Capítulo 11: 6 de octubre.

5.2K 491 149
                                    

Mañana es el día pensaste mientras desayunabas el domingo por la mañana. El viernes pudiste comprobar que Law estaba mucho mejor, ya que fue a dar clases. Lo curioso es que no ha mencionado nada sobre su cumpleaños desde la exposición del museo, a lo mejor no le da mucha importancia...

Esa tarde te pusiste a preparar la comida para su cumpleaños. Al final decidiste llevarsela a su apartamento, para evitar sospechas de otros alumnos. Empezaste con el onigiri, esta vez no te causó ningún problema gracias a la práctica, y conseguiste preparar cinco bolitas de arroz muy bien hechas.

"Y, dime, ¿a qué viene la pasión por la cocina tan de repente? Preguntó tu madre que acababa de entrar en la cocina. Del susto casi se te cae el último onigiri que estabas poniendo sobre una bandeja.

"¡Mamá! No me pegues esos sustos, por favor. Verás, mañana es el cumpleaños de mi profesor de ciencias y, después de todo lo que ha hecho por mí, me parece grosero no darle nada a cambio"

"Muy bien. Me alegro de que pienses así. Bueno, te dejo, voy a estar con (tu hermana)" Con eso se fue y te dejó sola en la cocina. Continuaste con el takoyaki y, tras un buen rato cocinando, preparaste una buena docena.

"Bien, ahora solo queda el pescado" Fuiste a la nevera para coger el salmón pero viste que no había salmón en la nevera. "Qué... demonios... ¡Juraría que compré salmón!" Pero justo entonces recordaste que no pudiste comprarlo, porque se te olvidó apuntarlo en la lista. "¿Cómo me he olvidado de eso?" Miraste el reloj y respiraste hondo. "De acuerdo, son las seis menos veinticinco. Tengo tiempo de sobra para comprarlo y prepararlo"

En el supermercado te encontraste a ese chico que Sanji te presentó, si mal no recuerdas Luffy, con otro chico a su lado. Al verte sonrió y empezó a saludarte ruidosamente "¡Hey, tú eres  (tu nombre), ¿verdad?! ¡Soy Luffy, nos conocimos en el-" hasta que el chico que le acompañaba le dió un capón en la cabeza, haciendo un chichón aparecer.

"¡Luffy! Aprende modales de una vez"

"Pero Ace, ¿por qué tus golpes duelen como los del abuelo?" Ya se estaba frotando el chichón con una pequeña lágrima saliendo de su ojo. El chico mencionado como Ace suspiró y te miró.

"Siento la estupidez de mi hermano. Soy Ace, encantado" Y son hermanos... Pues no se parecen en nada.

"Soy (tu nombre), igualmente. Si me disculpais, tengo algo de prisa. Nos veremos otro día" Pagaste por el pescado y fuiste a casa a terminar de cocinarlo.

Al día siguiente:

Por fin ha llegado el día. Ayer preparaste la comida y la guardaste en un bentōbako* para dárselo a Law. Fuiste a clase y encontraste a (mejor amiga), como de costumbre, esperando fuera.

"Hola, (tu nombre). Hoy vienes con buena cara"

"Sí, me he despertado de buen humor" Ella asintió con cara de Es-Algo-Más y entrasteis en clase. Después del descanso tocaba Matemáticas. Entraste en clase sola, ni siquiera te acompañaba (mejor amiga). Para tu sorpresa estaba Law esperando a los alumnos, sentado con los pies sobre su escritorio. Qué cómodo debe estar... Se dio cuenta de tu presencia y te miró con una sonrisa. "Hola profesor. Por cierto, feliz cumpleaños" Le dijiste con una bonita sonrisa. Sus ojos se abrieron de la sorpresa, pero en segundos su expresión se convirtió en una satisfecha.

"Es un detalle que te hayas acordado" Bajó los pies de la mesa y se levantó, acercádose a tí. Tu cara empezó a enrojecerse mientras él bajó sus labios a tu oreja. "De verdad, no tenías por qué" En algún momento su voz se volvió más profunda, pero entonces se alejó cuando escuchó el ruido de alumnos por el pasillo. Tú fuiste a sentarte a tu sitio mientras le mirabas, aún con la cara encendida.

Tu madre estaba sentada en el sofá del salón esperándote cuando llegaste. Le saludaste y fuiste a la cocina para mirar si el regalo de Law seguía ahí. Justo a su lado había un pedazo de tarta de café, lo cual llamó tu atención.

"Mamá, ¿qué es esa tarta de la nevera?" Ella te sonrió.

"Es parte del regalo para tu profesor" Aunque te sorprendió conseguiste avanzar para abrazar a tu madre, mientras murmurabas un "muchas gracias".

Guardaste el trozo de tarta en una pequeña cajita de cartón y, junto al resto de comida, lo metiste en una bolsa. Te pusiste la chaqueta y fuiste a su apartamento.

Al llegar y llamar al timbre, se volvió a escuchar a Bepo ladrar y entonces a Law abriendo la puerta. Su cara se volvió una de confusión al verte, pero te dejó pasar.

"Hola. Verás quería regalarte algo por tu cumpleaños, así que..." Le diste la bolsa y él se acercó a la mesa para abrirla. Al ver toda la comida te miró con una mueca.

"¿Lo has preparado tú?" Asentiste con la cabeza y su sonrisa creció. "Muchas gracias" Con eso probó la comida y contestó con un "delicioso" mientras comía sin parar.

"¿No has comido?" Preguntaste intrigada por su manera de comer. Él sacudió la cabeza.

"Cuando salí del instituto fui al hospital y llegué hace unos quince minutos" Pobrecillo, debe estar agotado. Te quedaste con él hablando y haciéndole compañía. Llegaste a conocerle incluso un poco mejor, pero seguía sin hablar de su familia. Ya eran casi las 7 de la noche y miraste por el ventanal para ver que había oscurecido. "¿Quieres que te lleve a casa?"

"No me importaría, si no es molestia, claro" Lo cierto es que no es bueno caminar tan tarde una gran distancia.

"Está bien, pero antes..." Entonces cogió tu barbilla entre sus dedos pulgar e índice mientras acercaba su cara a la tuya. "... voy a hacer algo que llevo queriendo hacer un tiempo" 

Con eso cerró la distancia entre los dos. Tus ojos estaban a punto de salir de sus órbitas y un intenso color rojo subió a tus mejillas. Law empezó a mover los labios contra los tuyos, hasta que pidió entrada en tu boca lamiendo tu labio inferior. Al principio no sabías qué hacer pero optaste por dejarle acceso. Acabaste por devolver el beso y le sentiste sonreír. Al cabo de un rato se separó para respirar, mirando intensamente tus ojos mientras que su mano jugaba con tu pelo (color).

"(Tu nombre), ¿quieres salir conmigo? En secreto, por supuesto. Nadie tiene por qué enterarse" Sorprendida era poco para describir como te sentías, incluso parecía que tu corazón se te iba a salir del pecho. Salir con un profesor está prohibido, le despedirían y arruinaría su reputación, pero él estaba dispuesto a arriesgarlo. Tras meditarlo un buen rato contestaste.

"Sí"

*bentōbako: caja de tamaño variable donde se guardan los almuerzos en Japón, por ejemplo, para clase, el trabajo, etc.

Vaya, ¿son imaginaciones mías o este capítulo es más largo que de costumbre? Bueno por fin uno de los momentos más esperados del fanfiction (supongo). Espero que Law no aparezca muy OoC aquí. Bueno, de todos modos, ¡gracias por sacar tiempo para leer esta historia!

¿Me guardas un secreto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora