The meeting place

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Algunos años atrás...

Un par de adolescentes regresaban de su último partido de voleibol, la derrota los había dejado con el ánimo por los suelos, se consolaron mutuamente con la intensión de aliviar la pena y la impotencia que el amargo resultado les había dejado. Para un joven castaño las palabras de su primer amor significaban y tenían un gran peso sobre su enamorado corazón ¿Cuánto tiempo llevaba de esa forma? ¿Sintiéndose así? ¿Tan descolocado por él? Pero a pesar de que sus sentimientos fueran de lo más sinceros y honestos algo le impedía hablar, no podía confesarse por temor a arruinar lo único que los unía: su lastimosa amistad.

El moreno había caído rendido ante los encantos de los Oikawa, pero no de Tooru, no. Iwaizumi había quedado prendado de Sekai, aquella chica de hebras castañas retorcidas en suaves rizos, ojos chocolate, de mirada alegre, sonrisa hermosa y de dulce voz, el rayo de sol menor de la familia Oikawa.

Sekai era dos años más pequeña que Tooru, ambos asistían al mismo instituto y nadie podría negar que los hermanos eran sumamente hermosos compartiendo el encanto de la familia y presumiendo con orgullo la generosa genética que les había tocado, eran tan parecidos y tan diferentes a la vez, a pesar de eso, preferían no llamar la atención juntos y cada quien seguía su camino dentro del instituto ajeno al otro. Sin embargo, un buen día en que Tooru llevo a sus amigos a su casa para la realización de un proyecto se llevó a cabo el primer encuentro de miradas entre su amigo de la infancia y su hermana menor.

No había duda, esa primera vez sus corazones se habían sincronizado en un sólo latir, desde ese momento ambos se hicieron más cercanos mientras Tooru era testigo de cómo su sueño se desmoronaba frente a sus ojos sin que el pudiera interferir porque no quería arruinar la felicidad de su pequeña hermana y decidió que era mejor enfermar de amor que vivir con el pecado de haberle arrebatado la sonrisa al más fino rayo de luz.

-Hajime- Y ahí estaba ella, con esa mirada inocente y preocupada, sus labios curveados en un ligero puchero y su cabello revuelto en una coleta alta adornada finamente con un moño rojo. El mencionado olvidó al instante que iba con Tooru, lo dejó a un lado mientras extendía sus brazos y Sekai se refugiaba en ellos con ternura y un consuelo silencioso -Estuviste fantástico- susurró y sus delicadas manos femeninas acariciaron con suavidad su espalda -Estuviste genial ¿Entendido?- cuestionó y el moreno asintió sin deshacer el abrazo.

Oikawa sonrió a lo lejos con amargura, Iwaizumi no necesitaba sus consuelos, él ya tenía la persona que sostendría sus anhelos y sus derrotas. Le dolió la garganta, se llevó una mano al cuello y otra a la boca para amortiguar el sonido que salió de sus labios. Tosió un poco y un pétalo quedó en su mano asustando al castaño.

No,no,no,no.

No podría ser que ya tan rápido estuviera enfermando.

Aún era joven.

Miró a Iwaizumi con añoro y las expresiones de su hermana le carcomieron la conciencia, negó con la cabeza y sacudió su mano tirando el pétalo de cerezo quitándole importancia al asunto.

Ya lo superaría...

Se esforzaria, aunque no le gustará la idea, lo intentaría, intentaría alejarse porque sabía que no era correcto permanecer cerca suyo cuando su corazón dolía por amor, se aferraria a su cordura por su propio bien.

Cuánto lamentaba haberlo conocido

Cuánto lamentaba que las cosas se hubieran dado de esa forma

Aún tenía tiempo...

Aún no era demasiado tarde...

Aún...

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Why'd you only call me when you're high?Место, где живут истории. Откройте их для себя