𝖥𝗋𝖾𝗌𝖺𝗌 𝖾𝗑𝗉𝗅𝗈𝗌𝗂𝗏𝖺𝗌 / [𝗕𝗮𝗸𝘂𝘁𝗼𝗱𝗼]

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Shoto estaba avergonzado, imito la acción de la rubia. Aclaro su garganta desviando la mirada hacia la taza en sus manos.

—Es algo triste saber que después ya no estará y no quisiera que los niños me vieran teniendo un ataque. Se asustarían.

Después del accidente en el campamento y la recuperación de Bakugo, las cosas habían dado un gran cambio en tan solo un mes. Al adulto se le veia mas en casa y pasaba tiempo con sus hijos, a excepción de Yuki, pero seguía intentando que este le hablara; desayunaba, comía y cenaba con ellos junto con Shoto, y en algunas ocasiones acompañados también por Mitsuki o por la familia del bicolor. Incluso las cosas entre la pareja había mejorado, no estaban tensos y ya no discutían tan a menudo. Katsuki estaba logrando su cometido. 

—Mmh, entonces si firmaras el divorcio — Mitsuki noto como el chico se tensaba—. Quiero decir, sé que es tu decisión, pero ¿por qué esperar tanto para firmarlo?

—Porque quiero que Kats se siga reconciliando con los niños, no quiero que Yuki lo siga ignorando, Rei ahora ya le habla y Hiro no tiene problemas con él, pero si hacíamos todo al revés sé que su hijo no volvería a tratar de contactar a los niños o si quiera buscarlos para hablar de nuestra separación por el orgullo que tiene. Me dejaría todo a mi y solo Yuki lo terminaría odiando, Rei también y Hiro... creo que igual, sentiría que su padre lo abandonó. Y no quiero que ninguno de mis hijos se sienta de esa forma, tampoco quiero que lo odien.

Mitsuki le sonrío con tristeza—. Bueno, si esa fue tu decisión la respeto, pero quiero que sepas que incluso cuando se separen estaré viniendo a visitar a las pulgas, todos los días. Pero que joda, mejor compro una casa por esta zona — Shoto rio contra la taza casi ahogándose.

—Puede venir a visitarlos las veces que quiera, estaba pensando en contratar a una niñera.

—Lo que tu decidas está bien, confió en ti. Pero la tendré que supervisar, no cualquier mocosa cuidara de mis nietos — ambos rieron por su comentario.

Shoto y Mitsuki hablaron y siguieron riendo toda la noche sin darse cuenta hasta que la alarma del teléfono de la rubia los interrumpió.

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—¡Blasty! — saludo sonriente como todas las mañanas—. Al parecer alguien durmió de mal humor.

—Cállate, no estoy para tus bromas.

Después de haber ayudado a Shoto con su ataque y que este saliera huyendo, se quedó dormido en la alfombra de la habitación. Su espalda y cuello le pesaban, el dolor era insoportable que lo ponía más de mal humor. Tomo dos analgésicos para el dolor una vez que llegó a su oficina.

—Según me dijo tu nueva secretaria, en la tarde firmaras un contrato con la empresa Shiketsu, Camie y su hermano llegarán a las tres, después de eso ya tendras el día libre.

Una de las cosas que había hecho como parte de su plan, y por recomendación de cierto pelirrojo, fue despedir a la secretaría con la que engañó al menor de los Todoroki. Pero no fue despido sin justificación, había descubierto que esta hacía un lavado de dinero en su cuenta bancaria personal y de la empresa.

—Joder, no entiendo porque contrate a alguien mas si tu pareces más mi secretario.

—Es porque yo soy tu mano derecha, tu mejor amigo y cómplice de negocios. Si fuera tu secretario no podría pasar tiempo con mi conejito.

Katsuki bufo al escuchar el apodo que tenía el novio de Kirishima—. Solo a ti se te ocurren apodos horribles.

—Mira quien lo dice, tú le dices a Todoroki "fresita" solo porque huele, y según tú, parece una.