Despertar

5. Es ella

Me encuentro acostado sobre los cubrecamas con las piernas extendidas llegando casi al final de la cama, en mi habitación, las ventanas están abiertas de par en par permitiendo que este choque contra el muro blanco de la habitacion y dejando pasar libremente la luz natural que otorga las estrellas y la gran luna, en el hermoso cielo nocturno.

"Fue mi culpa lo que pasó" Pienso repentinamente, llenándome de vergüenza, miedo y culpabilidad.

Unos golpes en la madera de la puerta, me sacan de mi ensoñación. Se quiénes son los que están parados detrás de la tabla, por ello no contesto ya que sé que pasaran incluso si les digo que no. Como las veinte veces que vinieron a pedirme que bajara.

-Hol, por favor sal solo unos minutos, y ven con nosotros a cenar o al menos estar unos minutos en el sofá todos juntos- Calek hace presencia en la habitación, su pelo rojizo parece que brilla más como si fuera la pequeña llamita de un fósforo recién encendido.

Lo observo por unos momentos, pensé que se los había dejado claro, que no quería ver a nadie más que no sea Daniel, pero él ya no aparecerá más, no cuando podría hacerles yo mismo daño, después de lo que paso, no pienso salir, no ahora, mi organismo está cansado y mi cabeza está a mil rebobinado todo lo que paso y está pasando como si fuera un reproductor de música que no parece tener botón de apagado.

-No, lo siento, pero no puedo bajar ahora, por favor Cal - con eso me doy media vuelta recostándome sobre mi costado derecho mirando la pared, y doblando un poco las rodillas, ubicando mis brazos enfrente de mi torso para intentar dormir al menos una hora, las pastillas ya no hacen efecto, ni los remedios caseros de mamá y las palabras de papa.

Sé que es egoísta de mi parte no acercarme a mi familia, sé que no soy el único afectado por todo esto, pero, aun así, me carcome el miedo intenso, la presencia de la tristeza, y sobre todo mis pensamientos, todo esto me está sobrepasando como un vaso de agua lleno hasta al borde a nada de desbordarse.

- ¿Tomaste las pastillas al menos? - Calek me mira con un deje de esperanza en su timbre de voz esperando una respuesta positiva, pero él mismo sabe la respuesta de eso. Todos lo saben.

-No Calek, no pienso tomarlas, no lo repetiré otra vez- digo con seriedad, aun mirando la pared, esas cosas hicieron que enloquezca la última vez.

-POR DIOS HOLDEN, NO TE PERDEREMOS A TI POR ESTO- grita con todo lo que le queda, mostrando voz desgarrada, sé que está enojado, frustrado no sé si decepcionado, pero no me sorprendería. Al terminar de decir esto se aproxima a mi pasando de la línea de la puerta a pasos fuertes y firmes.

Me muevo rápidamente saliendo de mi posición y dejando de mirar la pared blanca con posters, me bajo de mi cama rápidamente sacando ambos pies y parándome sobre la alfombra, a paso largo camino hasta él para no permitirle que ingrese a la habitacion, necesito estar solo. Cuando llego hasta el, nos paramos frente a frente, con apenas una diferencia de altura donde la gano yo, lo tomo por los hombros con ambas manos y le doy un pequeño empujón hacia la puerta, cuando la atraviesa, lo último que veo antes de cerrarla tras de mi es su expresión en su cara blanca es profunda tristeza y decepción, teniendo las expectativas de que baja con él, pero no. No quiero lastimar a nadie más, mucho menos cuando estoy sin tomar mis pastillas. Aunque sé que ya es tarde, ya sucedió.

-Losiento no lo haré- dije cuando cerré la puerta con seguro y devolviéndome a micama, pero me da mucho miedo soñar.

5 de Agosto 2021

Holden

Actualización de tiempo: Son las 5:45 de la mañana - alguien que me levante por favor, que mi cuerpo no responde - las cosas están explotando, ya que deje mi bolso marrón de la universidad en una de las sillas del comedor, en su momento recordé que en mi bolso me faltaban unos cuadernos de teoría, subí rápidamente las escaleras hasta llegar al pasillo donde estaban las habitacion de Calek, Eric y la mía, abrí la puerta de roble buscando los benditos cuadernos de teoría, puse patas arriba la habitacion hasta encontrar debajo del colchón los cuadernos, los tome, y salí de la habitacion bajando de nuevo por las escaleras, cuando volví, BIM BAM BUM, mi madre revisaba los papeles sueltos, viendo el contenido de estos y el desastre que demostraba.