Cartas a Rei [ Enjirei ]

Cuarta Carta

Hola Rei.

Lamento no haber enviado más que unas solitarias flores la vez pasada, sucedieron cosas externas que terminaron destruyendo la original, así que lo que tienes actualmente en tus manos es solo una réplica de mis pensamientos de la vez anterior.

Esta vez quería contarte un poco más de lo que ha pasado a mi alrededor. De seguro ya sabrás que Shoto está haciendo sus pasantías en mi agencia, y aunque pensaba entrenarlo solo, el me pidió que aceptara a dos de sus amigos.

Tienen potencial, no lo negaré, pero aún les falta mucho por recorrer incluso para el mismo Shoto.

Desearía mantener una postura recta al respecto... pero no puedo evitar sentirme orgulloso de nuestro hijo e incluso fui capaz de decírselo (seguro estarás sorprendida, pero juro qué no es broma), aún cuando admitió que no me acepta del todo.

Quizás pienses que soy lamentable, y aunque no está muy lejos de la realidad, aún tengo la convicción de seguir adelante en el nuevo camino que decidí elegir: Convertirme en el héroe que tanto ustedes cómo yo acepten por completo.

...

Estuve hablando con Fuyumi y gracias a ella puedo saber un poco más sobre la vida de Natsuo.

Hace poco intenté hablar con él, pero ya debes saber lo terco que es cuando se trata de mi persona, y aún que muestre su faceta rebelde y esquiva, me complace escuchar que es un excelente estudiante en todos los sentidos.

Me gustaría decírselo, pero estoy seguro de que no lo recibirá bien.

Hay un montón de cosas que espero contarte, pero quiero tener una excusa para volver escribir algo para ti, y para ello debo aguardar pacientemente e ir escribiendo pedazos para ti, poco a poco...

Dicho esto, no me queda más que orar para que siempre te encuentres bien.

Esperando tú pronta mejoría y libertad, Enji.

[...]

En la pequeña habitación del hospital, la mujer de hielo mirada atentamente las cartas y tarjetitas que tenía en su escritorio. Luego le dio una mirada al papel en blanco que tenía frente a ella.

¿Qué debería escribir?

Su mente estaba vacía en cuanto a ideas, no tenía nada especial que decirle o contar a su esposo, aún cuando se acostumbró a recibir cosas de él, llenos con profundos significados para ambos, aún existía una pequeña pero importante línea que los dividía y que, por más que Enji logró evitarla un poco, ella aún estaba estancada por lo mismo.

En ese momento le dio un elogió mental por su esfuerzo, no es fácil expresarse en un papel.

Y Aunque fuera hábil en expresarse ¿Qué le contaría?

— ¿Sucede algo mamá? — la voz de uno de sus adorados hijos la llamaba para que volviera en sí, está vez era su tesoro menor Shoto que finalmente después de un tiempo consiguió venir a verla — Llevas rato mirando la hoja.

La mujer río bajito — Estaba pensando que podía escribir.

— ¿A qué te refieres? ¿El doctor te pidió algo así?

Aunque no era la primera vez que tenía que redactar cosas en un papel, por suerte este no era el caso cómo su hijo suponía. Pero eso no quitaba el hecho de que no era muy buena en ello.