Demon and Mortal Love...♥

"ARRIESGANDO TODO"

Que molestia.

Sentí otra presencia a parte de la de Ash, ahora éramos tres.
Al abrir mis ojos me pose en la chica de cabello rubio que descendía desde arriba, tenía alas, unas prominentes alas de color gris, al pisar el piso abrió sus ojos dejándome ver sus ojos celestes.
Su rostro no mostraba ninguna expresión y a pesar de estar tan cerca no me ha mirado ni una sola vez.

-Alguien vino a verte, ella es _________, tu hermana, ¿la recuerdas?_

Su rostro giro hacia mi, me miró y dejo ver por primera vez una expresión.

Odio.

-Yo no tengo familia_

-Eso debería decirlo yo..._ dije y la mire.

-Ven acá Mei..._ la tomó del metón y me miró con una sonisa picára.

Ella no se negó.

-¿Qué le hiciste?_

-No te incumbe, aunque ella accedio completamente_ dijo riendo.

Una mentira.

-Me engañaste_ comencé a correr hacia el.

Mientras corría tome con fuerza mi espada.

-Mei..._ dijo señalandome.

Un ágil movimiento fue suficiente para ponerse frente a mi. Me detuvo y coloco su espada cerca de mi cuello.

La fulmine. Y suspire para bajar mi espada.

Una pelea entre hermanas.

-No la dejes escapar_

-Si..._ acerco mas la espada.

-Ahora que te tengo tendré que llevarte de vuelta al laboratorio, aunque fue muy rápido, pensé que sería mas divertido_

-¿A qué te refieres?..._

-Tengo órdenes, pero también quiero  divertirme_

-Te castigarán idiota_

-Lo se, pero tengo que demostrarles lo que puedo hacer..._

Mei no apartaba la espada y aquel idiota se quedó callado.
Observe el lugar, buscaba una salida.
O por lo menos apartar a Mei sin terminar con la espada clavada en el cuello.

-Juguemos algo, pequeña demonio_

-Deja de llamarme así_

-Mei, pelearas con ella_ me ignoro.

-¿Qué intentas?_ dije viéndolo, ella acerco más su espada.

-Si ganas te vas y no te molestamos_ me miró fijamente y luego hizo un ademán con las manos y continuó.

-Si Mei gana podré divertirme contigo como me plazca y te llevaremos con nosotros_ dijo soltando una carcajada.

-¿Este es tu juego?_ pregunte, solo sonrió.

-Mei, déjala_ ella bajo la espada.

Di unos pasos hacia atrás y sujete bien mi espada.

-En posición_

Solo nos mirábamos.
Finalmente chasqueo los dedos y Mei fue la primera en moverse.
Ella intentaba golpearme y varias veces su espada se acercaba demasiado. Me dediqué a esquivarla y bloquear sus ataques.