Ansías y Poesías [Saga Ansías 1] ✓ - [GRATIS]

✉ Ojos Verdes ✉

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Ojos verdes que reflejaban su tormento interior.

Grandes, vivarachos y perdidos en su mundo, eran los que siempre resaltaban para todo aquel que lo conociera por primera vez. Aquellos eran como una especie de imán que reflejaban la mirada de todo aquel que quisiera avistar dentro de él. No obstante, como acto reflejo, aquellos cerraban la puerta y no dejaban que ningún intruso osara invadir su territorio.

Desde niño había evitado que las personas se acercaran a él. Gustaba de jugar solo en casa, a pesar de que lo habían matriculado a aprender diferentes deportes o actividades. Sólo se sentía cómodo conversando con sus tíos o abuelos maternos, por lo que no le gustaba mucho intimar con los demás chicos de su edad. Cuando lo había hecho, se había sentido relegado en innumerables ocasiones provocando dentro de sí una desazón que sólo el calor materno podía sosegar.  Su uso de palabras poco comunes, así como su afán de corrección a los demás —incluidos sus propios maestros— habían provocado el rechazo e incomprensión de quienes lo rodeaban. En más de una ocasión, había sido retado por sus profesores, con los calificativos de "niño incorregible", "sabihondo" y "malcriado arrogante", con la consecuencia de llamar a sus padres para llenarlos de queja sobre su comportamiento. 

Sin embargo, a pesar de que su madre había intentado explicarle muchas veces, que estaba mal entrar en una discusión con sus profesores para hacerles saber que estaban mal instruidos —a pesar de que la relectura de las enciclopedias de su casa le dieran la razón—, no había manera alguna de que el niño diera su brazo a torcer. Él se empecinaba en imponer su punto de vista siempre que pudiera, argumentando que la enseñanza peruana estaba como estaba debido a la poca formación profesional de los maestros. Dadas las circunstancias, su progenitora decidió buscar ayuda profesional.

Luego de ser examinado por varios psicólogos durante varios años, finalmente, hubo uno que le dio un debido diagnóstico: Trastorno de Asperger.

Con ayuda del profesional, su madre, por fin, había descubierto el porqué de su extraño comportamiento. Con la debida comprensión de ello, puso todo lo que estaba en sus manos para hacer que su hijo se sintiera cómodo y llevase una vida escolar normal dentro de lo que cabía. Pero esto distaba mucho de su vida familiar...

El padre nunca había aceptado a su hijo. Por una antigua disputa personal —y luego familiar— siempre se había mantenido distante de aquel chico, el cual, como ironía del destino, había heredado sus mismos ojos verdes.

Desde pequeño lo había rechazado. El modo peculiar de ser del chico, como sus manías por el orden y la limpieza, el evitar el contacto visual con la gente, así como su pedantería mal comprendida e inteligencia por encima del promedio, le traían a la mente recuerdos de un comportamiento que siempre había temido... y odiado. Recuerdos que hacían despertar en él el mayor de sus miedos...

Poco después de su boda había descubierto que el hogar que tanto había ansiado construir se había visto mancillado y quebrado. La traición al amor y a la amistad, que el padre creía duraderas, habían desaparecido para siempre. Y luego de eso, a pesar de que había decidido dar otra oportunidad a quienes lo habían traicionado, sobre su alma se habían tejido una serie de sombras que crecerían día a día...

Años después, a pesar de que muchos le decían que el niño era su vivo reflejo, él siempre dudaría de esto.

 Los ojos verdes que el padre tenía eran los mismos que él compartía con el intruso que había osado manchar su felicidad. Peor aún, la manera peculiar de ser del niño que nacería tiempo después, sólo lograría machacarle el corazón. Esto ensombrecería su ser cada vez más, haciendo que el señor se preguntase miles de veces si aquel niño de nombre Rodrigo era en verdad su hijo, o era más bien el producto de aquella infidelidad que nunca podría su alma perdonar.

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Anotaciones finales:

Ya que más de un lector me pidió una actualización anticipada, pues adelante la de mañana para hoy.

¿Se preguntarán qué coño es esto? Bueno, recuerden que en la introducción y la sinopsis expliqué que de cuando en cuando, junto con los mensajes privados y chats, se narraría uno que otra escena de modo convencional. Así que, pues et voilá. 

¿Dudas? ¿Preguntas? ¿Infartos? La oficina del cardiólogo está a la vuelta de la esquina xD. 

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