Cap 16. "Voy a darlo todo por ti. Haré cualquier cosa por ti."

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Amity estaba en la cocina cuando levantó la vista y vio a Steve estacionar un Plymouth negro con la leyenda AGUACIL DE POLÍCIA en la portezuela. Steve había sido aguacil del condado desde que Amity tenía memoria, aun antes de que llegara a tocar a la puerta de la casa del abuelo para obligarlo a que dejara a su nieta a asistir a la escuela. A Amity le gustaba Steve. Había sido el responsable de liberarla de esa casa.

-Buenos días, Aguacil Steve -lo saludó desde el porche.

-Buenos días, Amity. ¿Pasó una feliz Navidad?

-Sí, señor. ¿Y usted?

-Una excelente Navidad, sí, así fue -Steve recorrió el claro con la mirada-. Su casa luce muy bien.

-¡Oh, gracias! Luz ha hecho la mayor parte del trabajo.

Steve echó un vistazo al lugar antes de preguntar.

-¿Se encuentra ella aquí, Amity?

-¿Sucede algo malo, alguacil?

-Sólo necesito hablar con ella acerca de un pequeño asunto que surgió anoche en el pueblo.

-Oh... Bueno... Claro -hizo un esfuerzo por alegrarse.

Al cruzar al patio, sintió un nudo amenazador en el estómago. ¿Qué quería el oficial de policía con Luz? Cuando llegó a la puerta abierta del cobertizo, el rostro de Luz traslucía claramente sus malos pensamientos.

-¿Luz?

Ella se dio vuelta con la brocha de pintura en la mano.

-Me extrañabas, ¿verdad?

-Luz, el alguacil Steve está aquí. Quiere verte.

-¿Sobre qué?

-No lo sé. Quiere que vengas a la casa.

Luz se quedó quita durante diez segundos; luego, con cuidado, dejó la brocha sobre la lata de pintura.

-Vamos.

A casa paso, Amity sentía que el nudo iba creciendo y que la aprensión se acumulaba en el pecho.

-¿Qué es lo que quiere, Luz?

-No lo sé. Pero me parece que vamos a averiguarlo.

El aguacil Steve estaba esperándolas al lado del Plymouth; tenía los brazos cruzados sobre el pecho. Luz se detuvo ante él.

-Buenos días, alguacil. ¿Qué se le ofrece?

-Unas cuantas preguntas. ¿Trabajó en la biblioteca anoche?

-Sí, señor.

-¿Usted cerró?

-Así es. A las diez de la noche, como de costumbre.

-¿Y qué hizo después, señora Noceda?

-Vine a casa y me acosté. ¿Por qué?

-¿Conoce a una mujer llamada Boscha Peak?

Luz sintió que la angustia crecía desde la parte posterior de las rodillas y empezaba a trepar por su cuerpo, como agujas puntiagudas que le quemaban.

-Sé quién es. No diría con exactitud que la conozco. No.

-¿La vio anoche?

-No.

-¿No fue ella a la biblioteca?

-Nadie va cuando estoy ahí. Es tarde.

-¿Nunca fue a buscarla a deshoras?

LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL AMOR -LUMITY ADAPTACIÓN-Where stories live. Discover now