A ustedes

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A ustedes,
para quienes las reglas no se deben romper
aunque asfixien a un pequeñín,
que sin dejar el cascarón ya seguía la primera...
"No salgas al exterior"

A ustedes
que no supieron -y no quisieron saber-
curar las heridas con caricias o palabras
dulces -no amargas-
A pegar las partes  que se desprendían
de la piel de un niño en llamas.

Con cada recuerdo,
con cada futuro improbable,
que hacía tan solo años hubiese sido posible,
su alma sangraba.
Buscando a ciegas el botón
"que todo lo salva".
Lástima, entre tanta oscuridad
él nunca lo hallaba;
esperando el día que se devolviera el tiempo
al minuto cero.
Anhelando el día en que su camino
no tuviera curvas...
Y no se mareara.

Pensó en todo eso que no contó a ustedes,
mientras lo absorbía su almohada.
Luego vuestros gritos también se incluyeron
en el repertorio de sus pesadillas.
Pues ya ven a ustedes
él no debería agradecerles
nada.

A ustedes
que estornudaban con las plumas
de un pájaro gris
que nunca intentaron pintar de alegría.
Que sujetaron aún antes de que el mismo
-y ustedes- supieran que las tenía,
sus alas;
que intentaron cambiar su rumbo
fijando una cadena de inseguridades
a su cuello.
Aún la lleva a rastras
destruyendo el suelo y a toda la gente
por donde pasa.

Y esa decisión que lo ató por años.
Elegirse o elegirlos
¿A ustedes?
Quienes lo empujaron contra la pared.
¡Ojalá me equivocara!
Pero en esta historia, solo él
lloraba.

A ustedes
que hieren sin decir palabra.
A ustedes
y no sé por qué les dedico esto.
A quienes querer no supieron
de la forma en que olvidar no he sabido.
Ojalá los niños llegaran al mundo
con las instrucciones.
Ojalá que ustedes trajeran colgadas
las indicaciones.

Y que sepan....
Me quedé esperando al Hada de los Dientes
en mi cama.
Un beso, un abrazo y las buenas noches
para luego cruzarme a vuestra habitación,
en la madrugada,
cuando el hombre flaco de mis sueños negros
me despertara.
Me quedé esperando una infancia
mientras la adolescencia me llegaba.
Me quedé esperando,
entre tantas cosas...
Pues ya ven a ustedes
yo no debería agradecerles
nada.

Pulsaciones Por RenglónOù les histoires vivent. Découvrez maintenant