27

773 93 20
                                    

Pov Toni

Me cago en Pogo, hijo de puta. Por su culpa no podré andar en días.

Lo siento, pero me dejé llevar y ese asiático folla de puta madre, la próxima vez tratare de no calentarme tanto.

Reí por lo bajo por sus disculpas y traté de levantarme de la cama, pero como no me dolía la cadera como su puta madre.

—¡MI CAZZO SU MIA FOTTUTA MADRE, AGH! —exclamé al sentir punzadas en la cadera y abdomen, desperté a Hai.

—¿Qué pasa? —preguntó levantándose también, al darse cuenta rió— Lo siento Poni, "pelo" ese payaso me calentó mucho.

—No, si ya lo veo.

Me ayudó a levantarme y vestirme, después de esperar a que se duchara bajamos a desayunar.

Hablamos sobre diferentes sitios por los que la venta podría ser un éxito, quedando en que a las ocho saldríamos, Jose, Matteo y yo a vender los caramelos mientras Hai e Igor tenían un trato con una banda que quería armas.

Ya en la hora acordada, nos vestimos para pasar desapercibidos y tomamos tres motos ninja, las hijas de puta corrían mucho.

Nos separamos y cada uno fue a una zona de la ciudad, Jose fue al norte, Matteo al sur y yo al este, ya que en el oeste estaba la comisaría. La venta iba increíblemente bien aunque no me quitaba de mi cabeza el encuentro con el rubio de chaqueta roja y lo que me dijo.

"Nos han enviado a por el terrorista, pero en el momento en el que empecéis a mover esas pirulas será cuestión de días para que os encontremos..."

Esas palabras pasaban una y otra vez por mi cabeza, ¿y si me había mentido para meterme miedo? ¿Y si era verdad?

El sonido de la radio me sacó de mi burbuja.

Elefante —dijo Jose desde la frecuencia, mi pulso se aceleró al reconocer el significado de esa palabra que acordamos que era lo que teníamos que decir si nos secuestraban/pillaban.

Marqué el número de Matteo y esperé a que lo cogiera.

—Matteo, tenemos que ir rápido a la casa y dejar todo, Jose está en peligro.

Él obedeció y quedamos en la casa que estaba sola porque Hai e Igor habían salido, dejamos las pirulas y dinero, nos cambiamos de ropa y salimos en mi moto a la zona norte.

Estuvimos bastante tiempo dando vueltas pero nada, no había ni rastro de Jose ni su moto.

—¡Espera! ¡mira! —exclamó Matteo señalando una moto morada, yo me acerqué y aparqué, abrí el pequeño maletero y para mi sorpresa estaba el dinero y pirulas, solo querían a Jose...

—¡Mierda, joder! —grité estresado dándole una patada a la moto, me senté tapándome el rostro con las manos— Es todo mi culpa... han sido los mismos hijos de puta que quisieron negociar conmigo.

—Cuando me secuestraron, escuché algo de un "nido" y de que estaba bajo un puente entre las montañas —dijo Matteo, yo alcé la mirada sorprendido.

—Matteo, ya sabemos donde está su base.

Les dejé un mensaje a Hai e Igor diciendo que teníamos que arreglar unos asuntos con una banda, tomé una carabina y varios cartuchos preparándome para la guerra.

Pogo, hora de divertirse —dije ajustándome la corbata negra en el espejo mientras una sonrisa cínica se curvaba en mis labios.

N.O

¿Solo un Sugar daddy? ||| HANI Where stories live. Discover now