Capítulo 1:
Uno, dos, tres golpes en mi puerta avisaban que ya era hora de levantarse. Aún con los ojos cerrados fui directamente al baño, lavé mi rostro junto con mis dientes y le sonreí al espejo de tal manera que este se rompió, no, es mentira pero cualquiera hubiera dicho eso. Me hice una coleta y bajé. Mamá y papá tomando una taza de café y ambos me sonrieron.
- - Megan, ven tus tostadas están listas - Dijo mamá, en realidad yo me llamo Meganice pero mi apodo es Megan, lo sé, me cagaron con el nombre.
- -Ya voy - Dije apurando el paso y sentándome en frente de los dos.
- -¿Qué les parecería a mis dos chicas preferidas un viaje a California? - Dijo papá de repente.
- -¿California? - Pregunté sorprendida.
- -Sí, California - Dijo el mientras aguantaba su pequeña risa.
- -No te rías papá, California es serio - Dije de broma.
- -Ya bueno - Dijo el.
- -Por mi está bien, me uno - Dijo mamá.
- -Por mi más que bien, me uno de todas maneras - Dije maravillada.
Aún no podía creerlo, California era uno de mis destinos favoritos, allí es el lugar de donde creo pertenecer, es un sueño hecho realidad.
-3 días largos después-
Habían sido los tres días más largos de mi vida pero por fin llegaron, estoy exactamente ahora abordando el avión para mi salida a California, aparte de que estaba ansiosa por ello, también lo estaba porque dentro de un día saldría la aplicación que tanto esperaba 'Vine'.
- -Cariño, cielo...- Mi hombro se movía cada vez con más brusquedad.
- -Si, si ya desperté - Dije a mamá cuando despegué un ojo, ella oprimió una risa.
- -¡Bienvenidas a California mis cielos! - Gritó papá en cuanto bajamos del avión, eso causó algunas risas entre la multitud.
- -Ya papá - Dije sonriéndole, el solamente rodeó mis hombros y comenzamos a caminar hacia la salida del aeropuerto.
El hotel en el que nos quedábamos era así, 2 habitaciones, una para mí y otra para mis papás, baño dentro de cada habitación y uno fuera, cocina, sala de estar y comedor, me impresionó la vista que tenía mi habitación, se veían de aquí algunas de las famosas palmeras de California.
- -¿Dónde quieren ir? - Dijo papá con tal emoción.
- -A la playa, es donde debemos ir - Dije.
- -¡A la playa entonces! - Dijo mamá y comenzó a buscar las cosas que llevaría.
Fui en busca de mi bolsa, eché un protector solar, un juego de paletas, unos lentes de sol, una mantita y mi móvil. Luego busqué en mi maleta un short degradé rosado, una remera blanca sin estampado y un bikini de vuelos calipso, cuando estuve lista llegué con mis padres quienes me esperaban. Bajamos al lobby del hotel y emprendimos camino.
- -Qué lindo día - expresó papá.
- -Y muy fresco también - confesó mamá, aspirando el aire puro de mi ciudad.
Llegamos a la playa rápido y nos instalamos en un lado que no había demasiada gente, estiré mi matita y me quedé sentada allí un momento, luego decidí ir a tocar el agua, me saqué solo el short por lo que quedé solo con la remera que llegaba un poco más arriba de mi ombligo. Caminé hacia el agua, ya estaba bien alejada de mis padres cuando sentí que algo rebotó en mi cabeza y lo segundo que vi fue la arena en mi rostro.
- -Auch - Logré decir.
- -¿Estás bien? ¿Te hice daño, puedo ayudarte? - Fijé mi vista en la persona que hacía tantas preguntas, un chico de ojos penetrantes me observaba fijamente mientras yo a él - Vaya que tonto soy, lo siento hermosa - Dijo rasgándose la nuca, luego me extendió la mano para ayudarme a parar, la tomé con confianza y luego él me tomó desprevenida por la cintura.
- -Gracias - Dije sintiendo su respiración en la punta de la nariz.
- -De nada preciosa - Dijo, me separé rápidamente de él y seguí mi camino, fijé mi vista atrás y él estaba observándome mordiendo su labio, sabía que estaba mirándome el trasero, maldito pervertido.
El Agua estaba tan fría como el cerebro de ese chico, aun así dejé mi remera allí y me metí al agua, sí que estaba buena, un chico con una tabla de surf se acercó a mi.
- -Hola - Dijo él.
- -Hola - Respondí amable.
- -¿Quieres subir conmigo a la tabla? - Dijo el, dudé un poco pero al fin acepté, tenía que aprovechar al máximo el mar, no todos los días te piden que te subas a una tabla.
- -Tienes que remar hacia adentro - Decía él mientras yo iba delante y el detrás de mí, ambos sentados y que decir pegados, muy apegados pero al parecer al castaño no le importaba, incliné mi cuerpo hacia delante y comencé a remar, tomé una ola bastante grande y como él me dio las instrucciones conseguí pararme en una pero muy luego caí, lo que no dolió pero si fue gracioso.
- -Gran trabajo - Dijo el chico y luego quedó mirándome fijamente, se acercó poco a poco y besó mi cuello, el ritmo fue aumentando y de repente sentí su mano en mi trasero, lo frené y le golpeé la mejilla.
Salí del agua lo más rápido, tomé mi remera y vi de nuevo a ese chico de los ojos hermosos pero pervertido total, me guiñó un ojo y salí más echa furia, ni mamá ni papá se percataron de lo que sucedió.
Bueno, este es el primer capítulo. Espero que les guste y bien, vienen muchos más.
Atte: FRAMSTYLE.
