Why'd you only call me when you're high?

Snap out of it

—Despierta Oikawa— lo movió suavemente, pero el castaño se mostraba bastante reacio a querer abrir los ojos y en vez de eso emitió un quejido sonoro.

—Cinco minutos más— murmuró y Sugawara rodó los ojos. Si esto continuaba así llegarían tarde a la boda.

El platinado se había levantado bastante temprano y trató de verdad que trató que Oikawa también lo hiciera, pero sus intentos habían sido en vano, así que lo dejo descansar en lo que él se arreglaba, ahora lucía realmente despampanante con ese traje azul marino y una corbata a juego, contario a Tooru que ni siquiera se había dado un baño

—Vamos a llegar tarde. Despierta ya— dijo elevando el tono de su voz y finalmente el castaño rebusno y abrió con letargia los párpados sólo para encontrarse al peligris arreglado y luciendo bastante apuesto, se sonrojo y desvió la mirada para ocultar las tonalidades de sus mejillas

—Ya voy— murmuró y se levantó con rapidez para meterse al baño y empezar alistarse.

Después de tantos años de un sufrimiento silencioso hoy le decía adiós a su primer amor, hoy renunciaba a él y también a su vida porque no estaba seguro de que podría superar ese amor-odio que había estado enfermando su ser y tampoco estaba seguro si quería olvidar esos sentimientos que los consideraba preciosos y dolorosos, pero tenía que avanzar ¿no? Debía hacerlo porque se lo debía a todos los que se habían preocupado por él, incluso a ese chico refrescante que lo esperaba en la sala de su apartamento.

Se dió una ducha rápida y salió mientras se colocaba sus respectivas colonias y se secaba el cabello, fue en ese momento que decidió ser consciente del tiempo sólo para darse cuenta que estaban retrasados

Mierda

Debió hacerle caso a Koushi las primeras veinte veces que lo llamó para que despertara ¿por qué siempre era tan irresponsable? Se peinó con rapidez el cabello hacía un lado y se vestía con rapidez, salió de su habitación tratando de atar la pajarilla entre sus manos y buscar sus zapatos de vestir, la guitarra estaba fuera de su estuche y los anillos estaban en el librero de la sala, tenía tantas cosas que alistar y el tiempo parecía que no le iba alcanzar. Sugawara lo vio desde la esquina contraria y sonrió divertido por la situación mientras se acercaba y lo detenía

—Luces apuesto cuando te bañas— soltó una risita traviesa y sus manos tomaron la pajarilla para atarla en un moño perfecto acelerando el pulso del castaño por la cercanía del ex cuervo ¿por qué... Koushi sacó un pequeño paquete de la bolsa de su camisa y sonrió mientras se lo enseñaba a Tooru, eran piezas nuevas para las perforaciones en sus orejas —Y... yo, las vi hace unos días y pensé que tal vez...

—Son geniales, las usaré hoy— sonrió con emoción mientras contemplaba las piezas nuevas y se agachaba un poco para que el peligris se las colocará.

Sugawara abrió el paquete y se las colocó con cuidado, se trataba de una pieza que se sostenía desde la parte superior de la oreja y llegaba al lóbulo unido por dos finas y delgadas cadenas en negro haciendo juego con el traje negro contrastando y dando un aspecto más rebelde a su look elegante.

—Listo— se alejó con cuidado sintiendo la garganta arder, ahí estaba de nuevo, los molestos pétalos de un amor no correspondido. Carraspeo un poco tratando de disipar la sensación mientras Oikawa tomaba sus mejillas y rozaba sus labios

—Gracias— suspiró y se alejó para terminar de preparar lo que faltaba y salir con dirección al lugar donde sería la recepción

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—Luces hermosa— habló el castaño una vez que entró a la habitación donde si hermana se estaba dando los últimos toques. Lucía verdaderamente hermosa con ese vestido blanco, con un escote discreto y su cabello perfectamente levantado siendo sujetado por un velo de encaje, le quedaba tan bien.