que es momento de irme...adiós Hyunggie!! Cuídese mucho por favor~

Atte: Anónimo.

Tanto JiUng como Tae sostenían la carta en sus manos, leyendo atentamente cada frase

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Tanto JiUng como Tae sostenían la carta en sus manos, leyendo atentamente cada frase.

Agh—se quejó el mayor al llegar a la parte donde el chico se ponía a describir a JiUng—voy a vomitar algodón de azúcar—dijo, fingiendo arcadas mientras apoyaba su mano en su casillero ya cerrado.

El menor rodó sus ojos y siguió con su lectura.

En cada palabra que leía, sentía como sus mejillas iban tomando un color rojo claro y sus manos temblaban un poco.

Al terminar de leer, escuchó una voz que no era la de su Hyung.

¡Ow! ¡Que romántico!—exclamó la chica, terminando de leer la carta a su lado.

Ambos chicos dieron un pequeño brinco por el susto que les dio la repentina presencia de JiMin.

¡Por Dieguito Maradona! ¿¡Como mierda haces eso!?—preguntó Theo.

No era la primera vez que la chica aparecía de la nada, asustando a ambos.

Que suerte tienes de gustarle a alguien así, JiUng-ah—le dijo al menor, el cual se ruborizó un poco más.

Decidió ignorar la pregunta de Theo, pues no la había entendido del todo.

Si...lo sé Ji—le respondió, con una tímida sonrisa.

El más alto del grupo vio cómo los otros dos empezaban a secretearse algo, así que frunció su ceño.

Oigan, Hobbits—llamó—¿Que secretean?—les pregunta, acercando su cara hacia ellos y pasando su lengua por sus labios.

Este era un hábito suyo, lo hacía cuando tenía curiosidad en algo.

Oh, no es nada. Quédese tranquilo Hyung—respondió con sencillez JiUng, dándole una cálida sonrisa.

Theo SABÍA perfectamente que había algo que le estaban ocultando, pero decidió no hacer más preguntas por 2 razones:

1-La ultima vez que intentó sacarle información al menor, recibió una patada en el estómago de su parte.

2-Prefería no abrir la boca y abstenerse de lanzar alguna estupidez como lo hizo aquel día en la cafetería.

Así que, solo se dedicó a contestarle un "uhm...okey..." mientras lo miraba desconfiado.

(...)

Finalmente, llegó la hora en la que sus almas podían finalmente salir de esa odiosa prisión (más conocida como escuela).

Tae iba a un paso medianamente normal, por lo que le sorprendió ver como el menor quedaba detrás.

Se dio la vuelta para verlo, y ahí se encontraba. Metiendo sus manos en su casillero y luego cerrándolo.

¿Que haces?—le preguntó, una vez que se acercó a él para caminar a su lado.

Oh nada, solo saqué algo que me había olvidado—contestó, con una pequeña sonrisa.

Theo volvió a fruncir su ceño.

Mhm, como digas—se limitó a contestar.

Y luego de eso, ambos salieron y se dirigieron juntos a la casa del más bajo mientras charlaban.

One Month ; JiunTakWhere stories live. Discover now