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Tumbado en la cama no dejaba de darle vueltas en su cabeza a aquel beso, aquel dulce beso que lo habia hipnotizado, no podía dejar de pensar en aquellos labios, de los que no hubiera querido separarse. Nunca hubiera imaginado que aquella visita para realizar un trabajo de pintura en un domicilio, hubiera acabado en un beso que lo tenia completamente desvelado, sin ni si quiera poder borrar la imagen de los labios de la inspectora de su cabeza, ni mucho menos el sabor de ellos. Aun su ropa seguía oliendo al olor que ella desprendía y por mucho que lo negara aun no se habia cambiado por lo mismo para seguir oliendo un poco mas a ella.

Whatsapp

> Inspectora, no se lo que me has echo pero no puedo dormir pensando en usted.

Dejo su teléfono móvil en la cama, después de no haber podido evitar enviar aquel mensaje, habia pasado unas horas de haber llegado a su casa, y ya la estaba echando de menos.
Levanto por unos segundos su visión al ver pasar una sombra en el exterior de su habitación. Se levanto de la cama dejando el teléfono móvil encima de ella, mientras que el seguía el camino de donde habia visto pasar la sombra que debía de ser de su compañera de piso. No tardo en visualizarla en el balcón encendiéndose un cigarro, mientras la acompañaba con una cerveza en mano.

-¿Te encuentras bien?.- La voz grave de el hizo que esta pegara un pequeño bote, observándolo inmediatamente.

-Ya te hacia dormido.- Ella volvió a acomodarse cómodamente en la silla de la terraza obteniendo el paquete de cigarros, acercándoselo a el, el cual cogió uno, acompañándola sentándose en la otra silla.

-No, tuve que hacer varias cosas que me mantuvieron en vela hasta ahora, ¿y tu?. ¿Qué haces despierta mañana tienes universidad no?.-Le dio una calada a su cigarro nada mas haberlo encendido.

-Mi ex, ese es el motivo de mi desvelo.

Jon se quedo unos instante en silencio, desde que habia entrado a vivir a su casa no se habían adentrado en sus vidas privadas, el lo único que sabia de ella, era que: venia de Bilbao a estudiar a Madrid por las faltas de plaza en su localidad y que no habia encontrado piso tan cerca de su zona universitaria.

-Si no es mucho molestar, ¿Qué fue lo que ocurrió?

-Cuando decidí venirme a Madrid a estudiar el me dijo que no me preocupara que estaría conmigo, aunque fuera a distancia, que el cuando pudiera vendría a verme, y si no yo subiría a Bilbao en las vacaciones que no seria mucho tiempo, solo hasta que el terminara sus estudios, que pudiera venirse aquí conmigo y buscaríamos un piso para alquilar, pero...

-¿Hubo algo que le hizo cambiar de opinión, tan repentinamente, cierto?.- El pregunto haciendo que ella aprovechara la pausa para beber un sorbo de su cerveza.

-De dos semanas para acá, todo cambio, su actitud cambio, su manera de pensar todo. Decía que como iba a aguantar tener una relación a distancia sin vernos, sin abrazarnos o sin besarnos. Y entonces después de mucho decirle todo lo que el me dijo antes de irme, caí, caí que aquello no era casualidad, y mi amiga hoy me lo confirmo, ya lo habia visto con alguien fuera de su centro universitario, ni una semana le duro el duelo por nuestra ruptura Jon.

Aquello que le estaba contando, se le hacia tan parecido a lo que el habia vivido con Paula, que no pudo hacer otra cosa que acompañarla en su noche de dolor, de cervezas y de pañuelos, lo que el hubiera querido que hubieran echo con el, lo que su hermana y su mejor amiga habían echo con el, llevárselo a las vegas para despejarse, y como el no podía hacer lo mismo con ella, por su clase al día siguiente, aunque estaba dudando a aquellas horas si estaría en condiciones de ir, por el nivel de alcohol ingerido que llevaba en sangre, aunque el ya le superaba a ella, ya que el venia de beberse al menos dos con la inspectora horas antes.

𝓔𝓵 𝓗𝓲𝓵𝓸 𝓡𝓸𝓳𝓸Where stories live. Discover now