Once

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—Hablaré con Yeonjun hyung. No es normal que rechace a Beomgyu hyung, debe de existir una buena razón sobre el porqué lo hace.

HueningKai caminaba como animal enjaulado por todo el salón mientras tenía su dedo índice sobre su barbilla, con todo el club puesta su atención sobre él.

—¿Por qué crees que hay una razón?.

—¿Por qué quién en su sano juicio rechazaría a Beomgyu hyung?— ironizó —Exacto, nadie. Mi papi es demasiado hermoso.

—¿No has pensado en que quizá Yeonjun no es gay?— inquirió Yeri en tono curioso.

—¡Jamás!— el shipper alzó su voz —Ésa cuestión no existe en mi vocabulario— puchereó, acercándose con prisa a la pizarra, dónde estaban cientos de fotografías del Yeongyu ocupando todo el espacio —¡Es que mírenlos! ¿No ven como se aman?— habló melancólico, observando cada una de las miradas que ambos mejores amigos se dirigían —Hay amor, yo lo sé.

Taehyun suspiró y asintió, tratando de cambiar de tema antes de que Kai quisiera meterse ésas fotografías hasta por los ojos.

—Bien ¿Y si sí existe una razón? ¿Qué harás?.

—Mi plan B— respondió seguro.

—¿De qué trata ése plan?— Ryujin preguntó confundida —Aún no nos has dicho nada.

HueningKai volteó sonriente y negó.

—Primero tengo que cerciorarme de que Yeonjun hyung tiene una buena razón sobre su comportamiento. Y una vez que lo haga, les diré todo el plan.

Todos sabían que se estaban arriesgando demasiado (incluído el mismo Kai), pues solo podrían haber dos opciones al realizar un último intento por su shipp.

O hacían que Yeonjun y Beomgyu terminarán juntos, o hacían que terminarán alejados para siempre. Y obviamente todos esperaban que la primera sea la exitosa. Aunque ya no tenían mucha fé en ello.










El castaño se escondió detrás del muro que daba una perfecta vista hacia los casilleros, notando como Yeonjun se iba acercando al suyo para acomodar sus libros. Era una suerte que Beomgyu no estuviera a su lado, así que debía aprovecharlo.

Dando pequeños saltitos, se apresuró en llegar al lado del peliazul, antes de que éste decidiera tomar un camino diferente.

—¡Hyung!— saludó enérgico.

Yeonjun ni se inmutó y solo le sonrió cariñoso.

—Oh, hola bebé ¿Qué sucede?.

—Necesito hablar contigo en privado— respondió en voz baja, comenzando a sentir sus piernas nerviosas —Es de suma importancia.

—¿Eh?— el peliazul enarcó una ceja de forma curiosa, pero al ver cómo HueningKai jugaba con sus dedos torpemente, accedió, no podía negarle nada —De acuerdo ¿En dónde quieres hablar?.

—¡Yo te llevo!— el shipper tomó el brazo del mayor con algo de fuerza y lo arrastró consigo —¡Vamos hyung!.

Todos los alumnos del instituto pudieron presenciar como Choi y Huening corrían por todo el lugar tomados de las manos. Algunos se sorprendieron, otros se asustaron y otros simplemente los ignoraron. Ya les había quedado claro que no existía ningún interés romántico entre ellos. ¿El por qué siempre hacían cosas que se prestaban a malinterpretación? Bueno, éso aún no lo tenían claro.

Los dos amigos cruzaron la cafetería hasta llegar a un viejo árbol de roble que les dió la bienvenida.

—¡Listo!— HueningKai soltó la mano del peliazul y tomó asiento sobre el suelo, con su cuerpo siendo capturado por la gran sombra que el roble ofrecía —Aquí podemos hablar.

Yeongyu's Shipper [Yeongyu] CompletaWhere stories live. Discover now