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𝓐𝓮𝓻𝓸𝓹𝓾𝓮𝓻𝓽𝓸 𝓑𝓪𝓳𝓪𝓻𝓪𝓼 - 𝓜𝓪𝓭𝓻𝓲𝓭

Estaba de pie frente aquella cinta esperando ver pasar su maleta mientras no dejaba de pensar en sus últimos días con su hermana y su mejor amiga, habían sido días intensos, pero días que no se olvidarían tan fácilmente, en menos de setenta y dos horas había volado a las Vegas, se había casado vestido de Joker, que su matrimonio había sido tan intenso pero a la vez tan corto, y vacío que lo único que había conseguido era llenar un alcoholímetro hasta los limites, tan pronto llego el nuevo día el divorcio se pidieron. Y lo que mas le sorprendía de si mismo era la revolución que causo en sus redes con su look del Joker. Y por otro lado estaba aquella inspectora, aquella que había comenzado a seguir y haberla mandado un mensaje en las horas puntas donde el alcohol estaba haciéndole ser mas valiente.
Tan pronto vio pasar su maleta, la cogió de la cinta y colocándose su mochila atrás dejo el aeropuerto en busca de un taxi que le llevara nuevamente a su casa, aquella casa que había estado pensando tanto en volver. Había estado una buena temporada viviendo con su hermana en México mientras terminaba su trabajo de fotografías y grabaciones de anuncios allí, y el saber que volvía a su casa completamente solo por una aparte le gustaba, por que iba a tener un poco de intimidad, pero por otra el silencio y la soledad era algo de lo que se había olvidado en aquel tiempo que había estado allí.
Nada mas bajar del taxi y pagarle al taxista busco en su mochila las llaves de su casa, junto a su teléfono móvil, encendiéndolo recibiendo un montón de mensajes de su hermana y de su amiga por el grupo que los tres tenían en común para recibir noticias suya cuando pusiera pie en el suelo Español, pero como ellas ya habían intuido hasta que no pusiera pie en su casa no iba a contestar nada, y aumentándole un poco mas a sus sospechas hasta que no dejo las cosas en el suelo de su casa, deshizo a su manera el equipaje, y de dio una ducha para despejarse no dio señales de vida en aquel grupo, no sin antes pasarse por instagram revisando el mensaje que había recibido de la inspectora y que aun no se había atrevido a responder, no por miedo, si no por vergüenza a no saber que le iba a contestar ella.
Se tumbo en el sofá con una cerveza estirando sus pies colocándolos encima de la mesa, riéndose al escuchar su teléfono móvil como empezaba a sonar con una llamada entrante nada mas coloco sus pies ahí.

-Hola hermanita bella, prometo que acabo de llegar a mi casa, por eso no escribí nada en el grupo.- Se echo a reír nada mas escucho la negación de su hermana.

-No me mientas hermanito que te conozco, tu estas ya tumbado con los pies en la mesa y con una cerveza en la mano.-Jon miro hacia todas las esquinas de su techo asombrado mientras se preguntaba a si mismo como es que lo conocía tan bien, pero su hermana se le adelanto a eso.- Quieres dejar de mover tanto el móvil, y antes de contestar una llamada mira si es solo llamada o es una video llamada.

Jon aparto el móvil un poco mas antes de reírse al ver a su hermana sentada en un taburete de la cocina.- Estaba apunto de llamar a mama y decirla que te desheredara por acosadora.-Se echo a reír estirando su brazo para que ambos pudieran verse mejor.

-No se cuantas veces me habrá desheredado ya por tu culpa Jonny

-Pues esta vez va a ser la definitiva ya te dijo yo.-Le guiño el ojo dándole un trago a su cerveza-

-¿Que tal fue el viaje?, ¿No hubo problemas vez?.- Su hermana preguntaba nerviosa al gustarle tan poco aquellos viajes de tantas horas seguidas, y mucho menos después de su ultimo viaje con mas de 3 horas seguidas de turbulencias.

