Sola.

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" Me llamo Katniss Everdeen. Tengo 17 años. Mate a la nueva presidenta de Panem. Estoy confinada en el distrito 12. Estuve dos veces en los Juegos Del Hambre. Mi madre está muerta. Tuve un hijo. Lo perdí. Amo a Peeta Mellark. Está en el capitolio para tratar su secuestro. Prim está en el capitolio. Herida, pero con vida. Sera adoptada por otra familia. No sé cuándo la volveré a ver. No puedo salir del doce. No hay nadie que me acompañe en estos momentos. Estoy sola. Sola en este mundo"

Estas son las palabras que me repito todos los días, desde que llegue al doce o mejor dicho, desde que estoy exiliada en el doce, para mantenerme cuerda o más bien mantener la poca cordura que me queda. Mientras que estoy sentada frente a la chimenea con la mirada perdida. No se cuanto tiempo ha pasado ya que estando aquí sentada, luchando contra las pesadillas, sentimiento de culpa y depresión, no me ha sido importante saber cuánto tiempo ha pasado.

Cada día que pasa es lo mismo, despierto gracias a una pesadilla, las cuales siempre terminan con todos los que murieron y sufrieron por mi culpa, riéndose de como termine.

Bajo y me quedo prendo la chimenea a pesar de que haga calor ya que me es relajante y me hace pensar en que sería de mi si no hubiera sucedido todo esto.

La respuesta es simple, todos seguiríamos bajo la dictadura de Snow.

Así que no me arrepiento de lo que hice, pero si me hubiera gustado tener otro final, uno en el cual no todos hubiéramos sufrido tanto.

No me ducho, no salgo y como poco ya que no tengo ganas de ello quisiera morir pero no siento que tenga el derecho de eso, no después de lo que le hice sufrir todos los que amo, conozco y no conozco, lo único que me merezco es esto morir deprimida y sola.

Se escucha como se abre la puerta principal, no me preocupa de que alguien pueda entrar ya que Haymitch es el único que vive aquí en el distrito, (o eso creo yo, pero no importa), para su visita quincenal lo cual quiere decir que ya se quedó sin licor y viene según a hacer su trabajo como "mentor" viniendo a comprobar que no me hay suicidado. Aunque Ambos sabemos que eso es imposible ya que no soy lo suficientemente valiente para hacerlo.

-Buenos días Preciosa- Dice cuando está en el umbral de la sala de estar. No le contesto por lo que dice- Buenos días a ti también Haymitch, me alegro de verte aquí, preocupándote por mí, y por hacerme de desayunar- dice tratando de imitar mi voz, lo cual me causa gracia, por lo que una pequeña sonrisa aparece por mi rostro, el me devuelve el gesto, pero a la vez con lástima a través de sus ojos.

Se que le duele verme en esta situación ya que él me ve como la hija que nunca tuvo, pero no puedo hacer más que levantarme e ir a darme una ducha y comer lo que me prepare.

Recuerdo la primera vez que vino a visitarme.

Flashback.

Había pasado un mes desde que llegue al doce no me había duchado y solo había comido lo poco que me quedaba de despensa perecedera y tampoco demasiado ya que no me entraba en el estómago, gracias a este sentimiento de culpa que cargo conmigo.

Se escuchó como se abría la puerta, pero no me levante a ver quién era.

-Por qué no me sorprende encontrarte de esta manera- dijo Haymitch, sarcastico, yo no voltee a verlo.

Escuche como salía de la sala y se dirigía a la cocina a preparar algo de desayunar.

-Preciosa, ya está listo el desayuno- no hice ningún intento por moverme de donde estaba y tampoco tenía ni la más mínima intención de hacerlo.

De pronto se colocó frente a mí con los ojos cristalizados por las lágrimas y dijo.

-Preciosa, se que los extrañas y yo también así que por favor no actúes de esta manera ya que parce como si no estuvieras, eres como una hija para mi así que me duele verte de esta manera, sé que yo tampoco lo estoy enfrentando de la mejor manera, pero para mí ya es tarde mientras que para ti aún hay esperanzas, eres joven y sé que vas a encontrar la manera de salir de esto, así que por favor te pido que por lo menos mientras yo este sobrio tú por lo menos trates de asearte y comer algo, por favor es lo único que te pido, no lo hagas por mi hazlo por ellos- Dijo abrazándome provocando que todas las lágrimas que tenía contenidas salieran.

Epílogo de: "¿Qué pasaría si algo fuera diferente?"Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu