Capítulo 36

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Aisha se sentó en el mesón de la cocina de su apartamento junto a su plato de comida.

Ya llevaba un buen rato de no pensar en lo sucedido con Siyeon hace unas semanas. Aún así, a pesar de haberse disculpado con Bora, sabía que también debía pedirle disculpas a Siyeon. El problema era que temía como la fuera a tratar la mayor después de lo sucedido.

-Si no quiere volver a verme...-tragó saliva insegura-es un riesgo que debo tomar...Supongo

Suspiró y agitó su cabeza para evitar seguir pensando en ello. Se dispuso a comer para poder ir a caminar un rato por ahí para despejar un poco su mente.

Unos cuantos golpes en la puerta de su apartamento hicieron que se levantara de su asiento y fuera a abrir la puerta.

-¿Si? ¡Oh! Hola Yiren-se hizo a un lado para que la más baja pasara

-Hola Unnie-le sonrió antes de entrar al departamento de la mayor

-¿Qué te trae por aquí? Pensé que hoy estarías con Mia Unnie todo el día-mencionó mientras cerraba la puerta y se dirigía de nuevo a sentarse para continuar comiendo

-A Mia Unnie se le presentó un problema y me avisó que no podríamos salir hoy-explicó la menor sentándose al frente de la más alta-así que pensé venir a visitarte a ti Unnie. Espero no te moleste

-Oh no, claro que no-negó-solo estaba comiendo para salir a caminar un rato, así que tu compañía me cae como anillo al dedo. Claro, si quieres acompañarme, tampoco es la gran cosa

-Me encantaría Unnie-le sonrió la menor. Aisha sonrió de vuelta

'Es la sonrisa más tierna que he visto' pensó la mayor sin dejar de observar a la castaña menor

'Es la sonrisa más tierna que he visto' pensó la mayor sin dejar de observar a la castaña menor

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Siyeon dejó su uniforme en su puesto de trabajo y tomó su mochila para irse a su casa.

-Nos vemos mañana Hyunjin-se despidió de su compañero

-Cuídate Lee-se despidió de vuelta el rubio

Siyeon salió del local y comenzó a caminar en dirección a su casa ya que está no quedaba muy lejos de la cafetería.

Sacó su celular para revisar si tenía algún mensaje. Comprobó que no había ninguno así que lo guardó de nuevo en su bolsillo y detuvo su paso apenas vio que el semáforo para peatones estaba en rojo apenas llegó al final de la acera para cruzar la calle.

Espero pacientemente hasta que el semáforo para peatones se puso en color verde. Apenas dio un paso en la calle inmediatamente fue tomada por el brazo y jalada hacia atrás lo suficientemente rápido como para ver en cámara lenta como un auto de los que había parado en el semáforo en rojo, se lo saltaba y seguía derecho casi llevándosela por delante.

-¡Unnie! ¡¿Estas bien?!-Aisha se paró frente a la mayor mirándola preocupada-¿Unnie?

Siyeon parpadeó varias veces y dejó de mirar a la nada para posar su vista en la menor.

-¿Q-qué?-estaba anonadada por lo que le pudo haber sucedido si Aisha no a hubiera jalado

-Te preguntaba que si estabas bien, y por lo que veo afortunadamente lo estas-comentó aliviada la más alta-menudo estúpido quien haya sido que se haya saltado el semáforo, casi te atropella al ser la única que iba cruzar. Menos mal te vi antes de que pasara un accidente

-Si, al menos-murmuró aún con sorpresa-Gracias Aisha

-De nada Unnie-le respondió

Se quedaron en un silencio algo incómodo para ambas. Aisha quería aprovechar la oportunidad para disculparse con su mayor mientras que Siyeon trataba de mirar a otro lado que no fuera la chica frente a ella.

-Unnie-la llamó la más alta. Siyeon la miró de nuevo atenta a lo que iba a decir-lo siento

-Aisha...-Aisha le hizo una seña con la mano para que la dejara hablar

-Ya le pedí disculpas a Bora Unnie. Ahora debo pedírtelas a ti-la castaña agachó su cabeza-...De verdad lamento haber hecho lo que hice y entenderé si no quieres que seamos amigas después de eso. Solo quiero poder quitarme ese último peso para poder estar en paz conmigo misma

Siyeon miró a Aisha unos segundos sin decir nada. La castaña pensó que tal vez eso sería todo, así que se iba disponer a retirarse de allí entendiendo el silencio de la mayor. Pero no espero sentir los brazos de la pelinegra rodearla.

-Unnie...-mumuró sorprendida

-Te perdono-le dijo con una sonrisa mientras se separaba del abrazo

-¿De verdad?-la más alta aún no lo creía del todo

-Claro que si, Aisha-la pelinegra se sentía enternecida por la duda de la menor-cometiste un error y tuviste la valentía de disculparte. Eso es más que suficiente para mí

A la menor le brillaron los ojos emocionada.

-¡Muchas gracias Unnie!-la abrazó de vuelta con fuerza

A mis piesWhere stories live. Discover now