¿Me guardas un secreto?

Capítulo 29: De visita al zoo.

"Tenemos que pensar en algo que hacer. No podemos quedar siempre en el restaurante" Gimoteo Luffy y, por extraño que parezca, todos coincidisteis.

"¿Pero dónde?" Preguntaste suavemente y todos asinteron, pensativos. Nami se levantó de golpe con una sonrisa adornando su cara.

"¿Qué os parece el zoo?" A todos se os iluminó la cara, excepto a Robin y a Law. Sí, Law había venido contigo. Había conseguido un poco de tiempo libre, y su presencia no era molestia para nadie, en absoluto. "¡Decidido! Que sea al zoo. ¿Qué día os parece bien?"

"Mañana es sábado, ¿no creeis que es una buena opción?" Dijo (mejor amiga) que ya estaba muy callada para ser ella. Todos asintieron y tú sentiste como Law rodeó tu cintura con su brazo, discretamente. Le miraste y él te dedicó una sonrisa que tú misma le devolviste. Law se levantó de repente contigo a su lado.

"Si nos disculpais, hoy tenemos algo que hacer. Voy a darle prácticas en el hospital" Con eso salió del local contigo, y dejó a Nami y (mejor amiga) con caras pervertidas.

"Aquí ocurre algo sospechoso..." Dijo Nami.

"Tienes razón. La cosa va genial..." Las dos empezaron a reirse como marujas mientras que los otros se quedaron con una gota de sudor en la frente...

Law y tú llegasteis al hospital y él te condució a una pequeña consulta. Te mandó sentarte frente al escritorio y te dio una libreta y un bolígrafo mientras que se sentó en frente de ti.

"Primero voy a enseñarte cosas básicas. Por ejemplo, el tratamiento de algunas enfermedades comunes" Pasó una hora de explicaciones -síntomas, medicamentos necesarios...- que se hizo muy divertida gracias a Law. Miraste la libreta para ver que habías recogido muchos apuntes y te sentiste orgullosa. "No está mal para ser el primer día. Lo has entendido todo muy rápidamente"

"Gracias" Tu expresión se entristeció un poco. "¿Ya hemos terminado?"

"¿Por qué? ¿Quieres seguir un rato más?" Preguntó Law pacientemente. Asentiste y le hiciste sonreir. "Está bien. Pero antes, un descanso"

Se levantó y cerró la puerta con cerrojo. Se acercó a tí con un aura depredadora a su alrededor y te cogió de la mano. Se sentó en su silla, colocándote sobre él. Posó un suave beso sobre la mano que aún estaba sosteniendo y fue subiendo poco a poco hasta llegar a tu hombro. Esto mandó un escalofrío a tu espalda y te puso la piel de gallina. Siguió besando tu hombro suavemente y, por fin, reclamó tus labios en un beso acalorado. Por alguna razón era distinto, mucho más apasionado y hambriento que de costumbre. Se separó de ti y miró el reloj sobre la puerta. Las seis y cuarto. Puedo continuar hasta y media...

Llegaste a casa a las ocho. Aunque Law pensó que pararía a las y seis y media, no lo hizo hasta las siete. En tu cuello habían marcas rojas, ademas, de dientes. Law había mordido, aunque suavemente, para dejar una marca duradera. Y la verdad es que habías disfrutado cada segundo, además de que los gemidos que te había arrancado solo le animaban a continuar. Justo cuando pensabas que tenías autocontrol de tu temperatura facial, se fue al garete.

Al día siguiente te despertaste pronto. Seguiste tu típica rutina matutina y preparaste un pequeño almuerzo para comer en el zoo. Te pusiste una camisa con manga hasta los codos y unos pantalones vaqueros. Había empezado a hacer más calor, así que no era época de vestir sudaderas o chaquetas. Saliste a las doce del mediodía y empezaste a caminar con una pequeña mochila colgando de tu hombro.

Cuando llegaste solamente estaban Luffy, Usopp, Chopper y Nami. Después de un rato llegaron Sanji, Robin, Law, Franky, (mejor amiga) y Brook. Pasaron quince minutos más y Zoro seguía sin aparecer. Después de 5 minutos más, apareció el peliverde con una expresión mosqueada.

"Maldito marimo... Ya te has vuelto a perder y nos has hecho perder la mitad de la mañana" Dijo Sanji y se creó electricidad entre los dos.

"Cállate, hemorrágico nasal. No es mi culpa que esta ciudad esté tan mal direccionada" Parecía que de verdad se iban a matar ahí mismo, pero solo bastó una intervención *Ahem, puñetazo, ahem* por parte de Nami y todos felices.

"Bien, vamos a separarnos. A las dos en punto nos encontraremos en esta misma placeta para comer" Todos asentisteis y acabaste yendo con Law y (mejor amiga). Primero visteis los hábitat de los lobos, los leones, los elefantes y los primates. Después, avanzasteis hasta la zona de ornitología donde visteis todo tipo de aves y luego presenciasteis un espectáculo acuático protagonizado por delfines y orcas.

Todavía eran las una, así que seguisteis explorando. Llegasteis a la zona de los animales árticos. Allí habían pingüinos, lobos árticos y osos polares. Law se quedó observando los osos blanquecinos con una expresión concentrada. Te acercaste a él y sonreiste.

"¿Te gustan los osos polares?" Preguntaste curiosamente. La verdad, Bepo se parecía mucho a uno. Law se giró para mirarte con una sonrisa.

"Son unos animales que siempre he admirado por alguna razón. Además son muy suaves..." A pesar de que susurró la última parte, lo escuchaste y reiste suavemente. Que adorable...

Por último, antes de ir a comer, pasasteis por la zona de los reptiles. Era un ambiente algo húmedo. Este lugar se encontraba al lado de la zona de entomología y te negabas a entrar por el terrible miedo que tenías a los insectos. Mientras observabas una pitón de gran tamaño que estaba segura destrás de un gran cristal, fallaste al escuchar un zumbido. De repente sentiste algo doloroso en el antebrazo derecho. Miraste para ver que había podido passar, pero solo viste una picadura roja, bastante inflamada. Pensaste que había sido un mosquito, así que lo dejaste pasar.

Os reunisteis con los demás en la placeta acordada y empezasteis a comer. Law se giró para verte, pero advirtió en tu brazo la marca rojiza. Se levantó sin decir nada, llevándote con él y te puso detrás de un árbol mientras miraba la picadura.

"Law, ¿ocurre algo?" Preguntaste con preocupación en la voz. Law fijó sus ojos en los tuyos con seriedad.

"¿Cómo te has hecho esto?" Intentaste hacer memoria mientras mirabas la zona inflamada.

"Creo que fue en la zona de los reptiles. Noté algo doloroso en el brazo y, cuando miré, tenía la picadura" Law asintió y siguió examinándola. "Law, no te preocupes. Seguro que no es nada" No muy convencido, dejó tu brazo y te llevó de vuelta con los demás. Miraste la picadura algo preocupada, estaba muy inflamada y roja.

De verdad esperabas que no fuese nada malo.

Mientras tanto, en la zona entomológica, dos encargados miraron con preocupación la caja de cristal, ahora vacía, que pertenecía a un insecto algo especial...