Admirador Secreto

Siempre fuiste tú

- Alessandro -dijo Lucia en cuanto él cruzo aquella puerta, las lagrimas en los ojos de ambos no pudieron ser retenidas y se deslizaban rápidamente por el rostro de los jóvenes.

- Lucia -dijo él abrazándola delicadamente, como si se fuera a romper en cualquier momento.

-No sabes cuanto te extrañe -habló él, sentándose en la orilla de la cama mientras entrelazaba sus manos, aquellas que encajaban a la perfección- no vuelvas a dejarme solo, pequeña -susurró aquella última palabra, él era ajeno a que acaba de delatarse, estaba tan emocionado que olvidó ese detalle mientras solo seguía acariciando su mano con la yema de su pulgar.

Lucia por su parte terminó de encajar las piezas, siempre fue él, tan astuto de resguardar su identidad que jamás lo tuvo en cuenta en su lista, él cumplía con todas y cada una de sus pistas y características, estuvo con ella desde pequeños, era atento y la defendía cuando de niña era molestada.

- Eres tú -ella susurró, él la miro sin comprender hasta que se dio cuenta de la palabra que había dicho antes.

- Lo siento, no quise que te enteraras así, te lo quería decir de una forma más tranquila -lo miró esperando que él siguiera hablando, suspiró- sé que no estuve en tu lista de sospechosos, probablemente estes decepcionada al saber mi identidad, no te presionaré a aceptarme, solo te pido que no me dejes fuera de tu vida, quiero seguir siendo tu mejor amigo, seré feliz aunque no estes a mi lado -jamás pensó que decir esas palabras dolieran tanto, a pesar de estar preparado para este momento no fue consiente del dolor que le causaría decirlas.

-Me enamoré de tus palabras, de como te expresabas hacia mí, de tus sentimientos -Lucia trató de sentarse dejando de lado el dolor y posicionó su mano en la mejilla de Alessandro- nunca estuviste en mi lista, pero me alegro de que seas tú, te diré un secreto -él la miró atentamente- desde pequeños me gustaste Less -menciono el apodo con el que siempre lo llamaba- y lo seguiste haciendo ahora de adolescentes, no quise que nuestra amistad se terminara porque mis sentimientos hacia tí habían cambiado, cuando recibí las notas fui capaz de dejarte de lado y enamorarme de mi admirador secreto, pero seguías siendo tu.

Esa confesión lo tomó desprevenido, pero era el día más feliz de su vida, ella despertó y le correspondía, desde pequeños lo hacía.

Se inclino hacia ella, la miró a los ojos pidiéndole permiso y luego la besó, un beso lento lleno de amor, deseo, seguridad, un beso que prometía una vida juntos.