Dos

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Stiles iba corriendo tan rápido como podía, chocando con algunas personas en el camino, tenía cinco minutos para llegar a su clase se había levantado tarde y ahora pagaba las consecuencias de los constantes cinco minutos más.

Al final logró llegar a la puerta del salón, sus manos en las rodillas y jadeando. Una vez tranquilo entró tímido y tratando de pasar desapercibido sintiéndose frustrado al no encontrar algún lugar donde poder sentarse, esperaba que no fuera así todo el semestre.

Barrió con la mirada todo el salón, buscando un lugar disponible vio una mano alzada y un grito ronco.

― ¡Hey, Stiles! Aquí tengo un lugar.

Todos se quedaron en silencio, Stiles se sonrojó hasta las orejas cuando todos posaron sus ojos en él, Derek seguía con la mano alzada y con pasos inseguros se dirigió al moreno.

― Te había guardado un lugar, esto está tan lleno de gente que no sabía si ya habías venido ― Derek parecía no tener problemas con hablarle ― pero ahora ya estás aquí.

― Gracias.

Sus manos eran cubiertas por las mangas de su enorme sudadera rosa pastel. Luego de eso no volvieron a hablar, cuando estaba dispuesto a hablar con Derek, este se encontraba hablando con una chica, ambos se veían muy sonrientes y cómodos.

Stiles se desanimó y trató de prestar atención a la clase, cosa que fue muy difícil debido a que cada cinco segundos su mirada se desvía hacia su moreno ¿amigo?

Inalcanzable Where stories live. Discover now