-El viaje estuvo muy bien, me la pase la gran parte dormido, después de la fiesta que me metieron ustedes dos, mi cuerpo ya no aguanta tanto alcohol.

-¿Hablo el que esta ahora mismo tumbado en el sofa con una cerveza en mano?.-Su hermana le miro levantando sus cejas.

-Esto es solo para refrescarme un poco, que hace calor.-Se echo a reír.-Estoy echando de menos ya México, y a ustedes dos panda de locas, no recordaba lo sola que estaba mi casa.

-Eso es por que debes de empezar a olvidar a esa odiosa, y encontrar a alguien que de verdad te haga feliz, y que comparta esa soledad de tu casa, haciendo que ya no haya mas soledad, que la soledad se esfume por la puerta.

-Tienes razón, me buscare una compañera de piso.-Hizo un gesto pensativo.

-Te aconseje de que buscaras una compañera de vida, una novia, una pareja no una roomie.- Su hermana puso los ojos en blanco.

-Pero a cambio de una pareja que no encontré, buscare una roomie, es mas ahora mismo voy a buscarla, preguntare, pondré un anuncio.

-Hermano, espero que tu casa no se llene de locas.

-Estas hablando con un hombre inteligente.-Le hizo ojitos a su hermana, dando por terminada una conversación que el mismo ya había decidido.

Poco después María se despidió de su hermano dando por concluida la conversación de aquella noche, era demasiado tarde para su hermano sabia perfectamente las horas de diferencia, y después de su viaje debería de encontrarse cansado, asique le dejo descansar, aunque ella sabia mas que nadie que es lo único que no haría ahora, descansar. Se pondría a buscar aquella compañera de piso como había mencionado antes.
Y así fue, no tardo en subir un anuncio a una red fiable de buscador de compañeros de piso, por las fotos que había subido, y por la ubicación que había proporcionado no tardo en tener varios mensajes en su teléfono móvil, de personas interesadas, sobretodo personas de edad media que trabajaba por la zona, pidiendo que haber si el precio podía ser un poco mas negociable.
Sabia e intuía a la perfección que si se animaba a hacer algo como eso, muchas personas le racanearían por una bajada de precio, aunque la que había pedido por la red de búsquedas no había sido nada cara por la ubicación, y mucho menos por la calidades de aquel piso que estaba completamente como recién comprado ya que había estado poco tiempo en el. Siempre se encontraba viajando por su trabajo y por las pocas ganas de verse solo en su casa, bebiendo cervezas hasta caer redondo en el sofa o en la cama. Sobretodo después de lo ocurrido con Paula, desde ahí es cuando mas fuerte le había dado a la bebida. 
Se encendió un cigarro mientras salía al balcón, aquella noche calurosa no sabia si se estaba mejor dentro de la vivienda, fuera no corría ni una gotita de viento, y si lo hacia era para mover de un lado a otro aun mas calor asfixiante. Abrió una nueva cerveza, tomando un buen trago a la vez que se acomodaba bien en la especie de hamaca que tenia allí, dándole una calada al cigarro mientras colocaba los pies en la pequeña mesa que estaba mas bien de decoración que de otra cosa. Cerro los ojos por unos segundos, pensando en lo que había pasado, en tan poco tiempo se había dado cuenta de tantas cosas, le habían abierto tanto los ojos, que ahora mismo estaba desilusionado con todo. Solo queria estar en su casa sin hacer nada, como estaba ahora mismo, con una cerveza en mano, y encendiendo un cigarro detrás de otro.
El sonido de una notificación de su móvil le hizo salir de sus pensamientos, dejando la cerveza a un lado sacándose el teléfono del bolsillo del pantalón, encendiéndolo con la huella dactilar mientras revisaba las notificaciones por encima, vio que una de ella era de la aplicación de búsquedas de compañeros, la abrió por curiosidad de quien estaban tan ansioso de encontrar un compañero de vivienda, a tan solo 15 minutos de haber subido el comunicado.
Se asombro aun mas cuando leyó del porque del interés, era una jovencita que empezaba sus estudios en la universidad, y no había tenido oportunidad de entrar en universidades cerca de Euskadi que tuvo que irse hasta a Madrid para pedir plaza, y al ser apta tuvo que empezar a buscar. Y su lado blando salió a la luz en esos momentos, escribiéndole un mensaje al teléfono de contacto que había puesto, le dejo un mensaje de que había leído su solicitud de interés y que podía pasarse por la ubicación marcada el día que le viniera bien, para hablar y para que conociera el piso por si le terminaba de convencer.
No tardo mucho en ver la hora que era, y al ver que se le había echo bastante tarde se fue directamente a la cama, ya había sido un día bastante largo, y el día que le seguía aun seria mas largo que el que acababa de pasar. Nada mas para empezar debía de empezar por lavar todo lo que traía en su maleta, y podía o mas bien estaba en pensamiento de pedirle ayuda a su madre, pero sabiendo que luego tendría que explicarle muchas cosas de ese viaje, y mas de otra contadas a la manera de su hermana, prefería abstenerse a aquella conversación por lo menos por lo menos en ese momento.
No pensó que los días de mantenerse ocupado se extenderían tanto, pero lo hicieron, desde que aterrizo había estado los cuatro días siguientes ocupado, entre en su casa, la compra, la ropa, en establecer contacto con aquella niña paisana suya que ya había conseguido saber su nombre, Amaia. Cuando puso el anuncio en la plataforma de búsquedas de compañeros de piso, nunca había pensado que aquello iba a ser tan rápido, y mucho menos que aquella niñita tan hermosa de veinte años iba a estar dejando sus maletas en la habitación continua. Se la había imaginado de tantas formas pero nunca como era realmente. Amaia parecía mas mayor de lo que era con sus ojitos claros, que se podía observar su plena juventud en ellos con el brillo que desprendía de ellos. Su figura la delataba que o hacia dieta, era adicta al deporte o era de las típicas personas que todo lo que comía lo eliminaba con su actividad por que tenia una figura completamente fina. Pero lo que mas le gusto de ella era su actitud completamente tranquila, tanto en la manera de hablar como en la manera de moverse por su hogar. Desde que había vuelto de México no le había dado tiempo a sentirse solo, porque no había parado de hacer cosas, y solo había llegado a su casa a dormir, pero en cambio con ella sabia que no iba a volver a sentirse solo por que al menos iba a tener a alguien para compartir unas cervezas o una conversación.

