Liam estaba recostado en su cama con el celular mientras veía alguna red social hasta que le llego un mensaje de lydia.
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El rubio bajo corriendo las escaleras y teniendo algún que otro tropezón en el camino.
- Lyds, hola - hablo un poco agitado cuando llego a la puerta.
- Hola cariño - dejo un suave beso en la mejilla del menor.
- Disculpa otra vez por n-.
- Toma - lo interrumpio la mujer mientras le extendia muchas bolsas de lo que parecian ser ropa, el beta agarro estas con evidente confusión.
- ¿Y esto es...?.
- Pues ropa - rodó los ojos mientras observaba su nueva manicura.
- Si, lo se, pero me refiero a porque me das ropa.
- Oh, eso, fácil, la otra vez que vinimos aquí con las chicas entre a tu habitación y vi tu mal gusto por la elección de atuendos por lo que decidi ser una buena amiga y ayudarte con eso.
- Lydia qu- - lo volvió a interrumpir.
- Ni se te ocurra, vas a aceptar todo lo que te di, vas a subir para probartela y me vas a mandar foto de cada maldita cosa que te pongas - dijo demandante y apuntándole con el dedo, liam solo pudo asentir ante lo dicho - Genial, dame un beso así me voy - dunbar rodó los ojos pero aun así lo hizo, deposito un beso en la mejilla izquierda de la pelirroja.
- Adios corazón, nos vemos - le lanzo un beso.
- Adios lydia, nos vemos - la saludo levemente con la mano mientras observaba como esta se subia a su automóvil y se alejaba.
El hombre lobo cerro completamente la puerta, miro las bolsas mientras resoplaba haciendo que un mechón propio se moviera, agarro todo lo que su amiga le había traído en ambos brazos para luego subir hasta su habitación.
Entro en esta y cerró la puerta para asi si se estaba cambiando nadie lo vería en ropa interior.
Empezo por una remera simple roja y unos jeans negros ajustados, le gusto mucho, más que nada porque los pantalones marcaban bien sus muslos.
Otro era un jogging gris claro y una remera negra ancha de Pink Floyd, agradecia que dentro de todo la chica hubiera respetado sus gustos y no le hubiera traído cualquier cosa.
Paso de ese atuendo a uno más para salir, era una polera negra ajustada y un pantalón de traje a cuadros gris con unos zapatos negros
La penúltima que se probo fue una remera blanca lisa y un short deportivo negro que le quedaba un poco por arriba de las rodillas acompañado de unas zapatillas deportivas blancas y negras, más un buzo negro con detalles azules, estaba por sacarse todo cuando recordó la dichosa foto que lydia le reclamo antes de irse de su hogar, agradecia no haberse olvidado de tomar ninguna foto de sus anteriores prendas usadas.
Ya solo le quedaba una sola bolsa, era de color blanco con detalles negros y rosas, jamas había visto ese tipo de bolsas, no le tomo mucha importancia asi que solamente la abrió sin saber lo que esta contenia dentro.
También habia ropa, solo que no la ropa que el imagino usar... nunca.
En esta bolsa se podía encontrar dos faldas, una celeste y otra negra, ambas de pliege, en esta también habia una remera ancha blanca.
Liam quedo boquiabierto, no sabia si se había confundido lydia y había puesto cosas que se compro para ella y se las dio a el pero sabia que la ojiverde siempre revisaba las cosas antes de darlas y siempre tenia todo separado por lo tanto esto era para el.
Pensó un rato en si ponérselas o no, no es que tuviera masculinidad frágil, si no era por el hecho de que no sabia si le fueran a quedar o si le gustaba como estas le quedarían.
Unos minutos después decidió ponérselas, no perdía nada en intentarlo.
Empezo poniendose la remera blanca y luego la falda negra, fue la que más le llamo la atención, cuando ya se la había colocado y acomodado se miro en el espejo y, demonios, le quedaba excelente, hacia relucir sus muslos mientras le formaba su cintura.
Estaba tan concentrado dando vueltas, media vueltas, admirando como le quedaba la falda que no escucho la puerta de su casa abrirse, ni los pasos que subían por la escalera, recién noto que había alguien más en la casa cuando esta persona hablo.
- ¿Li?, ¿bebe estas en cas...? - theo tenia una mano en la manija de la puerta mientras que su cara reflejaba notoria sorpresa, tenia sus labios ligeramente separados y sus ojos abiertos de par en par, mientras que liam tenía ambas manos en el final de la falda, sus ojos abiertos por la inesperada llegada de su novio, reflejaba obvio pánico, vergüenza y impotentes ganas de llorar, las cuales no sabia porque las tenia.
Dunbar apenas reacciono caminó a pasó acelerado hasta el ojiverde, lo empujó ferozmente hacia afuera de la habitación y cerró la puerta, el castaño tardó en asimilar lo que había pasado, cuándo lo hizo habló.
- Liam, amor, ábreme porfavor - sumplico theo mientras los ojos azules de liam se llenaban de agua.
- Vamos bebe, déjame pasar - insistió theo - Li... estas hermoso - Liam se sonrojo y sus latidos se aceleraron, theo sonrio de lado por eso - Bebe estas jodidamente hermoso, me quede así porque no esperaba verte de esa manera, no porque me disgustara lo que veía, te puedo asegurar que lo último que sentiría al verte así vestido es disgusto - los latidos de liam eran errados - Ábreme bonito - dijo finalmente.
Liam intento calmar sus latidos, al volver a su ritmo medianamente normal abrió la puerta para que su novio pasara, theo observó descaradamente a liam con una sonrisa de lado.
Camino hasta estar frente a frente al ojiazul, lo tomo posesivamente, sin hacerle daño, por la cintura mientras que las acariciaba, llevo una de sus manos a la cara del beta para sacarle algunas lágrimas que había derramado, cuando seco todas volvió su mano hacia la cintura de este, por otro lado el rubio coloco sus manos en el pecho de raeken mientras jugaba con el roce de sus narices.
- Te ves malditamente sexy - le dijo la quimera.
- Callate y besame raeken - demando jugetonamente el rubio.
Theo como buen novio obedeció a la orden de su chico y lo beso, era un beso tranquilo pero al mismo tiempo caliente, ambos recorrían en cuerpo del otro con sus manos, nada sexual, simplemente era algo que les gustaba hacer mientras se besaban.
Theo levanto a liam y este aferro sus piernas en la cintura del castaño, este se dirigió hasta la cama del rubio para seguir sus beso, estuvieron así toda la tarde, theo diciendole lo sexy que era liam, este pidiéndole que lo bese y la quimera obedeciendo.
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