Capítulo 7

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Las tres chicas no quitaban la vista de aquella chica pelinegra que las había atendido hace solo unos minutos.

-Pues no está mal-JiU fue la primera en comentar

-¡Minji!-las voces de su amiga y de su novia se unieron junto a una mirada de reproche por parte de la castaña y de celos por parte de la rubia

-¿Qué? No estoy ciega, sé cuándo admitir que una mujer es bonita-levantó sus manos a la defensiva-solo daba mi opinión

La castaña rodó los ojos mientras devolvía su mirada a la chica de la cual aún desconocía su nombre.

-¿Viste su nombre en el pin de su uniforme?-le preguntó a Yoohyeon sin mirarla

-No me iba a fijar en eso mientras ella estaba tomando nuestra orden-golpeaba con las yemas de sus pulgares la superficie de madera-ahora cuando venga con nuestro pedido podemos intentar verlo

La castaña asintió en respuesta.

-Ya deja de mirarla, la vas a asustar si llega a voltearse-le dijo la mayor de ambas-la pobre pensará que eres una psicópata que busca secuestrarla y meterla dentro de alguno de sus frezers

-Mejor quédate callada Minji-la fulminó con su mirada, la pelinegra solo se encogió de hombros

-Mejor quédate callada Minji-la fulminó con su mirada, la pelinegra solo se encogió de hombros

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-¡Orden de la mesa 9 lista!-Hyunjin puso cada pedido sobre el mostrador

-Ya la llevó-comenzó a acomodar cada vaso sobre la bandeja y colocó de último ambos platos con el trozos de pastel

Cuando ya los tenía acomodados comenzó a caminar hacia la mesa de las tres chicas que había atendido. Apenas estuvo en la mesa, en silencio y con calma, puso cada bebida frente a cada una de las chicas y finalmente colocó los dos trozos de pastel.

-Si necesitan algo más solo levanten la mano, yo vendré con ustedes. Disfruten su pedido-hizo una reverencia y se retiró de la mesa

Caminó de nuevo hacia el mostrador y se apoyó en él mientras observaba la poca clientela que había el día de hoy.

-A comparación de otros días, hoy hay muy poca gente-le comentó a su compañero de trabajo

-Tienes razón, tal vez se deba a que los lunes siempre son los días más ajetreados en cuanto a trabajo-dijo el rubio mientras limpiaba su sitio de trabajo-por cierto, ¿Cómo haces para que todas las chicas que vienen se te queden mirando?

-Si Jeong In estuviera aquí no le gustaría mucho tu comentario-la pelinegra rió-y no sé a qué te refieres, yo solo veo a todos disfrutando de su comida y bebida

-¿Y qué me dices de ella? No ha dejado de mirarte desde que la atendiste?-señaló con su cabeza a la castaña de la mesa 9

Siyeon dio una mirada disimulada confirmando lo que su amigo decía.

Por supuesto que reconocía a la castaña, fue con quién chocó hace una semana en la universidad. No pensaba que volvería a verla, ya que al parecer la chica pertenece a la facultad de administración por su forma elegante y formal de vestir.

-Tal vez solo tiene la mirada pérdida y yo quedé en su camino-le restó importancia volviendo a mirar a su amigo-no es como si yo fuera alguien atractiva para que se me quedara mirando

-Eso díselo a todas las chicas que han dejado esto-colocó sobre el mostrador unos cuantos trozos de papel-todos estos son de casi todas las chicas que han venido aquí y tu las has atendido

-En ese caso puedes desecharlas, tengo muchas más cosas en las cuales pensar para siquiera tomarme 5 minutos en llamar a alguna de esas chicas-Siyeon mantenía un semblante serio

-En vez de desecharlas, ve y dale alguna a Chan Hyung. Te lo agradecerá-Hwang dejó a un costado el trapo con el cual estaba limpiando-está en la cocina hablando con Seonghwa y con Félix, haciendo unas cuantas revisiones de rutina. Quiere hablar contigo, así que será mejor que te sientes y lo esperes

Siyeon asintió y le entregó tanto su bandeja como su delantal y se fue a sentar en una de las mesas a la espera de su jefe.

Sacó su celular y comenzó a mirar si tenía algún mensaje de Handong. La rubia se había ofrecido para cuidar de su madre el día de hoy junto a Dami, también se ofreció para ir a recoger a su hermana menor para que ella no tuviera que desviarse luego del trabajo al colegio de esta, dejarla en casa y luego irse a la universidad para sus dos clases del día.

-Siyeonnie-guardó su celular y miró a su jefe-¿Qué tal te ha ido?

-Bien, trató de hacer todo de la forma correcta-le sonrió

Chan tomó asiento frente a ella y cruzó sus manos sobre la mesa.

-Supongo que Hyunjin ya te habrá dicho que necesito hablar contigo-Siyeon asintió-primero que todo, despreocupate no es nada malo. Lo que quiero decirte no tiene que ver con tu puesto de trabajo sino con algo externo a ello

-¿Qué sería?-preguntó curiosa

-Quisiera invitarte a ti junto a los chicos a una fiesta que realizaremos yo y Changbin-le dijo esperando que la contraria respondiera de forma positiva

-Mm no lo sé, sabes que no puedo darme el lujo de dejar a mi madre sin supervisar que tomé sus medicamentos a la hora adecuada-en su rostro se formó una mueca de duda

-Vamos Siyeon, puedes decirle a tus hermanas que cuiden de ella. Necesitas un descanso de todas tus actividades-Chan tomó las manos de la pelinegra y la miró con súplica-por favor

Siyeon lo miró poco convencida, pero finalmente dio un suspiro y asintió.

-Bien, está bien. Iré a esa fiesta, pero-lo frenó antes de que celebrara-con la condición de que no beberé y me iré temprano de allí

-Como tú quieras, lo importante es que vayas-le sonrió y se levantó del asiento-bien, debo irme debo reunirme con mi padre. Ya sabes reuniones aburridas

-Antes de que te vayas, ten-le extendió los papeles que le había dado Hyunjin

-¿Qué es esto?-miraba cada uno de los papeles que le había entregado

-Tómalo como el resultado de ser atractiva para las mujeres y un favor para tus problemas para conseguir una cita con ellas-le guiñó un ojo antes de levantarse e ir donde Hyunjin por sus cosas

A mis piesWhere stories live. Discover now