-¿Como dormiste?, ¿descansaste?, ¿te sentiste cómoda con ese colchón?.-Jon volvió a meter el tarro del café en el mueble después de haberlo echado en la cafetera.

-Si, si no te preocupes todo esta bastante bien y cómodo, de verdad te vuelvo agradecer por haberme dado la oportunidad de compartir tu casa, era la mas cerca de la universidad que había encontrado, y la verdad que me hubiera dado igual incluso si el precio hubiera estado mas elevado, con todo lo que me voy a ahorrar en transporte.- Amaia se acerco a la cocina, donde estaba Jon.

-Y nunca hubiera elegido mejor, mira que no necesite ni una foto para conocerte, con la historia ya sabia que debía de darte la oportunidad.- Se acerco a la otra parte del mueble para sacar tazas.- ¿Te apetece café para desayunar?, ¿o desayunaras en la universidad?

-No gracias, no me gusta el café, prefiero tomar leche con alguna galleta, ¿tienes?

-Cuando vuelvas de la universidad tendremos que acercarnos al supermercado y llenaremos la despensa de alimentos que también te guste.-Se rio un poco echando el café en el su taza, para luego acercarse al mueble del por si acaso.- Este es mi mueble del por si acaso, por si acaso me entra hambre, del por si acaso se me antoja.-Volvió a reír cogiendo una caja de galletas entregándosela a Amaia.

-Ese es el peor mueble de tu cocina, ¿verdad?.- Los dos empezaron a reír.

-Si es el armario de la tentación.- Volvió a cerrarlo cogiendo su café y sentándose en la mesa de la cocina.- En la nevera tienes leche, es sin lactosa por que mi hermana es la que toma en México y ya me acostumbre a comprarla para mi también, espero que no te importe mucho.

