9. La universidad de Stanford

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-No he dicho que confío en ti-aclaré-Creéme que si entero o pasa algo que contradiga todo lo que aseguras quiero que sepas que tú no volveras a ver la luz del día, ¿entendido?

-Me ocuparé de que no tengas que hacerlo.

-No puedes prometer eso, la confianza se gana muy duro, no creo que soportes tanto por mi.

-Haría lo que sea por ti.

Me congelé, ¿qué dijo?, ¿acaso esto era una pesada broma de mi cerebro?

-¿C-Cómo es-dije torpemente, la mayoría lo decía arrastrando las palabras-No comprendo...

-Déjalo. Tú solo ten fé en mi, ¿recuerdas?

-Si, si, claro...fé-fuí disminuyendo mi voz, el había cambiado de tema tan rápido que ni siquiera supe como hablar después. Sus palabras flotaban en mi cabeza tan rapidamente que hasta me marié de tanto repetirlas, como un caset. Nuestras miradas se conectaron, era como si sus intensos ojos quisieran decirme algo. Pero yo, no sabía que era.

-Tú sabes que algo escondo-dijo-Y estás en lo cierto, tengo secretos que no puedo contartelos aunque quisiera, tengo un pasado como cualquiera pero un poco diferente, sabes perfectamente que junto a mi estás aml, yo lo sé, sé que junto a mi estás metiendote en líos, pero algo me dice que no debo dejar que eso me gane, que debo quedarme aquí.

Callé. Sus palabras se dispararon y yo estaba al descubierto, ¿qué trataba de decirme?, ¿cómo explicaba esto algo?, ¿cómo que estando con el me encontraba en líos?, las respuestas que me daba, me dejaban con mas interrogantes aún.

-¿Entonces es mejor negar lo que sucede?-pregunté.

-No, lo único que debes hacer es mantenerte alejada, será más sencillo si tú lindo nombre no aparece en los titulares de los periódicos.

-¿Cómo sería posible eso?-el en señal de frustración giró los ojos con desdén.

-Creéme, no te gustará la respuesta.

Cuando iba a decir algo, Xav en sun segundo se había despojado de su camisa, mis ojos no pudieron contenerse al ver aquel cuerpo, unos brazos musculosos, un abdómen trabajado, unos anchos hombros, todo su cuerpo en un bronceada simplemente perfecto, me atraganté y aparté mi mirada de el, aunque no lo veía sabía que sonreía.

-¿Qué diablos haces?-dije tartamudeando.

-Tenía que cambiarme.

-¡Pues hazlo en otra habitación!

-No tendría chiste ni no estuvieras tú.

-Te partiré la cara, maldito.

-Admite que disfrutas de lo que ves y me iré.

-¡Estás loco!-volví mi mirada a el, pero como no respondí el rió, tras unos segundos bajé la mirada-de nuevo-y el rodó sus ojos.

Pero no podía mentirme a mi misma: Me gustaba lo que veía. A veces hay que disfrutar de las pocas cosas que te trae la vida, ¿no?, claro que admirar su belleza era suficiente como para elevar su ego hasta el cielo y nada podría bajarlo.

Los chicos metían mis últimas maletas en la cparte trasera de la camioneta de los gemelos. Se hizo un arreglo con mi familia-obviamente yo no dí mi opinión-iría con Evan, ambos llevaríamos las maletas de todos, en la camioneta de los gemelos, por supuesto, mientras que ellos iban en el Audi que conduciría Xav, suponía que ellos no llegarían completos a nuestro destino.

Permanecí en mi ventana, solo observando como mi habitación se iba quedando sin nada y de como me perdería la maravillosa vista de mi ventana, la torre Eiffel era hermosa, debía admitirlo. Sabía que me iría, en lo profundo de mis pensamientos tenía ideas de como sería mi vida de hoy en adelante, ¿buena?, lo dudo, ¿mala?, tampoco para exagerar, esperaba mantener un bajo perfil y seguir bien en las materias, no quería tener sorpresas.

Lords & Ladies in Conflict  [MAMP#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora