》Five; tears

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Días habían pasado ya desde la conversación entre Luke y Ashton sobre la castaña; Ashton seguía preguntándose a sí mismo por qué su amigo le diría eso. Por esa misma razón, decidió no hablar con Luke hasta descubrir qué era lo que trataba de decirle. ¿Y si tenía razón? ¿Y si no conocía lo suficiente a Alison? ¿Y si era cierto todo lo que le dijo aquel día?

Ashton se encontraba como acostumbraba cuando su madre trabajaba; caminando solo en el parque que, por muy rara vez, se encontraba casi vacío. La música estaba puesta en sus auriculares y una camiseta de AC/DC sobre su cuerpo. Era un día poco caluroso en su ciudad, índices de que se aproximaba el verano. El castaño levantó su mirada hacia cada rincón del parque para encontrar un buen árbol con sombra para poder sentarse un rato. Sus ojos toparon con uno que era perfecto, pero su atención fue llamada cuando vio a aquella chica sentada bajo su sombra. Alison.

En una de sus manos sostenía un cigarrillo a medias, mientras que la otra se la pasaba repetidas veces por debajo de los ojos. Ashton decidió acercarse a saludar y, si tenía suerte, a hablar con ella.

-Hey- saludó con una amplia sonrisa al estar de pie frente a ella.

Su sonrisa se desvaneció y su rostro se tornó serio al ver la cara de la chica; sus ojos y nariz estaban de un color carmín, mientras que en su mejillas resbalaban pequeñas lágrimas.

-Largo de aquí, idiota- le contestó ella volcando los ojos y mordiendo su labio inferior con fuerza.

Pero a pesar del mandato y del insulto, Ashton se sentó a su lado y la miró de perfil. Ella no protestó, solo limpió sus mejillas y le dio varias caladas a su cigarrillo.

-¿Por qué siempre estás de malas?- se escapó de entre los labios. Él quería saber qué era lo que la hacía de esa manera tan fría y misteriosa, aunque ese no era precisamente el momento perfecto para preguntar.

-No te metas en mis problemas y déjame sola- sorbió por la nariz y dio otra calada.

-No soy capaz de dejarte sola y mucho menos en este estado- le dijo sincero. Ashton no era de esas personas a las que no le importaban los demás.

Algo en el fondo del corazón de Alison punzó, haciéndola sentir extraña. ¿Acaso eso era cariño? ¿Cariño a la persona que, supuestamente, odiaba?... No, imposible.

-Venga, cuéntame qué te pasa- insistió él. Daría todo lo que fuera para saber qué ocurría con su nueva amiga.

Alison bufó y negó ligeramente con la cabeza. Dio una última calada a su cigarrillo y pasó su mano con éste hacia el dobladillo de su pantalón. Sin que Ashton se diera cuenta, apagó el tabaco con su piel, provocando un ardor y una marca que duraría mucho tiempo en quitar.

-¿Me dirás?- le preguntó Ashton al no recibir respuesta de parte de la castaña.

Ella se levantó del suelo y sacudió el polvo de su ropa.

-Algún día te lo diré- le contestó, cruzando los dedos por detrás de su espalda. Comenzó a caminar sin decir más.

-Prométeme que no intentaras suicidarte- murmuró Ashton, provocando que la castaña se detuviera de golpe-, no hoy.

Ella mordió el interior de su mejilla, sintió sus ojos empaparse y siguió caminando, sin contestarle a Ashton. En serio odiaba vivir con esa enfermedad que controlaba sus sentimientos.

Depression ➳ IrwinWhere stories live. Discover now