-Yo prefiero la de soja pero esta bien, no me importa mucho la sin lactosa.

Jon compartió su primer desayuno acompañado de risas después de mucho tiempo con una chica que no fuera de su familia, y le había gustado, el sentido de humor de aquella niña. Empezaron hasta a haber una lista de todo lo que iban a comprar en la tarde, hasta le había prometido que le pintaría la habitación del color que mas le motivara para estudiar y con el color que ella se sintiera mas cómoda. No había pintado su casa desde que se había metido a vivir allí, y no porque no tuviera tiempo, si no por pereza y por que el veía el color estaba bien. Y como no había tenido al lado una mujer que le obligara o le insistiera a pintar, no lo había vuelto a hacer hasta ahora, que le pintaría la habitación a ella, y le quitaría aquel papel que en las esquinas se veía un poco mas desgastado.
Mientras Amaia estaba en clases el se entretuvo en contestar sus correos electrónicos y planear las nuevas fotografías y viajes que Antonia le había estado planificando. Antonia era como el llamaba a su compañero de viajes, al que le llevaba la agenda, al que le buscaba todos y cada uno de sus sesiones fotográficas, a los eventos que debía asistir y búscala las series que mejor le venia a el, era como su mano mas derecha, su amigo en el mundo de la televisión.
Ordeno también la cocina dejando huecos en la compra que harían a su vuelta, dejándole un lado en la nevera, y en los cajones de las estanterías por si le gustaba otros productos de cereales, o cualquier otra cosa.
Cuando llego la tarde, la dejo un tiempo para que dejara sus cosas de la universidad y se diera un baño si lo necesitaba, o descansara, por si había llegado cansada, para salir con ella de comparas.
Pasaron primero por la compra al supermercado, aquella hora era la perfecta no era ni muy pronto, ni muy tarde, la hora perfecta para no pillar la cola de las cajeras, ni a las señoras mayor cotilleando en la zona de los embutidos, que eran donde mas se perdía el tiempo.
Por suerte los gustos alimenticios casi eran los mismo, a la excepción que ella era mas tirando al lado vegetariano que Jon, que a el le gustaba mas comer todo tipo de carnes y mas pescados que a Amaia, que tenia ese menú un poco mas reducido.
El se extraño un poco cuando ella le comento que no le gustaba la carne, ya que en Bilbao había una carne muy buena, e hizo lo mismo cuando le hablo de la zona donde ella vivía y el sabia lo rico que estaba el pescado por allí y tampoco le gustaba toda la variedad del pescado solo uno y dos y eran mas tipo moluscos o marisco mas que pescado en si.
Al dejar la compra en casa, y ordenarla toda en su lugar, sabiendo ella en el lugar que lo habían guardado, sobre todo los productos de comidas mas chatarras, como las patatas de bolsa, la crema de cacao, o las golosinas, junto a los helados que habían comprado, igual que no podía haber faltado las latas de cerveza, aquel producto había sido los que mas habían comprado, ya que a ambos le gustaban, lo único que las de ella eran mas acompañadas por fanta de limón, por que tampoco le gustaban tan fuerte, igual que no le gustaba el vino.

-Nunca he conocido a una Vasca que no le guste el vino, ni la carne, ni el pescado de verdad.- Jon bajo del coche aun riéndose.

-Tu síguete riendo de mi, veras .-Ella bajo del coche también reuniéndose con el para ir en busca de la tienda de pintura.-Que te voy a preparar un buen plato vegetariano 

-Quita, quita a mi dame mejor un buen chuletón.-Este le guiño el ojo, para luego observar las calles para saber mas o menos donde debían de ir para ir a la tienda, sin dar muchas vueltas.

