Capítulo 20

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Capítulo 20: los dioses conspiran en silencio.



El mes de agosto hizo acto de presencia y me pregunté varias veces como el tiempo podía avanzar así de rápido. Las últimas semanas habían comenzado a ser desastrosas de nuevo. Los humanos iban a enloquecer por no encontrar respuestas a el porqué la luna no brillaba y nosotros no podíamos hacer nada porque hacer algún tipo de comunicado para calmar a la población humana era exponer nuestra existencia. Así que nos esforzamos en encontrar una solución en silencio mientras el mundo afuera se desesperaba.

Obviamente para ellos no tenía sentido que la luna no reflejara luz cuando dicha luz era proporcionada por la luz solar y no por ella misma. Pero es que no era cuestión de ciencia, sino de otros factores. La luz lunar no se debía al reflejo del sol en ella —aunque si tiene algo que ver—, sino a su energía espiritual y el cómo conecta con la tierra.

Dependía de Inanna, lo que significaba que algo le había pasado.

Trabajamos sin descanso para al final poner nuestras esperanzas en aquel campo de fuerza al que nadie se podía acercar sin morir en el intento. Así que la base chilena se encargó de restringir y aislar todo el valle, prohibiendo paso a cualquier especie o ser viviente en el lugar, tomando responsabilidad y autoridad del caso.

Luego Jimin logró reunir a los paganos, no a los diecinueve faltantes pero si al menos a dieciséis. Hicieron su ritual de oración en el desierto, pasaron la noche entre plegarias y vínculos para después informar que la única fuente de energía extraña percibida venia exactamente del Valle de la Luna, también encontraron rastros de magia negra en Alejandría así que también estamos investigando sobre eso.

Hoy cuando me dirigía a mi habitación para descansar de las pantallas y tantas órdenes pasó algo muy curioso; la princesa Tzuyu, descendiente del bien y el mal, entró en una especie de crisis para próximamente desmayarse. Tuvieron que intervenir en su mente algunos guardianes para determinar su caso pero esta sorprendentemente bloqueó su mente y les provocó dolor. Los médicos intentaron hacer algo pero no podían hacerle despertar.

Luego cuando estaba acostada en mi cama oyendo los ronquidos de Suni y oliendo los gases de Jimin, nos notificaron que la princesa había despertado y mucho más extraña que antes. Así que con pesar y mucho cansancio nos volvimos a levantar todos para ir al salón de reuniones.

Ahora estando aquí sentada con mi pijama y todo el sueño del mundo, las palabras que han salido de su boca nos dejan a todos perplejos y mudos en el lugar.

¿Por qué están sucediendo tantas cosas este año? Me remuevo en mi asiento buscando con mis ojos a alguien en especial, pero no lo encuentro.

¿Se viene el apocalipsis ya y no nos fue avisado?

—Entonces —dijo un teniente coronel desde su escritorio, Tzuyu permanecía sentada en el centro de todo con una expresión de aburrimiento y fastidio, cosa nada común en ella— ¿Dices que tienes más de dos mil quinientos millones de años?

Resopló cruzando las piernas y enarcó una ceja. Lucía peculiar, lo poco que he logrado oír es que apenas despertó exigió vestirse con ropas más de su agrado, así que lleva un vestido hasta los tobillos de color amarillo pálido y sobre sus hombros una capa de seda del mismo color atada en un lazo a su cuello, sus pies solo con sandalias doradas atadas a sus tobillos, su cabello recogido en un moño.

Estoy muy segura de que antes era castaña pero ahora resulta que su cabello es completamente de tonos grises y azules.

—¿Son sordos o qué? —Me sobresalté por el tono que usó— Eso es exactamente lo que acabo de decir.

Moonchild: The Life |Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora