—Tienes un don natural con los niños —comentó Emma con una sonrisa durante el viaje—. Te será útil cuando decidas tener los tuyos propios.

—No está en mis planes hacerlo —. Acarició la mejilla de Adrian y lo acunó contra su pecho viéndolo dormir—. Y con estos dos niños bajo mi cuidado menos. Ni siquiera sé si seré capaz de protegerlos.

—Lo serás. Todas vimos como los defendiste de Derby y sin siquiera parpadear —. Sammy acarició su vientre y recostó su espalda en el carro con los ojos cerrados—. Harás lo que sea necesario para protegerlos y por eso estos niños llegarán a la adultez.

—Eso espero, les he agarrado demasiado cariño en el último mes y le prometí a Madison que los cuidaría...Quiero mantener mi promesa.

—Me alegra saber que eres una persona de palabra.

Olivia miró hacia Sammy e imaginó lo que ella pensaba; por algún motivo Sammy no creía que sobreviviría al parto y Olivia comenzaba a creerle dada su seguridad. No sabía cómo sentirse respecto a aquello, pensar que Sammy moriría sin poder conocer a su bebé y que de existir unos cien años en el futuro entonces las esperanzas de Sammy habrían sido muy altas, la llenaba de desesperación y frustración. En el futuro podían salvarla y al bebé, podían tener una vida más tranquila y sin tantas preocupaciones. Demasiadas cosas seguían siendo injustas, pero no se comparaba con las atrocidades que Olivia había visto en tan solo un mes.

—Las nenas y yo tenemos planeado quedarnos en Memphis.

—¿No seguirán viajando con nosotros?

—No exactamente.

—Espero no te moleste mi curiosidad, ¿pero por qué?

Emma miró hacia sus hijas y tomó la mano de la más grande entre las suyas.

—El señor Holme ha puesto toda la responsabilidad en el señor Morgan y no es correcto que él deba cuidar de nosotras, ya podemos ver que el señor Morgan tiene muchas cosas en sus manos.

—¿Pero a dónde irán? —inquirió Olivia con preocupación.

—Tenemos un viejo amigo en Memphis, le escribí hace algunas semanas para avisarle de nuestra llegada y con la ayuda de Dios podremos vivir con él hasta conseguir algo.

No sonaba como un camino seguro, especialmente para una mujer con dos muchachas, pero Olivia prefirió no opinar al respecto. No tenía la experiencia de Emma y quizás, aunque ella veía el camino como imposible, Emma tenía conocimientos que podían garantizarle un resultado victorioso. Le deseaba suerte y sí había un Dios, definitivamente esperaba que la acompañara y las cuidara.

Estaban a tres días de alcanzar Memphis, donde Emma y sus hijas se quedarían. Echarían de menos su presencia en el campamento, Emma y sus niñas ayudaban con todas las tareas que a Sammy se le dificultaban y que por lo tanto quedaban únicamente en manos de Lisie y Olivia. Cocinaban, lavaban la ropa en el agua del río y cosían los trapos rotos, la ayudaban con los niños (algo que para Olivia era de suma importancia) y ayudaban a Sammy cuando sus dolores del embarazo atacaban. Olivia no sabía mucho de embarazos, solo algunas cosas que su mamá le había enseñado durante un curso de asistencia médica.

—¿Cómo está el niño? —se interesó Jonathan en saber cuando se detuvieron para acampar a las afueras de Memphis.

Olivia aceptó la mano que él le ofreció para bajar del carro donde había estado viajando con la esperanza de que el resguardo del calor y el sol ayudaran a Adrian a mejorar.

—Se ve mejor. El color ha regresado a sus mejillas y ya no parece tener fiebre.

—Me alegra escuchar eso. El otro niño ha estado trabajando duro en el campamento —. Miraron hacia Eli quien ayudaba a armar las camas en el suelo con Luke y Lisie—. También se ven mejores.

Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADORWhere stories live. Discover now