• Capitulo 11 •

533 84 8
                                    

BRIGHT

Al entrar al lugar nos dirigimos rápidamente a un cuarto para que me vistieran y poder "entregarme" como un "alma pura" y "virgen" para Satán, mientras Mike me ayudaba a ponerme una túnica negra, Gunsmile ya había dado aviso a los demás para que estuvieran listos en el momento de la emboscada, en realidad no estaba demasiado nervioso porque sabia que en realidad no me iban a brindar como sacrificio. Al terminar de vestirme salimos del cuarto y fuimos al patio de hace rato

Esta vez en el patio ya habían bastantes personas con túnicas negras y con el rostro cubierto con máscaras un tanto extrañas, cuando notaron nuestra presencia se dirigieron a nosotros sin decir nada, se miraron entre si y me tomaron de las manos para dirigirme hacia aquel circulo extraño y acostarme en el centro. Antes, el patio que estaba inundado de voces ahora estaba aterradoramente callado, en ese momento empecé a sentirme un tanto incómodo y asustado, la energía del lugar se sentía bastante pesada

Las personas se agarraron de las manos mientras recitaban una frase en un idioma que no tengo ni idea de cuál sería. Después de que ellos terminaran de "rezar" lo que parecía ser un hombre, ya que por la túnica no veía bien la forma de su cuerpo, se acercó a mi y tocó mi cabeza, en ese momento cruzamos miradas y un escalofrío recorrió mi espina dorsal ¿Win?

Mierda era Win, ¿Cómo puede ser que se aprendiera la oración y que aparte ¿como no lo ofrecieron de sacrificio a el si se ve muchísimo más puro e inocente que yo? Dejé de pensar en eso y más bien me puse a analizar cual iba a ser su siguiente movimiento, el cual no esperé que fuera agarrar una daga y casi enterrarla en mi pecho si no fuera porque Samantha dijo ¡ALTO AHÍ MANOS ARRIBA PERRAS!

En ese  mismo instante me levanté lo más rápido que pude para inmovilizar  a las personas de la secta y que lograramos nuestro cometido. Lo siguiente pasó muy rápido

Uno de los integrantes de la secta sacó una daga de no se donde e intentaba apuñalar a Win, en realidad nunca pensé que gente de una secta supiera pelear y esquivar de tal manera que logró hacerle una herida en el abdomen

Apenas escuché el gemido de dolor de Win fui corriendo hacia el para atenderlo, cuando Joss se dió cuenta de que habían herido a Win me gritó que lo llevara adentro de la casa ya que allí no había nadie y que lo curara obviamente lo hice sin poner un pero de por medio y lo cargué al estilo princesa para adentrarnos rápido a la casa, en realidad Win no pesaba nada

Al entrar lo puse en un sillón y me fuí a buscar algunos elementos necesarios para poder curarlo bien y que no se le fuera a infectar la herida, no me fue difícil encontrar las cosas que necesitaba ya que estas personas utilizan alcoholes, algodones y demás para poder hacer sus rituales. Me acerqué rápidamente a Win quien tenía una expresión de dolor e incomodidad en el rostro pero eso en el momento no me importó, quité su túnica lentamente para después proceder a desabotonar su camisa negra, pero Win me miró con una expresión indescifrable para mi y puso una mano en las mías que estaban sobre su camisa mientras negaba con sus ojos un tanto llorosos

- N-No lo hagas, yo puedo hacerlo, s-solo vete por favor

- Claro que no voy a ir, yo voy a hacerlo por ti no te preocupes, estás herido obviamente no vas a poder hacerlo bien solo

En ese momento Win me miró con angustia mientras intentaba volver a abotonar su camisa, pero yo agarré sus manos y lo miré fijamente, en ese momento me decidí y abrí su camisa, Miré aterrado su torso y brazos desnudos

No lo podía creer, ¿Qué mierda? Aparte de la herida en su abdomen tenía demasiados hematomas, algunos grandes y otros un poco más pequeños. Subí mi mirada hacia su rostro mientras el empezaba a hipar y desviaba su mirada, lo agarre de la barbilla mientras secaba sus lágrimas

- ¿Quién te hizo esto?, ¿Quién tiene tantos deseos de dañarte?

Win no respondió solo negaba repetidamente e intentaba controlar su llanto pero no podía, su herida comenzó a sangrar más así que decidí no presionarlo a que me contara lo que le pasaba y más bien lo recosté mientras curaba su herida y lo calmaba cantando bajito una canción

• Te odio • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora