Moralidad

Capítulo 4: Cuenta falsa

Brandon observó el dibujo plasmado en su cuaderno, terminando de perfeccionar los detalles de las flores en las mangas del vestido. Después, alejó el cuaderno de su rostro y lo sostuvo mientras lo analizaba, intentando imaginar qué color le pondría en cuanto llegara a casa.

"Creo que se vería bien de rojo, ¿no crees, Lía?" giró su cabeza en dirección a Lía, su yegua frisón quien parecía estar en el quinto nivel de sueño. Brandon frunció sus labios juntos y se estiró para acariciar la pancita de su yegua, con cuidado de no moverse demasiado y molestarla "Está bien, no es como si pudieras ver el color rojo, de todos modos"

Volvió su atención hacia su cuaderno, cruzando sus piernas sobre es césped para poder apoyarlo sobre estas. Era un buen dibujo, estaba satisfecho, y aunque esta vez le había tomado más de tres días terminarlo, se sentía a gusto con el resultado. Fue todo lo que tuvo en mente desde un principio.

Se devolvió una página y contempló la falda de cuadros que había diseñado la semana pasada, la que le había enseñado a Margot y quien se había enamorado a primera vista, tanto así que fotocopió su dibujo y lo llevó a su diseñador favorito. Una sonrisa se deslizó sobre sus labios cuando recordó la decena de fotos que Margot le envió utilizando su nueva falda.

Había empezado a dibujar prendas de vestir como un simple pasatiempo, algo para quitarse la rasquiña de querer dibujar, pero antes de siquiera darse cuenta, había llenado casi totalmente su cuaderno con distintos diseños; había dibujado desde abrigos con peluche hasta elegantes lencerías. A algunos de sus dibujos les había llegado a aplicar color, otros simplemente se quedaron como bocetos y otros hasta habían terminado en el closet de Margot. A este punto, Brandon no podía negar lo obvio, desde muy joven le atrajo la industria de la moda, si hubiera crecido en un entorno más liberal, su closet estaría lleno de prendas de distintos colores y estilos. Se divertiría muchísimo combinando su ropa, sabía que enloquecería tan solo eligiendo un outfit para ir a al centro comercial.

Pero, como cada aspecto en su vida, su mejor amiga era la única que tenía conocimiento sobre su gusto por la moda, Brandon nunca podría comentárselo a su padre sin terminar recibiendo un monólogo sobre las profesiones a las que absolutamente todos los varones Peirce se habían dedicado durante décadas. Claramente el diseño de modas no estaba en el historial profesional de su familia.

Michael no lo obligaría nunca a seguir su camino por la política, por suerte, sin embargo, siempre había cierto límite cuando tocaban el tema; como una correa invisible alrededor de su cuello que le permitía caminar y explorar, brindándole una ligera sensación de libertad, pero que—al final del día—le impediría ir más lejos de lo que debía.

Cerró su cuaderno y se levantó, recogiendo su casco y botas, el césped se sintió cálido contra la tela de sus calcetines cuando caminó hasta Lía, quien seguía profundamente dormida. Se agachó y acarició su pelaje una última vez.

"Nos vemos el viernes, Lía, pórtate bien" dijo en voz baja, antes de enderezarse y encaminarse hacia la salida del establo.

Cuando se quitó el uniforme y volvió a su ropa normal, le envió un mensaje de texto a Felipe, su chófer, avisándole que podía venir a buscarlo. En su paso por la aplicación, se dio cuenta de que tenía un mensaje de Margot, así que entró a su chat de inmediato.

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