Los Muertos

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Alex podía sentir como su cabello se movía con libertad de un lado al otro a causa de la suave brisa que la envolvía. La espalda le dolía, las lágrimas se habían detenido hacia un par de horas atrás pero su cabeza no podía dejar de revivir la misma imagen una y otra vez.

Nick había elegido a los caminante por sobre su familia, por sobre ella.

Dentro del vehículo el silencio reinaba con pesar, Alicia había tomado su mano desde el momento que habían partido desde la finca y aun la sostenía con fuerza. Alex sabía que Madison la observaba atentamente, esperando a que la chica soltase todo aquello que mantenía dentro de su pecho; dolor absoluto. Pero Alex así no lo hizo. Sabía que no podía derramar una sola lagrima mas por Nicholas Clark, el trayecto le había dado tiempo suficiente para pensar que no había tiempo alguno para que el castaño reinara sus pensamientos, debía mantener la mente lo más tranquila que se le permitiese. Gran parte de su ser le pedía a gritos que no se auto mintiera con tanta crueldad, el chico había formado parte de la mayoría de su vida y formaba parte de su corazón pero el mundo se había ido justo al demonio, luchar por vivir en un mundo de muertos o morir por no haber luchado pero si haciéndolo con su corazón. Fue como si algo conectase dentro de su pecho, una especie de energía en la cual encontraba la verdadera razón de luchar; ella misma. Lo haría por su familia, Madison, Alicia, Travis, Chris... incluso Nick.

Observando cómo su cabello se detenía de golpe pudo comprender que el vehículo lo hacía de igual forma. El frío de la ausencia de la mano de Alicia le hizo razonar que su cuerpo estaba luchando contra el frío y el hambre, no podía recordar cuando había sido el último alimento que había ingerido o la última gota de agua. Alicia le regalo una mirada cargada de cansancio pero con aquel cariño que siempre le demostraba. Alex luchó por devolverle el gesto pero una mueca fue todo lo que consiguió.

-Mamá, debemos volver a él Abigail.

-Debemos continuar buscando.

Alex quería gritarle que aquello era totalmente inútil, si aquella búsqueda tuviera algún fin en particular ella misma se ofrecería para ir a por él. La amargura en la boca al saber que Nick se había marchado por su cuenta detrás de un pensamiento que Alex no lograba comprender fue lo que la hizo guardar silencio y esperar en su lugar. Lo siguiente que supo, fue que el Abigail había sido robado por los militares dejándolos sin vía de escape, su pulso comenzaba a acelerarse no sabía exactamente a cual de todas las razones se debía, el hambre, el dolor que latía con fuerza contra su pecho o el simple hecho de que si no encontraban un lugar seguro para pasar la noche los dejaría a merced de los caminantes.

-El Hotel, en la playa. Vamos, mamá debemos irnos.

-Siempre vuelve a casa, ¿verdad Alex?- al escuchar su nombre su vista se clavó directamente sobre la de Madison, esta parecía perdida y agonizante. Alex buscó las palabras correctas para decirle de una forma que no la lastimase que su hijo no volvería, dentro de ella supo que la rubia lo presentía, pero comprendió que era su madre y nunca dejaría de buscarlo.

-Mamá, somos Alex tu y yo ahora- bajo las últimas palabras de Alicia, Alex pudo sentir un poco de calor dentro suyo. Su familia la protegería aun cuando no pudieran hacerlo por ellos mismos. Algunas ramas de árboles permanecían cerca de la orilla del mar, ambas chicas buscando consolar a Madison decidieron formar con letras sobre la arena dejando un mensaje legible sobre ella.

"ABIGAIL PERDIDO, VE AL NORTE"

Frente a ellos, un gran hotel con al menos veinte pisos se alzaba con una mala energía que Alex pudo percibir en el momento que colocaba un pie fuera del vehículo. Victor parecía reacio a la idea de haber perdido su bote, por su parte Ofelia a su lado, mantenía la vista buscando alguna señal de peligro. Se podía apreciar el ruido que los caminantes producían, Alex inconscientemente llevo su mano hasta el bolsillo trasero sus pantalones acariciando suavemente el cuchillo que Travis tiempo atrás le había obsequiado. Una espesa niebla los cubría impidiéndoles poder observar mas allá de la entrada del gran hotel. Un largo muelle conectaba con este perdiéndose en alguna parte dentro del océano, Alex tragó saliva con fuerza al recordar una cálida tarde de verano en la cual Nick la había llevado por helados terminando su tarde sentados apreciando el atardecer en la playa. Todo aquello se sentía como un siglo detrás, una vida diferente, una alegría que en aquel momento en la chica se le antojaba inexistente.

I Choose You- Nick ClarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora