Pepero Day ¬ NaKook

¬ 18

Al día siguiente~

Escondida tras la capucha de su abrigo, caminaba sigilosamente entre los alumnos. Otra vez estaba esquivando a Jungkook.

¿Era inmaduro de su parte? Tal vez. ¿Estaba haciendo el ridículo? Muy probablemente.

Pero ya no había vuelta tras para pensar.

— Solo esquivalo, hazte la complicada.

— ¿Así de fácil y ya?

— Si, así de fácil.

Recordó la conversación con Yoo, y se armó de valor para intentar lo mencionado.

Soltó un suspiro, y se relajó, tomando los libros de su casillero, cuando de repente, al cerrar la puerta, en el metal se encontró una nota que decía; ¿vainilla o frutilla?

Frunció el ceño, pero aún así, sacó un marcador de su mochila, y redondeó la segunda palabra.
Volvió a guardar el objeto, y se dirigió a la biblioteca, aún faltaba para iniciar su primer clase.

Al no sentir el peligro asecharla, dejó su paranoia y entró a su santuario de la relajación.

Caminó por los pasillos, y miró los estantes de libros, buscando algo que sea de su agrado para leer el día de hoy. ¿Romance? Por supuesto que no, ¿ficción? Hoy no, ¿asesinatos? Umh, suena mejor.

Tomó el libro llamado silence, y lo sacó de su lugar, cuando del otro lado, diferenció una silueta bastante familiar, más unos cabellos rojos que definitivamente distinguiria en cualquier lugar.

Acercó más su oído, y trató de escuchar lo que estaban hablando.

— Di la verdad, te gusta — Esa voz se le hizo parecida a la del chico de ayer en el auto.

— ¡Que no! Ya se los he dicho millones de veces, ella no es para nada mi tipo, si me ven con ella es porque la necesito para algo, no malinterpreten las cosas — Y para su mala suerte, allí escuchó la voz de Jeon.

Su corazón se estrujo al pensar que la persona de la que estaban hablando podría ser ella.

— Imposible, él no es así — Trató de convencerse.

Pero le fue imposible, ya que por más que lo intente, no recordaba haber visto a Jungkook con otra chica aparte de ella, siempre estaba con sus amigos, en cambio a las mujeres las mantenía alejadas en cierto punto, haciendo contacto solo de ser necesario.

Regresó el objeto a su lugar, y salió de ahí, había perdido todos los ánimos que con mucho esfuerzo reunió para poder ir al colegio y pasar un buen día.

Regresó a los pasillos, y no tardó mucho en escuchar a Jeongyeon llamándola.

— Hey, te estuve buscando, ya se cómo- ¿qué sucede? — Inquirió repentinamente al ver el estado de Im.

NaYeon la miró, sonriendo débilmente, y dejó caer su cabeza sobre el hombro de la peligris, soltando un sollozo camuflado con un suspiro.

— ¿Nay? — Pronunció la menor, rodeandola con sus brazos.

Pero la susodicha no respondió.

Yoo levantó la vista, y buscó indicios que le den una posible respuesta, encontrándose al amor platónico de su amiga, hablando con una muchacha de cabellos negros, y allí obtuvo su respuesta.

Ver a esos dos juntos seguramente fue un golpe bajo para la mayor.

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Nimin_36