Capítulo 4

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🐿🐇

A Minho le llevó un rato asimilar las palabras de Jisung.

-¿Cita de prácticas?

-Exacto. Considera esta cita como un ensayo. Salimos y yo te enseño cómo tratar a alguien en una cita -tiró del brazo que él tenía agarrado con suavidad-. Por ejemplo, no se agarra a una persona con tanta fuerza. Podrías dejarle una marca.

Le soltó el brazo. Jisung se levantó con gracia y fue hacia su silla.

-Muchas gracias por el consejo. ¿Puedo darte yo también uno?

-Por supuesto.

-No le tiendas una trampa a tu jefe. Podrías acabar desempleado.

Jisung suspiró.

-Sospeché que no te lo ibas a tomar bien.

-¿Entonces, por qué hacerlo?

Por un momento su alegría se disipó y su sonrisa se volvió amarga. Minho tuvo ganas de abrazarlo hasta que volviera la alegría a su mirada. Pero no se atrevió a demostrar sus sentimientos. El provocaba en él un deseo peligroso, uno que jamás podría saciar; un anhelo que no se extinguiría ni con el tiempo ni con el trato. No. Si alguna vez se atrevía a saborear los encantos de Han Jisung, sabía que un solo bocado no lo satisfaría. Era mejor quedarse con las ganas, aunque fastidiado.

Apoyó un codo sobre la mesa y la cara en la palma de la mano. La luz de las velas le rozaba las mejillas.

-Te observé con Chanhee la otra noche.

Lo había observado y tomado notas.

-Mi vida privada no es asunto tuyo.

-Tú lo hiciste asunto mío cuando me pediste que te buscara pareja.

Se recostó en la silla y soltó un gemido de exasperación.

-No empieces con eso otra vez.

-¿No quieres casarte y formar una familia?

Apretó los labios. Su referencia a la familia le dolió más de lo que quería reconocer.

-Cuando esté listo y no antes.

-¿Entonces si no estás listo, por qué acceder a las citas que te busca tu madre?

-Porque no me cuesta nada seguirle la corriente, y además le descarga la conciencia y le hace sentirse menos culpable por un incidente pasado.

-¿Le descarga la conciencia? -Jisung consideró su comentario-. Eso quiere decir que tuviste una relación seria en el pasado.

Minho no respondió. No pensaba hablarle de Yeeun ni las circunstancias que rodearon su abandono. Claro que su silencio no lo desanimó.

-Me imagino que tu madre hizo algo de lo que ahora se arrepiente, ¿no es así?

-No quiero hablar de esto. Tú eres mi asistente, por si acaso lo has olvidado. No sé por qué mi familia pensó que estaría bien implicarte en nada de esto, pero me gustaría que te mantuvieras al margen.

-La lista...

-Debió de ser una broma de alguien -lo interrumpió-. No necesito una pareja. Y si cambio de opinión en el futuro, ya me ocuparé yo de buscarla, sin la ayuda de mi madre, de mi hermano o de mi asistente. ¿Está claro?

El asintió.

-Totalmente -sus ojos sonrieron de nuevo, como el sol saliendo de entre las nubes después de una tormenta de verano-. Pero ya que estamos aquí...

Enamorado de un ángel [MinSung]Where stories live. Discover now