Sonata Siniestra©

Final. Sonata Siniestra

Rella alcanzó mi mejilla, corriendo el pelo de mi rostro con suavidad, mariposas de alas negras volaron desde las partes deshilachadas de su viejo vestido.

──¿Dónde estoy?

──En todos lados, estamos, la sinergia tiene formas extrañas de funcionar, tú querías libertad, hiciste ese trato con Lysander, te dejaste llevar por tu venganza, en esa torre...

Intenté recordar de qué torre hablaba.

──Vete, Astra, puedes irte.

La niña volvió a tirar de las hebras de mi vestido.

──Ya nadie volverá a tener el miedo que tuviste, Astra ──susurró la mujer──. El mundo te concedió aquello que siempre quisiste para ti, para todos, pero tiene un precio.

──¿Y Lysander?

Su gesto se endureció con firmeza, la vi resquebrajarse un momento.

──¿Por qué te importaría tal cosa?

Pero la vi de verdad, herida, y sola, y quebrada mientras esa torre la incendiaba viva junto a cientos de personas.

──¿Por qué no elegiste otro camino?

Entonces ella parpadeó, varias veces, luego una sonrisa lúgubre adornó sus labios.

No, no lúgubre, tranquila.

──Porque no tenemos otra opción.

Pero entonces observé a la niña, todavía parecía inquieta ante lo que fuera a elegir.

──Deberías irte a casa ──balbuceó.

──Vete, Astra ──Esa vez la mujer habló──. En todos los caminos que he visto he terminado en esto, solo vete...

No noté cuando había terminado llorando, y la niña se abrazó a mis piernas como una despedida, quizás.

Como un hasta luego.

Observé a la mujer volver a vagar por los caminos del bosque, observando miles de realidades, estando en todas y en ninguna.

El bosque volvió a partirse a mis pies, y la niña se hizo polvo mientras la mujer desaparecía en el viento.

Después solo escuché el susurro de la noche mientras una voz me llamaba en sollozos.

Cuando abrí los ojos, alguien me sostenía con fuerza entre sus brazos, podía sentir las lágrimas de Lysander en mi piel y me abracé con fuerza a su cuello.

Volví a casa.

FIN.