Su voz tarareaba la canción que interpretaría el día de mañana en la boda de su hermana mientras jugaba un poco con las cuerdas de la guitarra, estaba seguro que quedaría genial. Ella no merecía menos y si quería que su hermano mayor cantará en el día más especial de su vida pues tendría a su hermano mayor cantando... aún si eso le rompía el corazón en mil pedazos como el más fino cristal.
Mañana entregaría a la niña que protegió al chico del que siempre estuvo enamorado, irónico ¿No? Tenía tantas ganas de reír y llorar al mismo tiempo, no sabía cómo terminó en esa situación tan desastrosa, no entendía y tampoco quería saberlo porque tal vez no le gustaría saber la respuesta.
Se levantó de la cama y camino alrededor del departamento, el día se iba terminando, el traje negro que había elegido apenas con dos días de anticipación estaba perfectamente colgado y la luz del sol pegaba sobre la pared provocando sombras hinopticas y como si pidiera algo que su ser aún no estaba dispuesto a entregar. Mañana, mañana era el último día que tendría a Iwaizumi libre, pero ¿a quien carajos quería engañar? Jamás lo había tenido, era una amarga sensación, sin embargo estaba séptico a lo que pudiera suceder, se sentía muy tenso, era imposible que a esas alturas pudiera relajarse o conseguir paz.
Buscó entre sus cajones una cajetilla de cigarros y sacó uno para encenderlo y darle una calada y con eso tratar de calmar sus nervios que parecían que iban a traicionarlo en cualquier momento, a estas alturas ya no sabía si llegaría sobrio a la ceremonia porque los recuerdos de su último encuentro con Iwaizumi no eran muy gratos, la tensión entre ellos estaba latente y fingir frente a todos que seguían siendo los más grandes amigos no sería una tarea fácil. Esa noche, esa tarde, esa hora, ya ni recordaba en qué momento había sucedido, pero lo había sobrepasado, tanto que la carga sobre sus hombros aumento y se sentía incluso más lejos de salir del hoyo en el que se había metido. Todo estaba perdido.
Lo unico que quería en esa noche era poder conciliar el sueño y dormir tranquilamente, pero cómo hacerlo si todo en su cabeza era un desastre, un lío, la peor de las tormentas y fue en ese momento que supo que lo necesitaba más de lo que pensaba y no podía creerlo, no podía creer que en una esquina de sus pensamientos estaba él tratando de cambiarlo de alguna u otra forma, ese chico sostenía sus pesado corazón enamorado en sus manos y dolía porque estaba seguro que él estaba pasando por la misma situación. Daría lo que fuera por volver a nacer a media noche, hacer de cuenta que los sentimientos pasado jamás existieron y que podría generar nuevos hacia el peligris porque no supo en qué momento el ex cuervo se había convertido en su ancla, a la persona que recurría cuando todo estaba mal y no supo si golpear a Kuroo por traerle ese chico lindo que eran obvio sus sentimientos o darle las gracias por haber encontrado en quien apoyarse.
Maldito Kuroo, el amor es una mierda si no es correspondido y aún así te atreves a lanzar ese tipo de comentarios cuando estoy cerca de él.
Lo lastimas y apuesto a que yo también lo estoy haciendo.
Qué miserable eres Tooru...
Miró el reloj, aún no era tan tarde, igualmente la hora nunca le había importado cuando se drogaba o embriagaba, pero en ese momento no tenía ganas de ninguna de las dos, sólo quería dormir, sólo... podría llamarlo ¿no? Siempre asistía a sus llamados desesperados ¿qué más daba si esta vez lo hacía completamente sobrio? Le dió otra calada al cigarro y tomó el celular de la pequeña mesa, buscó en el registro de llamadas viendo que al número al que más marcaba era el mismo por el que iba en ese mismo momento.
Que miserable eres Tooru, que buscas consuelo jugando con sentimientos que no son tuyos.
El castaño tenía como concepto que Sugawara era una persona más fuerte que él, Sugawara lo superaría con facilidad, no como él que se estancó y ahora moría con lentitud, sufría y agonizaba por aquello que nunca sucedió. Sugawara era mucho más y estaba seguro que lo que había provocado era una insignificancia que olvidaría cuando él ya no estuviera en este mundo.
BINABASA MO ANG
Why'd you only call me when you're high?
FanfictionUn acordé escuchado por primera vez salió de esa guitarra en medio de la multitud en un bar de mala muerte. Su voz lo cautivó y sus ojos oscuros se encontraron en un pacto silencioso. Eres preso del sentimiento amor cayendo terriblemente enfermo ant...
