ꕤ 𝑸𝒖𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐 𝑯𝒖𝒔𝒃𝒂𝒏𝒅𝒐 [𝑪𝒉𝒂𝒓𝒂𝒄𝒕𝒆𝒓 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓]

𝟔𝟔. || 𝐈𝐧𝐮𝐲𝐚𝐬𝐡𝐚 || 𝐈𝐧𝐮𝐲𝐚𝐬𝐡𝐚 𝐀𝐧𝐢𝐦𝐞 & 𝐌𝐚𝐧𝐠𝐚

Dedicado: Sufrimiento por el Wifi muerto.

Título:

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• | Hαƈíα ҽʅ Fυƚυɾσ  • |
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— Extraño el Internet... —

Exclamó para sí misma una joven visiblemente desanimada desde las fuertes raices de un gran árbol, el cual debía tener muchos años de antigüedad por su evidente fortaleza, que le ofrecía su protección contra los persistentes rayos solares de una cálida mañana como aquella presente.

Un ambiente relajado, pero terriblemente aburrido para la joven doncella que recargaba su peso contra las gruesas raices de un majestuoso árbol ancestral, rodeaba a un grupo de individuos que el destino, algunos por deber u obligación, y la ardiente llama de la venganza unió en una peligrosa travesía para acabar con el mal que se alzaba sobre la vasta tierra feudal maliciosamente.

Con un suspiro escapando de sus gruesos labios rosados, la dama, que permanecía sobre la firmeza de aquel robusto árbol, volvió hacer notar su presencia que irradiaba un profundo aburrimiento, además de un cansancio absoluto, desde su despreocupada aura decaída. Su apariencia era curiosa, resaltando con facilidad entre el grupo de personajes que le hacían compañía en la dichosa travesía hacía el inminente peligro mortal, debido a su singular vestimenta y su sola presencia.

Era una adolescente, que no podía pasar más de los dieciséis años de edad, que se encontraba en medio de la nada con personas que parecían haber salido de un relato antiguo sobre la historia de cierto país. Su estatura no era descomunal, sin embargo, tampoco demasiado inferior, poseía una larga melena de un potente castaño achocolatado, orbes grandes y relucientes de un esplendido tono avellana, tiernas mejillas regordetas sonrosadas, su figura era mucho más gruesa que la de sus compañeros y su piel, de una textura semejante a la seda, tenía una tonalidad visiblemente pálida con tiernos detalles rosas en algunas zonas de su tez en la llamativa extensión de su cuerpo. La muchacha de sonrosada piel; llevaba consigo un uniforme escolar, que hacía suyo los colores: blanco, verde y rojo.

— Quisiera saber como continuaría la novela que estaba leyendo... —se lamentó la muchacha de gruesa figura, pero atractiva y de curvas no exageradas, con el pesar de nunca conocer el final de su novela.

El resto del grupo permanecía sumido en una tranquila charla, comentando sobre diversos temas que no tenían importancia y que no despertaban el mayor interés en la joven para sacarla de su lamento personal.

— Debería pedirle a Kagome que busque en mi casa algún libro para mí... —pensó en la idea de hacerle aquel pedido a su amiga, no obstante, era algo que ya había intentado y que no había dado resultado debido a que los padres de la joven de mechones chocolate habían pensando mal de su amiga al creer que bromeaba con la desaparición de su hija al darles la descabellada explicación de que ésta se hallaba en el pasado.