Capítulo 17: En las fiestas hay peligro.

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-Tía que bueno que está Oscar…-me dijo Jana tímida.

-Todas las que aquí nos hemos dado cuenta.-le confesaba a mi amiga mientras me ponía en un vaso un poco de hielo acompañado de Vozka negro y después zumo de limón.

La música empezó a sonar y Evan no paraba de mirarme mientras yo me movía al son de la música. Sus pequeños y profundos ojos que carecían de párpado me recorrían todo el cuerpo. Tenía unos ojos parecidos a los de Alex. Mierda, no pienses en él Vanessa. Evan me miraba mientras daba unos tragos a su bebida. Me mordí el labio mientras le miraba seductora y al acabar la canción me fui al jardín dónde la mayoría de los chicos ya estaban manos a la obra con la carne. Olía todo a humo de barbacoa y algunos tíos no sabían manejar bien la parrilla, por eso es por lo que decidí tomar el mando del asunto y preparé mi propia carne, algunos se quedaron patidifusos y los demás no se sorprendieron ya que eran mis amigos y ya sabían de mis dotes culinarias para las barbacoas. Cogí un poco de pan, eché kétchup y me senté en las sillas de jardín que tenía Erik en su casa. A medida que se iban preparando su comida se iban sentando todos en el sitio dónde me dispuse yo y así formamos un circulito dónde empezaron a charlar sobre motos.

-Eres una chica muy polifacética; tanto sabes bailar como cocinar….

Ante esa voz ronca y seductora me giré sorprendida, ya que venía de mi espalda.

-¿Qué te creías Evan? Y porqué aún no lo has visto todo…-dije retándole. Evan siempre me ha atraído y si el come mierdas de Alex iba a estar probando pechuga de cada pollo que había en este santo pueblo yo no sería indiferente. Y Evan mostró interés en mí desde la esquiada más o menos, así que ¿Por qué no?

Se acercó a mi oreja mientras muy bajito me susurró: “Pues quiero verlo… Todo…”

Le sonreí y como me había acabado mi comida le cogí de la mano y me lo llevé dentro. Dentro estaban todas las parejitas que se habían formado durante la fiesta: Mary y Brett, Jared y Hannah, Jana y Oscar, Sandra y Randy y para finalizar Ben y Tiffany. Algunas de esas parejitas ya estaban formadas pero Jana y Tiffany tendrían que contarme muchas cosas.

Como no quería parecer de esto un salón de citas me llevé a Evan a la planta de arriba, nunca había venido a esta casa y no sabía dónde me dirigía y dejé que Evan ahora me llevase por la segunda planta. Llegamos a una puerta llena de carteles de prohibido pasar, legalizar la marihuana, Weed for Live, y cosas así, supuse que era la habitación de Erik, me preguntaba que pensarán sus padres sobre estos carteles.

El cuarto de Erik era de color azul oscuro, bastante grande con una cama de matrimonio. Al cerrar la puerta agarré la cara de Evan con mis manos y estampé mis labios contra los suyos haciendo así un beso de película. No besaba tan bien como Alex, pero lo había bien. No sabía tan bien como Alex, pero sabía bien. Él no era Alex, pero estaba bien.

Sus manos recorrían todo mi cuerpo hasta llegar a mi espalda dónde me metió mano por dentro del jersey intentando desabrochar el sujetador.

Ingenuo, se abrocha por adelante.

Sus dedos curiosos exploraban la parte trasera de mi sujetador intentando descodificar el broche.

-Se desabrocha adelante.-dije no aguantando más la risa.

Me sonrió y me quitó el jersey.                              

-¿Ahora?-le desafié levantando la ceja de mi ojo izquierdo.

-Sí.-dijo mientras no apartaba la vista de mis senos e intentaba desabrochar el sujetador. Lo consiguió desabrochar y yo hice lo mismo con su camisa.

Le agarré del pantalón y se lo empecé a quitar. Le tumbé sobre la cama y yo encima de él. Le iba besando el cuello mientras el agarraba mi trasero de forma intensiva. Bajé mis labios por su abdomen trabajado hasta llegar a sus oblicuos, más conocidos como “V”, quité su calzoncillo y empecé a masajear su pene con mi mano y después llevándomelo a la boca. No era ninguna novata en esto, antes de Alex, cuando vivía en Bloomsburg tuve un novio.

Mientras que yo seguía con mi infalible técnica él se esbozaba de placer cerrando los ojos.

-Ya, ya.-dijo él para indicarme que se iba a correr.

Preferí no mirar y cogí mi sujetador, mi jersey y le di un ligero beso en la frente a Evan.

-Adiós guapo.-dije antes de salir de la puerta con una sonrisa inocente. Al ir abajo cogí mi bolso y agradecí haber metido mi cepillo de dientes, busqué en la casa algún baño y lavé mi boca.

Todos ya habían acabado de comer y empezaron a bailar mientras fumaban, otras estaban apalancados fumando y otros bebiendo. Mis amigas bailaban y bailaban y me incorporé con ellas.

-¿Qué tal?-me dijo Jana.

Yo hice un gesto con los dedos indicando “magnífico”. Al cabo de 10 minutos Evan ya estaba abajo y buscándome con la mirada. Yo ahora quería bailar así que cuando vino a por mí para llevarme a un sitio más tranquilo, me quedé en el sitio y empecé a bailar con él mientras reíamos. Yo ya tenía mi mirada en otro chico: Richard Moore. El ojazos de Richard Moore.

-Ve a traerme un vozka negro con Lima, anda. Me lo debes.

Evan se fue a traerme lo pedido y al llegar le di un beso en los labios.

-¿Podemos hablar?

-Claro.-le contesté.

Fuimos al jardín, había una parte dónde no había nadie y nos sentamos en el césped para hablar.

-¿Qué quieres?-dijo el confuso.

-¿Cómo que qué quiero?

-Haber, sé que estas con Alex, pero me gustas Vanessa. Me pareces interesante y muy guapa. Y tus cualidades son…mmm… Magnificas.

Le sonreí y le di un beso.

-No estoy con Alex, él no está con nadie, solo somos amigos y a veces nos lo pasamos bien juntos. Me pareces interesante igual Evan, pero ahora mismo no quiero complicarme más de lo que estoy ahora, eso no quita que no nos lo podemos pasar igual de bien.

Evan me sonrió y asintió, lo había entendido. La música se paró y se escucharon gritos de alegría. Y entre esos gritos el nombre de Alex.

¿Qué diablos hacía aquí? Debería estar tirándose a Ashley o en su cama reposando. Evan hizo cara de extrañado y se levantó agarrándome de la mano hacía la puerta principal de la entrada. Vimos a Alex con Ashley en la puerta. Casi me da una arcada del asco que me hacía esa maldita pareja. Llegué sonriendo y le di un abrazo a Alex, después sonreí inocente a Ashley y me despedí de ellos. Me senté en el sofá toda feliz, pero en verdad me estaba quemando ver a esos dos juntos. ¿Cómo podía ser así? No solo se la tiraba si no que venía a hacerlo en mi cara. ¿Qué coño quería? ¿Verme sufrir? Pues no lo conseguirá, antes hago un striptease delante de todos.

Ashley se quedó sola en la cocina mientras Alex se iba acercando a mí.

-¿Podemos hablar?-yo estaba en el sofá al lado de Evan y Hannah. Les miré y me levanté.

-Claro.

No quería hablar con él, solo estamparle su cabeza contra la pared. Yo le seguía fuimos a la planta de arriba y fuimos al cuarto de Erik.

Alex me miró y abalanzó sus labios en los míos. 

¿Que quieres de mí, amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora