Sentir

Capítulo 27 segunda parte

Finalmente, James y yo nos encontramos solos y nos dirigimos a la cocina para limpiar todo.

—¿Cómo te sientes? —es lo primero que le pregunto cuando vamos a la cocina.

—Me siento muy bien, como si me hubiera quitado un peso de encima —me observa con calma—, pude hablar con mi mamá sobre su relación y aunque todavía tengo un poco de recelo al respecto, me hizo ver lo que siente y lo menos que quiero es seguir lastimándola.

>>En relación a Richard no creo que logremos recuperar nuestra amistad, en cierta medida sigo bastante molesto por la situación, pero ya no quiero dividir más a la familia, no quiero que vuelva a ocurrir algo como lo sucedido en el cumpleaños de Sami.

Voy colocando los platos en el lavavajillas mientras James limpia la mesa.

—Tu hermana me comentó que Richard trata a tu mamá como una reina, deberías aclarar con él toda la situación porque estoy segura de que en cualquier momento van a coincidir en alguna reunión y lo mejor es dejar todo resuelto.

—Lo sé, pero sinceramente ya no quiero hablar sobre eso, en estos momentos tengo otra cosa en mente —James se acerca de manera sigilosa a mí como si fuera un depredador cazando a su presa y me abraza por la espalda dejándome un beso en el cuello—, además que quiero darte algo.

Volteo ligeramente la cara y me da un beso largo que me sabe a caramelo.

—Ahora vuelvo —comenta dejándome jadeante a un lado del lavavajillas.

Regresa con una caja blanca rectangular con un lazo rojo muy bonito. Abro los ojos como platos viendo lo que lleva en las manos, inmediatamente me sonrojo con la boca abierta sin palabras.

—James, pero ¿qué es esto? —digo apenas me entrega el regalo mirándolo con una gran sonrisa en la cara.

—Ábrelo, hermosa —me anima.

Trago saliva de manera audible sin saber qué hacer. No es como que todos los días alguien me regale algo, la verdad no estoy acostumbrada.

Con mucho cuidado coloco la caja en la mesa y lo abro con el corazón acelerado, adentro hay un vestido verde olivo con corte de corazón y mangas descubiertas, lo saco del empaque y es precioso. No puedo dejar de verlo y los latidos de mi corazón se aceleran de forma descontrolada.

¡Es bellísimo!

—J-james yo... no entiendo ¿cómo? ¿por qué? —lo miro sin entender.

—Lamento mucho lo que ocurrió con el vestido el día de la fiesta de Sami, sé que no fue un accidente y quería compensártelo. Entiendo que el otro vestido tenía un valor sentimental irremplazable, pero de todas formas quería regalarte uno nuevo en compensación a pesar de que Rosa pudo arreglar tu vestido.

Es allí cuando me doy cuenta de que en la caja hay otro vestido y al sacarlo veo que es el que me había regalado mi mamá, el que intenté arreglar pero no pude porque Rachel lo había arruinado, esta impecable y no puedo evitar que se me llenen los ojos de lágrimas.

—¡Gracias! —coloco las prendas nuevamente en la caja y con gran alegría abrazo a James quien no tarda en corresponderme.

—No tengo palabras para describir la alegría que siento por haber recuperado el vestido de mi mamá. ¡Muchas gracias!

James me sonríe contento por mi reacción y sin esperar a que me responda lo atraigo más hacia mí y lo beso. Esta vez lo beso tratando de transmitirle todo mi gratitud y amor, por que sí, quiero a mi jefe y nadie nunca había hecho algo así por mí.

Poco a poco el beso se transforma en algo más. Las manos de James comienzan a pasearse por todo mi cuerpo acercándome más a él para demostrarme lo mucho que me desea. Me vuelvo líquido en sus brazos por lo empiezo a quitarle la ropa con urgencia haciendo él lo mismo conmigo.

Me sube a la mesa sin ningún esfuerzo y me abro de piernas para atraerlo más hacia mí. Cuando menos nos damos cuenta ambos nos encontramos totalmente desnudos sin importarnos en donde pudieron quedar nuestras ropas.

James deja besos regados por mi cuello que van descendiendo hasta el sur. Su mirada se vuelve traviesa cuando abro todo lo que pueden mis piernas y comienza a besarme justo en mi entrepierna.

Un cosquilleo nace desde la punta de los pies hasta mi cabeza, no puede aguantar el placer y cierro los ojos disfrutando de sus atenciones. Gimo de gozo por todo lo que hace hasta que no aguanto más, siento que voy a explotar alcanzando las estrellas.

Una vez que mi cuerpo se encuentra totalmente relajado y mi respiración trata de calmarse James no pierde el tiempo y me embiste con fuerza.

—Me encanta hacerte mía —dice James entre jadeos sin dejar de moverse.

Sus embestidas son tan fuertes que tengo que aferrarme a él por lo hombros con mis dos brazos. Lo beso totalmente desinhibida gimiendo en su boca. En estos momentos es todo pasión y carnalidad.

Sus movimientos comienzan a hacerse certeros tocando un punto que literal hace que tenga que soltarme de el y acostarme en la mesa porque no aguanto más. Al parecer se da cuenta de que estoy disfrutando porque sigue adentrándose en mí con ímpetu.

—¿Quieres que pare?

¡¿Qué?! Si para lo ahorco.

—¡No pares! —exclamo casi sin voz por todas las sensaciones que tengo.

—No lo haré, preciosa. —jadea—, pero ya estoy muy cerca y quiero hacerte enloquecer antes.

Es entonces cuando su mano empieza a tocar el capullo de nervios y es todo, no tardo ni dos minutos en alcanzar el orgasmo y comienzo a temblar con los espasmos de todo.

James me embiste unas tres veces más y lo escucho gemir mordiéndose los labios llegando él también a su liberación para luego recostarse encima de mí con la respiración trabajosa. Los dos estamos totalmente sudados y satisfechos, yo por mi parte me encuentro feliz, siento que todo está en el camino adecuado y no pudiera pedir más.

Okey okey sé que el capítulo se ve corto pero recuerden que esta es la segunda parte del capítulo 27. Me gustaría que comentaran si les está gustando, más adelante se va a poner interesante se los prometo. 

Los quiero.

Mary