𝐔𝐧𝐚 𝐀𝐦𝐢𝐬𝐭𝐚𝐝 𝐏𝐞𝐜𝐮𝐥𝐢𝐚𝐫

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☠︎︎𝐄𝐧𝐨𝐜𝐡☠︎︎

–Cerebro –le pedí a Amelia, quien me estaba ayudando con mis muñecos

–Cerebro –repitio ella y me pasó un frasco.

El día que trajo a Claire conmigo decidí darle una oportunidad, ella se comportaba tan linda que Claire, y con todos.

–¿Crees que Abe algún día dejara de lado su orgullo? –me pregunta distraída jugando con uno de los frascos. Suspiro y meto el cerebro en el muñeco que le robe a los gemelos.

–No lo sé –me encojo de hombros–. Tu lo conoces mejor que yo. Eres su hermana, no yo -la apunto.

–Tienes un punto –suspiro mirándome atentamente. A veces se me queda mirando mucho tiempo, como si con eso pudiera leer mi mente. Se que quiere hacerlo, se esfuerza por entenderme. Y yo se lo agradezco, me parece tierno como me mira. Pero también me pone muy nervioso–. ¿Crees que Olive y Víctor ya sean novios?

–Creo que tú estás muy metida en su relación –me separó un poco para que los muñecos empiecen a pelear–. No debieras... No se ¿preocuparte por tu relación con Mark, en lugar de preocuparte por la de ellos?

–Okey. Primero, su relación es mi vida, he trabajo en ella desde que llegamos. Soy la maestra del amor en esta casa –levanta la barbilla orgullosa de si misma. Y yo no puedo evitar sonreír un poco–. Segundo, Mark es mi amigo. Solo amigo

–Aja –ironizo viendo como el oso de peluche mata al otro–. ¿Cómo se llaman?

–¿El que? –pregunta mirándome con una sonrisa. Le gusta que yo inicie la conversación

–Los nombres de las parejas que creaste. Ya sabes, Abe y Emma, Olive y Víctor, Fiona y Millard. Esos

–Ahhhh –asiente repetidas veces–. Por ahí hubieras empezado –ruedo los ojos–. El de Emma y Abe es "Abemma" –relata haciendo gestos con las manos–. Victor y Olive son "Olivic" –vuelve a hacer el gesto–. Y por último, y más reciente shipp, "Fillard"

–Estas, de verdad, emocionada con esto ¿no? –pregunto divertido. Ella siente varias veces con euforia–. Bien, ¿algún otro shipp?

–He estado pensando que Claire se vería bien con.... –la interrumpo lanzándole un muñeco, ella rápidamente se apartó y me mira mal

–¡Ni siquiera lo pienses! –la amenazó. Ella se rie como loca–. No es gracioso -ruedo los ojos con fastidio

–¡Solo bromeó! –exclama dejando de reír–. Obviamente Claire es muy joven para eso.

–¿No crees que Fiona también?

–Naaaaa –niega haciendo un gesto con la mano, restandole importancia a la edad de Fiona– Ella está bien. La fase tres va de maravilla

Ah, si. La fase tres. La iniciaron ayer. Me contó sobre eso. Y también de la carta que le mando Mark hace una semana. Dice que ya no ha recibido ninguna otra de el. Que triste. Pero Abe se ve feliz con eso. Hace ya como más de un mes que Mark se fue de la isla.

–¿Y Mark? –ella cambia su cara de feliz a triste cuando pregunto–. ¿No has recibido cartas?

–La señorita Peregrine dice que no debería esperanzarme con el. Dijo que existe la posibilidad de que el ya no vuelva, y se olvide de mi –relata acostada en mi cama. Cómo dije, hace unas semanas que somos amigos, y nos hemos agarrado confianza muy rápido. Sorprendente la verdad.

–Tal vez decidió quedarse con su mamá –ladeo la cabeza. Le estoy dando la espalda así que no pude ver si reacción–. O tal vez pasarán la navidad allá –me doy la vuelta cruzado de brazos y la miró acosada en mi cama, los pies cruzados y las manos en su nuca. Simulando estar relajada. Levantó las cejas–. Ay muchos escenarios posibles. Y, si el te dijo que volverá. Ah de hacerlo, ¿no crees?

