Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Scarlett Jhonson
Escucho a lo lejos la canción de Pop GoesTheWeasel, hace mucho frío aquí. Me doy cuenta que estoy atada de manos y pies a una silla.
Miré desconcertada a todos lados.
Estoy en esta carpa de circo monocromática y estoy sentada frente a una mesa grande. En frente de mí hay un enorme plato escurriendo de sangre y contiene carne fresca.
Los órganos aún se ven palpitantes y frescos.
«Aborrezco la carne».
Me dieron arcadas de sólo ver el plato y trato vanamente de liberarme de esta silla. Mis débiles intentos son inútiles.
—¿Ya te había dicho lo tierna y lo estúpida que te ves intentando huír de mí?—Esa voz aterciopelada y escalofriante nunca la olvidaré.—Mi algodón de azúcar—.
Miré a todos lados, pero no lo veo por ningún lado.
—¡Déjame ir, maldito! ¡Libérame! ¡Suéltame!—Me removí violentamente en la silla.
—Tranquila, mi caramelito agrio. ¿Aún no nos divertimos y ya te quieres ir?—Dijo indignado.
Salió de entre las sombras con una enorme sonrisa que dá mucho miedo. Tomó asiento en una silla que está al otro lado de la mesa, miró el plato con tripas y su boca babeó.
Acercó el plato y con sus garras tomó las tripas y comenzó a comer y degustar la tierna carne. Se escucha como mastica con saña la carne y la sangre chorrea por su boca.
No soporto ver cómo devora la carne sin una pizca de culpa, deben ser las tiernas vísceras de algún niño inocente.
Se levantó de su asiento con el plato en sus manos para acercarse a mí, a lo que yo empecé a entrar en pánico.
—Anda, Scarlett. Come, estás muy delgada, lo preparé especialmente para tí, mi princesa.—Habló fingiendo amabilidad en su voz.—Abre tu boquita, dí “ah”—.
—¡No quiero! ¡Aléjate de mí!—Grité aterrada viendo el plato con carne cruda y fresca.
Jack gruñó y colocó las vísceras en mi boca obligándome a comer. Luché por no abrir mi boca, pero hubo un punto en que no soporté más y vomité. Jack aprovechó esto y metió el trozo de carne en mi boca.
Volví a vomitar.
—¡Eres una mal agradecida! ¡Preparé comida especialmente para ti y la desprecias!—Se levantó molesto de la mesa y se fue a no sé dónde.
