XI

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Sin embargo, en algún momento de mi pasión por los estudios, me quedé dormido... cuando abrí los ojos, las manecillas del reloj indicaban las 12:30.

—¿Eh...? ¡¿Es en serio?!

Me levanté de inmediato y caminé en círculos por mi dormitorio como un oso enjaulado. La casa de JungKook está como a diez minutos en mi bicicleta, así que, si me lavo los dientes, la cara, me cambio de ropa y me alisto a velocidad supersónica... creo que podré lograrlo.

Habiendo tomado la decisión, salí del dormitorio como un cohete y realicé todas las actividades que tenía en mi lista mental. Para cuando salí de casa con el cabello bien peinado, ya eran las 12:50. Me subí en mi bicicleta y pedaleé a toda velocidad, avanzando por el vecindario como si fuera un ciclista Olímpico con destino a la casa de JungKook, lugar en el que no había estado en unos cinco o seis años.

A la familia de JungKook le iba bien y su casa era enorme. Cuando uno se paraba frente a ella, lo primero que mirabas era una pequeña puerta y detrás de eso, una casa de estilo japonés de dos niveles. Era un edificio bastante antiguo, pero estaba en perfectas condiciones y según tenía entendido, le habían pedido fotografiarla en más de una ocasión. Incluso yo podía entender por qué... la casa tenía un encanto japonés.

Aunque había un problema con esta maravillosa casa, por ser tan antigua no tenía un intercomunicador para anunciarse como las casas modernas. Después de detener mi bicicleta en la puerta, me paré frente a la entrada un momento. No estaba seguro de qué hacer. Algunas personas pensarían que era ridículo sentirse ansioso porque no había un timbre, pero al ser estudiante de preparatoria era bastante vergonzoso gritar: "Oye, JungKook, ¿quieres salir a jugar?" Justo cuando se me ocurrió la brillante idea de llamarlo a su móvil, la puerta frente a mí se abrió de un tirón y respingué.

—Oh, YoonGi, sabía que eras tú. Escuché una bicicleta detenerse frente a la casa y supuse que ya habías venido. ¿Pero qué hacías ahí parado sin hacer nada?

—Eh-eh, nada...

—¿Oh? Bueno, no importa, vamos pasa adelante.

Ingresé a la casa y me saludé. JungKook miró mi rostro sonrojado y parecía preocupado. —Cielos, estás sudando.

—Bueno, disculpa, me quedé dormido.

—No tuviste que apresurarte tanto, eres una persona muy consiente, ¿eh? ¿O acaso estabas ansioso por verme?

—Ya párale a tu broma. Me perturbas.

—Oh, entonces estaba en lo cierto.

Me di la vuelta, le mostré mi mirada más hostil y él arrepentido hizo una reverencia.

—Lo lamento, me disculpo. Frunciendo el ceño, tomé a JungKook por la cabeza y la giré en otra dirección, demandándole silenciosamente que se apresurara y fuéramos a su dormitorio.

—Eso duele, —se quejó.

Pretendí no escucharlo. No quería que se diera la vuelta y notara como me sonrojé.

—YoonGi, ¿te enojé de verdad?

—No estoy enojado.

—Entonces, ¿por qué no me dices nada? —preguntó preocupado. Pero no admitiría que estaba tan ansioso como un niño en una excursión de la escuela.

Después de atravesar una serie de corredores, JungKook se detuvo frente a una habitación del lado este de la puerta principal. Su puerta corrediza estaba pintada con increíbles pinos verdes. Solté la cabeza de JungKook y abrió la puerta aliviado.

—Espera aquí, iré por unas bebidas. ¿Te parece bien un poco de té?

—Sí, lo que sea está bien por mí.

Después de guiarme al interior, JungKook regresó por el corredor en la dirección en la que había venido, me quedé parado en el centro de la habitación y miré a mí alrededor. Era una habitación de estilo japonés de alrededor de ocho tatamis de tamaño, estaba limpio y ordenado. Era la clase de habitación que describía la personalidad de JungKook, en una esquina estaba una cómoda antigua con una lámpara de papel que producía luz indirecta. Su escritorio era antiguo y simple. La atmósfera de la habitación era lo suficientemente clásica que me hizo creer por un momento que me encontraba en la era Showa.

Había una mesa pequeña de comedor en el centro de la habitación, quizás era para la sesión de estudios que tendría conmigo. Me senté en uno de los cojines de alrededor y finalmente suspiré lleno de alivio. Algunas personas eran tímidas con extraños, pero yo estaba actuando con timidez por una habitación. Mientras respiraba los aromas frescos de la madera de los tatamis, recordé aquellos viejos días.

En aquel entonces cuando JungKook y yo todavía éramos amigos, solíamos escalar la cómoda y saltar. Su madre solía regañarnos. Solíamos dibujar en aquella mesa.

Nos divertimos mucho aquí, los dos solos y yo me consideraba el jefe, por lo que le daba todo tipo de órdenes a JungKook.

Hombre, que nostalgia.

Mientras mis pensamientos vagaban, JungKook regresó con una bandeja con tazas de té y bocadillos tradicionales. Los colocó sobre la mesa y se sentó.

—Aquí tienes. Escogí bollos para los bocadillos, ¿te parece?

—Sí, Nochu, eso es...

Me detuve mientras asentía. —¿Eh? —dijo JungKook y yo dijimos al mismo tiempo. Nos quedamos mirándonos fijamente sorprendidos.

¿Qué acabo de decir? "Nochu" ¡ese era el apodo que le puse en la primaria!

—¡Oye, oye, oye! ¡Ol-olvida eso! ¡Eso jamás ocurrió!

—Cielos, eso sí que me trae recuerdos. Solías llamarme así, ¿no?

—¡Puedes olvidar esos recuerdos!

—¿Cuál es el problema? Deberías comenzar a llamarme así, Gigi. —Me dijo con una sonrisa maligna. Inmediatamente me enfurecí y moví mi mano para taparle la boca, pero JungKook me esquivó con facilidad y terminó capturando mi mano. Me sacudí y luché, pero no tuvo resultado. Peor aún, sus ojos brillaban con alegría.

—Últimamente te has vuelto tirano, ¿no? —Le mostré mi mirada más hostil.

—¿Eso crees? Creo que actúo normal...

—No, te has vuelto más malvado. No solías ser así de descarado.

—Oye, soy un chico. Todos los chicos tenemos la necesidad de molestar a la persona que nos gusta.

Me quedé inmóvil y lo miré boquiabierto. Mis ojos debieron abrirse también.

—Sólo bromeaba, —dijo riendo avergonzado.

Entonces había estado bromeando. Rayos... pensé, dejé caer los hombros. Luego incliné mi cabeza a un lado y pensé: Espera, ¿por qué acabo de pensar "rayos"? Al analizar esto, descubrí que me sentía un tanto deprimido.

Green Light ~ KookGiWhere stories live. Discover now