Ella sonríe un poco. Allí, está. La sonrisa tan linda que tanto me gusta

O mejor dicho, ella

–Si, tienes razón –Amelia me saca de una discusión con mi conciencia–. ¿Vamos al jardín?

–Mmmmmm –dudo haciendo una mueca

–Por fis, por fis, por fis –se sienta en la cama con sus brazos cruzados y haciendo puchero–. Por favooorrr Enoch. Podríamos leer abajo de un árbol.

–Esta bien, pero deja de molestar –me pongo de pie. Ella brinca de la cama con una gran sonrisa y riendo ligeramente.

***

"Dichosos ustedes que han podido encontrar el amor. Que no han desperdiciado el tiempo. Y que apesar de todo han conseguido seguir con su relación. Que su amor sea eterno y que tengan un glorioso futuro. Por qué ustedes sean graduado de mi Escuela del Amor" –Lya termina el libro y lo cierra. Soltando un suspiro soñador–. Adoro este libro

–Meloso –hago una mueca. Ella se levanta de golpe (pues estaba acostado en mi piernas). Y me mira ofendida–. ¿Que?

–Es el libro más romántico que e leído en el mundo –pone una mano en su pecho. Se sienta a mi lado abajo de un árbol

–¿"Escuela del amor"? –pregunto con ironía–. Vamos Lya, eres má lista que eso

–No tiene nada que ver mi inteligencia, con eso –niega–. Pues yo ame que Lili y Aidan terminarán juntos.

–Lili era una loca manipuladora que logro ocultar sus problemas debajo de una capa de sonrisas. Y Aidan es propenso a la violencia doméstica –le miró con los ojos entrecerrados–. Terminarán dentro de unos años.

–Ug, no vuelvo a leer una historia romántica contigo –se queja recostandose contra el árbol–. Aún estoy aburrida ¿hacemos algo?

–¿Dónde te apagas? –le preguntó con cansancio

Yo tengo una ideita...

–Vete a la mierda –responde con una sonrisa irónica–. ¿Y si vamos a la playa?

–Estamos en diciembre, genia –le recuerdo temblando ligeramente cansado. Ella suspira, se levanta y me ofrece la mano para ayudarme. La acepto y me levanto.

Y juntos empezamos a caminar a casa

–El día de la tormenta –empiezo, haciendo que ella me mire con atención

–¿Si...? –ladea la cabeza confusa

–Cuando acompañaste a Claire a mi cuarto –se tensa–. ¿No la acompañabas o si?

–No lo sé –se encoge de hombros ligeramente sonrojada–. Había salido al pasillo, y estaba decidiendo con quién ir a dormir, cuando ella salió de su cuarto. Se acerco a mi, y me hizo plática mientras me llevaba a tu cuarto sin que yo me diera cuenta. Fue cuando abrió la puerta y nos viste que me di cuenta –relata jugando con sus manos

–¿Y que hiciste cuando te fuiste?

–Regrese a mi cuarto –se encoje de hombros

–¿Con la tormenta? ¿Que no te daba miedo? –interrogo preocupado

–Si. –asiente–. No fue tan malo. Y lo bueno es que ahora ya no tengo tanto miedo

–Pudiste quedarte –murmuro abriendo la puerta

–¿Que? –dejamos nuestros abrigos en el perchero que está junto a la puerta.

Me guire para quedar frente a ella, muy cerca

–Pudiste quedarte –repito mirándola a los ojos. Sus hermosos ojos–. Esa noche, pudiste quedarte. No me hubieras molestado. A nadie de hecho –murmuro la último antes de que los niños lleguen corriendo a ella y la abracen contandole sus problemas. Ella me mira fijamente. Le doy una sonrisa y subo a mi cuarto

La amas

No es verdad. Cállate

𝐃𝐢𝐟𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭 «𝓔𝓷𝓸𝓬𝓱 𝓞'𝓒𝓸𝓷𝓷𝓸𝓻»Where stories live. Discover now