La vida de Lincoln Loud no podía estar más tranquila... y aburrida al mismo tiempo: un trabajo en su propio restaurante y mucho tiempo libre alejado de su familia desde mucho tiempo, . . . pero esa calma se verá interrumpida cuando una serie de "env...
La noche caía en la ciudad y otra día laboral había concluido, todas las persona ya iban de regreso a sus hogares, el mismo caso era para Lincoln y Terry quienes iban montanto en la moto del albino para finalmente llegar y tomar un merecido descanso.
—Me sorprende que me hayas dejado manejar a mi. —dijo Lincoln. —Pensé que querias conducir para poder ir a toda velocidad.
—Bueno, creo que ya e manejado suficiente estos días ... además, ir aquí atras tampoco es tan malo. —dijo Terry mientras sujetaba fuertemente a Lincoln con un abrazo apropósito para que sintiera sus pechos en su espalda.
—S-Sabes, no hace falta que te sujetes muy fuerte, n-no estoy llendo muy rápido. —dijo algo incómodo al albino.
—¿Qué pasa?, ¿acaso te molesta que te abrace? —dijo la chica empezando a restregarse sobre el pobre albino.
—N-no exactamente, simplemente, no aprietes muy fuerte. —dijo sonrojado.
—Jajajaja, si que es divertido jugar contigo "papá".
—Pues espero que lo aproveches "hija", porque en cualquier momento puede llegar alguien más a la casa y talvez y no tengamos el mismo tiempo juntos. —dijo en tono burlo, a lo que Terry solo abrió sus ojos como platos al no contemplar ese escenario. —Aunque no creo que seas de esas chicas celosas, ¿verdad?
—No ... claro que no. —dijo en un tono serio.
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Después de un tranquilo viaje ambos habían llegado a la casa, y lo primero que pudieron notar al estacionarse y bajar de la mato, fue una caja de madera muy similar a la que vino Terry, y eso solo puede significar una cosa.
—Oh ho, supongo que la nueva llegó antes de lo planeado. —dijo Terry observando la caja.
—¿Realmente todas llegaran en una caja?, que les cuesta pagar un viaje y traerlas personalmente. —dijo Lincoln sosprendido por la nueva caja.
—Bueno ... ¿la abrimos para conocer al nuevo inquilino?
—Si, deja que vaya a buscar la palanca para abrirla.
Ni bien Lincoln abrió la puerta para buscar la palanca, un fuerte golpe se escucho dentro de la caja asustando a los dos. Rapidamente otro golpe hizo presencia, con la diferencia de que este fue capaz de tirar una parte de la caja, y de esta salió una joven algo más baja que Terry pero con un largo cabello anaranjado, ropa de invierno y una cara de pocos amigos.
—Ammm ... ¿Hola? —saludo Lincoln sin saber que hacer.
— ... ¿Tu eres Lincoln Loud? —preguntó la chica con un notorio acento Ruso.
—Si, ese soy yo, ¿y tu eres?
— ... Tsk ... Me llamo Laika.
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