3. No ahora

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- ¿Y cómo te sientes ahora Holden?

 Estoy aquí sentado en un consultorio de un puto loquero mirando al hombre de mediana edad, canoso y regordete. Sinceramente no tengo ningún ánimo de hablar de lo sucedido como si fuera una conversación normal esperando que el profesional que apode Pet, me haga un análisis para garantizar y confirmar que estoy jodido pero salvable o jodido siendo ya un caso perdido. Eso ya lo veremos.

 Me quedo quieto sin hablar, ni un poco de lo sucedido solamente me limito a asentir con indiferencia para demostrar que estoy bien, aunque ni siquiera me esfuerzo en sonreír un poco. Merezco abstenerme de esta sonrisa.

-Holden, llevamos 3 sesiones que se basan en yo hablando y tu escuchando, pero no te puedo ayudar si al menos no me dices cómo te sientes - Estoy a punto de replicarle que no quiero hablar ,que hubiera sido mejor que me dejen en mi habitación acostado tranquilo sin una molesta voz hablando sobre lo que debo hacer en estas sesiones, pero antes de todo esto, el hombre continúa - sé que es una mierda - dijo una mala palabra, no puedo creerlo- lo que les pasó a ti y tus hermanos, pero haber perdido a una persona tan querida por ustedes no es fácil ni por asomo, tú salud mental, según lo que vi, está colgando de un pequeño hilo a nada de caer y hacerse trizas como una placa de vidrio, por lo menos para comenzar, hazlo por tus padres y tus hermanos búscate un sostén un motivo por el cual ponerte mejor, que incluso si fuiste el más golpeado por todo esto, ellos también están sufriendo por la pérdida y por verte así, hazlo por ellos y luego termina de mejorarte para ti mismo ,para estar bien.

 Con ese discurso me siento un poco más animado y decido tomar la decisión que este pobre hombre no esperaba de mí.

-Está bien hablaré, pero haga el intento de salvarme.

 El hombre me observa detenidamente me sonríe levantando ambas comisuras arrugando las puntas y mostrando filas de dientes blancos, sin mencionar que esa sonrisa llego hasta sus ojos donde se le formaron pequeñas arrugas, aun así, esta sonrisa no es como las primeras sonrisas esta vez es dulce y me otorga bastante seguridad.

-Será mi meta y una promesa sacarte de esto. Te lo prometo Holden.

3 de Agosto 2019

Holden

  Apenas me dijiste tu nombre, salí corriendo por el pasillo del transporte, yéndome sin despedirme, solo acepté tu nombre, deseando volver a verte y decirte el mío.

  Llegue a mi casa, dando zancadas largas hasta llegar al pequeño porche marrón con barandales negros en los bordes, parándome frente a la puerta blanca, tomo mis llaves y la abro, siendo recibido por una imagen digna para la película "Madagascar 2" cuando los monos deben arreglar el avión y solo se define en caos.

  Mi mamá había hecho pasta con boloñesa, la cual es la mejor cosa que probarás en tu vida, esa boloñesa es la perfecta combinación de tomate triturado, condimentos, morrón, cebolla, carne picada, zanahoria, y si está de buen humor, papa también, creando una armoniosa mezcla comestible.

  Todos mis hermanos -sin incluir a la pequeña Aida- estaban tirados sobre la indefensa olla para devorar la comida como monos salvajes, olvidando el hecho de que son personas y que incluso es un insulto para los monos compararlos con ellos.

  Al lado de la olla se encuentra un pequeño envase rectangular mediano de plástico que contiene una especie de salteado misterioso que no tiene buena pinta, a simple vista se nota quien lo hizo, mi padre.

  Cierro la puerta haciendo presencia en el comedor y pasando rápidamente por los pisos grises, cruzando la entrada para llegar a la mesa. Tal vez es miopía, ya que todos se encontraban observándome con confusión y curiosidad preguntándose porque no aparecí anoche, gracias a mi sesión con el doctor Collins y mi noche de "estudio" con Aiden.

DespertarWhere stories live. Discover now