El sentido de humor que tenia ella, le gustaba, le gustaba que era igual que el, se reían por cualquier cosa y eso le gustaba, saber que la convivencia iba a ser bastante buena, que no iban a tener mal rollo. 
Entraron en la tienda de pintura, a aquella hora no parecía que nadie tenia por la mente ponerse a pintar su casa, era su momento de aprovechar de mirar tranquilamente, y de hacerle sacar todos los muestrarios que tenia en la tienda. Y allí se encontraban los dos mirando colores, riéndose de como ella se imaginaba que quedaría en la habitación, o mas bien como se vería el todo pintado, mientras pintaba.
Mientras ellos estaban eligiendo colores e tonteando en la tienda, de una pintura a la otra, la tienda se había llenado sin ellos darse cuenta, y es que hasta una pareja de edad avanzada ya habían hasta dedicado algo que ellos después de tres muestrarios y muchas risas aun no habían echo. Pero fue ahí cuando se sorprendió cuando sus ojos se clavaron en dos mujeres, la cual una de ella era lo bastante conocida para el. No podía ser era ella, la inspectora que tanto le había llamado la atención, la que había visto en videos aquel día en las vegas, la que mientras tenia en vena mas de el setenta porciento de alcohol la había mandado un mensaje por instagram y la había agregado de mas. Estaba escuchando como su compañera de piso le hablaba tan lejos, pero es que no podía dejar de observarla tanto que cuando creyó que se había dado cuenta de que la había estado observando cambio su visión por la de su compañera riéndose como si la hubiera estado prestando atención.
Todo el tiempo que estuvo allí dentro no podía dejar de mirarla, era tan guapa así al natural sin el uniforme del trabajo como la había visto en aquel video, había dejado de prestarle atención al color de pinturas, a la conversación que le estaba dando su compañera como si en aquel momento solo ella importara, ella y su movimiento de pelo, y sus aspavientos de manos mientras hablaba con su amiga. Hasta que no se fue no pudo dejar de mirarla, sabia perfectamente que ella se había dado cuenta, que la había observado, lo sabia y lo intuía, pero sobretodo fue por que la había escuchado hablar con su amiga de que se estaba sintiendo observada, por mucho que lo había estado disimulando lo había echo muy mal y la atracción que ella le había regalado desde que la había visto por video era aun mas fuerte en aquel pequeño espacio dentro de aquel local de pintura.
Al llegar a su casa y dejar en un lado de la puerta la lata de pintura, no dudo en sentarse en la terraza aprovechando que su compañera había ido a su habitación a pasar a limpio los apuntes, para el escribirle, o mas bien contestar aquel mensaje que no había tenido valor de contestar hasta aquel momento, y que si no hacia en ese momento, no lo iba a hacer nunca.

   Instagram Raquel Murillo

> Se que te va a extrañar este mensaje. Pero tenías razón al decirle a tu amiga que te sentías observada, lo siento pero no pude evitar observarte, al ver que eras tu.
PD. Si quieres puedo ser tú pintor 😉

Las manos le temblaban nada mas darle a enviar aquel mensaje, no sabia si tenia que haberle dicho aquello, se sentía en esos momentos como un psicópata que la había estado espiando, se sentía como aquella serie de Netflix donde un librero espía a una chica que le gusta hasta conocer toda su vida e hace todo lo imposible para tenerla junto a el. No sabia como iba a ser su contestación, pero estuvo entrando y saliendo de su chat varias veces con la intención de borrar el mensaje, hasta que de una vez se decido de borrarlo, para enviarle uno mas decente, pero cuando entro por ultima vez sus manos comenzaron a temblar de verdad cuando un "visto" salió en la parte inferior derecha de su móvil salió de la nada, y un "escribiendo..." fue mas que visible para sus ojos dejándole completamente nervioso a la espera de una contestación que en su cabeza solo podía pensar una respuesta, y era que estaba incumpliendo mas de una ley, y iba a pasar a ser de seguidor a bloqueado, no sabia que podía pasar de verdad después de ese mensaje que ahora mismo se estaba arrepintiendo de no haber escrito de otra que no sonara de aquella manera.
























𝓔𝓵 𝓗𝓲𝓵𝓸 𝓡𝓸𝓳𝓸Where stories live. Discover now