12.

2.9K 178 179
                                    

Capítulo 12.

No hablamos de lo ocurrido. Niall me cuenta las actividades que harán en el colegio y lo muy entusiasmado que está de verme participar.
Es increíble la enorme vocación que él posee, podría estar haciendo otras cosas, podría haber elegido una profesión diferente, puedo imaginarlo como un abogado, un arquitecto o incluso un profesional del Golf ahora que sé cuál es uno de sus deportes favoritos.
Pero verlo en las aulas, con un montón de niños y organizando paseos al museo o zoológico es algo que no podría imaginar que él hace si lo viera por primera vez.

-¿Porqué me miras así? —Me pregunta un tanto nervioso.

-¿Así como? —Le sonrío.

-Como si no pudieras creer lo que estoy diciendo.

-Lo hago. —Respondo. —Es solo que escucharte hablar de los niños del colegio es increíble, yo apenas soporto a la pesada de Amy. —Él se ríe.

-Algún día entenderás del porqué soy así. —Musita.

-¿Tienes hijos? Me habías dicho que no.

-No los tengo. —Me asegura.

-Uhmm... —Intento pensar a que se debe pero es imposible que pueda hacerlo con sus ojos risueños mirándome.

Él extiende su mano sobre la mesa para alcanzar la mía. Sus dedos acarician la palma de mi mano y siento escalofríos.

-Lo de anoche fue increíble. —Sus palabras me hacen ruborizar, más que nada porque me ha pillado por sorpresa.

-¿Sí? —Susurro.

-Sí. Debo reconocer que no he dejado de pensar en eso. —Admite sin dejar de deslizar sus dedos por la palma de mi mano, su sutil toque ya está afectándome. —¿Como te sientes?

-Ya te dije, estoy bien. —Respondo un poco avergonzada.

-¿Volverías hacerlo? En otra oportunidad, por supuesto.

-¿De verdad vamos hablar de esto? —Pregunto un poco divertida mirando a nuestro alrededor.

-Nadie está escuchando. —Responde.

Suspiro.

-Sí, lo volvería hacer. —Respondo. —Lo haría todas las veces que fuera necesario con tal de no sentir dolor.

Sé que me he pasado, pero es la verdad. Sus ojos me observan detenidamente, puedo ver sus pupilas dilatadas mientras respira profundamente.

-Supongo que eres consciente de que tus palabras me han puesto duro. —Su voz es baja, pero firme.

Ahora quien respira con dificultad soy yo.

-No te creo. —Respondo y él sonríe con picardía.

Lo veo levantarse y arrastrar su silla hasta mi lado. No puede ser, miro a mi alrededor con nerviosismo. El lugar está prácticamente vacío, pero aún así no puedo evitar mirarlo preocupada.

-Dame tu mano. —Me pide.

-Niall, olvídalo. —Digo sintiendo mis mejillas arder.

-Dame tu mano, Anna.

Vuelvo a suspirar. Extiendo mi mano hacia él e inmediatamente la posa sobre su muslo.

-Te creo ¿Está bien? No tienes que hacerlo. —Le digo.

-¿Que se supone que haré? —Susurra.

-Ya sabes.

-¿No tienes curiosidad? —Susurra cerca de mí oído.

𝐓𝐀𝐋 𝐕𝐄𝐙 𝐌𝐀Ñ𝐀𝐍𝐀 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Where stories live. Discover now