Yeongyu's Shipper [Yeongyu] Completa

Seis

—Soobin, te necesito dentro.

—¿Eh?— el mencionado balbuceó fuertemente sonrojado.

HueningKai asintió decidido y lo encaró directamente.

—Sí, te necesito dentro de mi club.

—Aahh— murmuró, sonrojándose aún más por la estúpidez que había pensado.

"Que idiota soy" se dijo mentalmente.

—¿Sí?— brincó alegre —Anda, dí que sí. Te necesitamos.

—Kai— el pelimorado hizo una mueca —Ya te había dicho que no estaba interesado en pertenecer a tu club de shippers.

—Pero es que tengo un plan— HueningKai juntó ambas manos en forma de suplica —Y tú eres perfecto para ello. Por favor. Hazlo por mi Yeongyu.

—¿Por tu Yeongyu?.

—Así es, o por cualquier otra cosa pero hazlo.

Soobin estaba apunto de negar con firmeza, jamás entraría a ése club. Pero su vista fué atrapada por Park Jisung, que se localizaba a unos metros de ambos y hablaba alegremente con Na Jaemin. No se lo olvidaba lo que Yeonjun le había comentado ésa misma mañana.

"Soobin, Park Jisung invitó a Kai a salir, hermano yo que tú, cuidaba a mi pasiva. Recuerda, un ojo al gato y otro al garabato".

—Bien— murmuró ceñudo —Lo haré, entraré a tu club del Yeongyu.

—¡Yei!— HueningKai iba a abrazar a su mejor amigo, pero fué detenido por éste.

—Tengo una condición— observó al más bajo intensamente.

—Bien, dímela. No le tengo miedo al éxito.

—Entraré solo si me prometes que no aceptarás ninguna cita por parte de Park Jisung— demandó seriamente.

—¿Eh?— Kai ladeó su cabeza en gesto confundido.

Pero el pelimorado simplemente encogió sus hombros y volvió a asentir.

—Ésa es mi condición— remarcó.

—De acuerdo— el shipper murmuró extrañado pero pronto sonrió en grande, restándole importancia.

No entendía porque Soobin le había pedido algo así, pero lo haría con tal de que se uniera a su club.

—¡Ahora vamos!— tomó el brazo del alto con fuerza y lo arrastró consigo —Necesitamos ir al club. ¡Hoy es día de junta!.

—Pero, creo que no deberías de hacerlo frente a todos.

—¿Por qué?.

—Porque las personas pueden malinterpretarlo. Distorsionan la realidad en sus mentes que comienzan a imaginar cosas que no son. Es frustrante.

—¿A tí te molesta?.

Beomgyu apretó fuertemente el cuadro de osito contra su pecho (que el peliazul le había regalado momentos antes), y miró directamente a su mejor amigo.

—No— murmuró —No me molesta.

—¿Entonces?— Yeonjun sonrió alegre —No entiendo porque me dices éso.

—Tu me dijiste algo— replicó —Me lo dejaste en claro hace dos meses, el hecho de que lo hagas como si no pasará nada me taladra la cabeza de una forma tan impresionante que no serías capaz de comprenderla nunca.

—Cariño— Yeonjun trató de acercarse al rubio, pero Beomgyu se apartó rápidamente, colocando una distancia considerable entre ambos.

La mirada apagada y triste de Beomgyu era como una tortura para los ojos del peliazul, quién jamás ha soportado ver a su mejor amigo en una condición deplorable. Más si él es la causa de ello.