Capítulo 35: Gracias, frutas.

3.3K 303 41
                                    

A la mañana siguiente te despertó el afectuaoso manotazo que (mejor amiga) había dejado caer de su cama. Instintivamente llevaste tus manos a tu nariz, la zona golpeada, intentando aliviar el dolor. Tu amiga, cuariosamente, seguía dormida a pesar de que la estabas fulminando con la mirada. Suspiraste y te levantaste para coger tu móvil. Notaste dos cosas al verlo: primera, eran las diez de la mañana; y segunda, tenías un mensaje de Law.

Abriste el mensaje sin leer mientras te sentabas de nuevo en la cama, asegurándote de que (mejor amiga) no estaba mirando sobre tu hombro.

'(Tu nombre), ¿dónde estás? He ido a tu casa pero ni rastro de tí ni de tu madre. Por favor, si lees este mensaje contéstame'

Sonreiste sin darte cuenta por su cariño. En el fondo actuaba como un novio de verdad, preocupándose por tí. Sin perder tiempo le respondiste.

'Lo siento. Me quedé a dormir en casa de (mejor amiga). ¿Querías decirme algo?' Tardó un rato, pero por fin contestó.

'Sorpresa. No tengas prisa, pero estaré esperándote en tu casa' Suspiraste. Misterioso como siempre... Cogiste la almohada de tu cama y te levantaste de la cama para devolver a tu amiga del alma el regalo de buenos días.

"Despierta, despierta, despierta, despierta..." Por cada vez que lo decías acompañaba un golpe de almohada. Después  de unos veinte golpes, (mejot amiga) se despertó.

"¡Vale, vale! ¡Ya estoy despierta, deja de zurrarme!" Soltaste una risita y dejaste la almohada a un lado, esperando a que tu amiga se levantase. "(Tu nombre), aún es muy pronto" Gimoteó como una niña pequeña.

"Son las diez y cuarto. Estoy segura de que ya has cumplido tu sueño reparador, así que levántate de una vez" Respndiste de broma. Ella obedeció reluctante y os cambiasteis de ropa.

"¿En serio te tienes que ir ya?" Preguntó (mejora amiga) tristemente. Se había aferrado a tí como una lapa, y no parecía tener intención de dejarte ir.

"Sí, ya es tarde, así que debo irme. Nos vemos el lunes (mejor amiga). Y gracias por la hospitalidad, siento haber causado alguna molestia" Dijiste a sus padres. Ellos te despidieron con una sonrisa y, con gran esfuerzo, te libraste del abrazo estrangulador de tu amiga para irte.

Cuando llegaste a casa viste que el coche de Law estaba aparcado en un extremo de tu calle. Sacaste las llaves para abrir la puerta, pero esta se abrió antes de que pudieras introducir la pequeña pieza en la cerradura.

"Aquí llega la bella durmiente" Dijo Law con esa mueca característica. Te dejó paso y entraste, con ese color rojo en tus mejillas que sólo él podía conseguir. Tu madre estaba en el salón, con tu hermana en brazos. La saludaste y dejaste la bolsa que llevabas sobre el sillón. Entonces te dirigiste a Law.

"¿Entonces que te trae por aquí?" Él sonrió y sacó de su bolsillo dos entradas. Observándolas bien, tus ojos se convirtieron en destellos, ilusionada. Eran entradas para ir al acuario.

"Me preguntaba que si no tenías nada que hacer querrías venir conmigo al acuario. Pero como veo que estás feliz en casa, supogo que iré yo solo" Respondió, la mueca aún en su rostro. Pero, a diferencia de cómo esperaba que respondieses, no saltaste.

"No... me encantaría ir, Law. Sabes que me gusta mucho la anatomía de cualquier tipo. Así que, si no es molestia, me gustaría ir" Sus ojos se abrieron de sorpresa, pero volvió a su expresión característica.

"Por supuesto que no es molestia. Por algo compré dos entradas, boba" Te sonrojaste y miraste a tu madre, que estaba sonriendo con una expresión divertida. Cogiste las cosas necesarias y saliste con él por la puerta.

¿Me guardas un secreto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora