— Tienes razón. Pero... Simplemente no me podía ir sin antes verte. -vuelve a ponerse de pie, su mirada esta cristalina- No sabes cuanto me arrepiento de lo que te dije aquel día. 

Trague duro, ahora soy yo quien esquiva su mirada a causa de la picazón de mis ojos. 

— Te lastime, lo sé, estoy consiente, te corrí de esta casa cuando es tuya... Nunca fui un padre para ti, y no sabes cuanto me arrepiento JiMin. Se que es casi imposible pedir perdón de repente y que me perdones. Solo... Quería verte, porque puede que no me dejen verte más.

— Papá... -las lagrimas bajan por sus mejillas- Me hiciste mucho daño. -mi voz tiembla- Me dañaste, me lastimaste, me heriste, me hiciste sentir mierda, me sentí como una basura sin derecho a vivir... Y si no fuera por quienes realmente me aman, no estaría aquí, te lo aseguro. 

Cierra los ojos con fuerza al escucharme, se que le duele escucharme, no será nada fácil perdonarlo, lo sabe. 

— Me abandonaste cuando más necesite de ti. Creías que no me daba cuenta de las cosas, pero siempre me enteré. Siempre estuve al tanto de tu inmadurez y de lo corrupto que eres. Dolía tener un padre así y estuve por convertirme en ti. Gracias al cielo que no fue así. 

— Enserio lo siento JiMin. No te pido que olvides todo y ya, simplemente, quiero tenerte, como hijo quiero tenerte, quiero ser un padre de verdad. 

— ¿Después de casi once años te das cuenta de eso? Es tarde papá. Me pides algo imposible... -asintió desganado- Pero por ello estoy aquí. Porque no me sentía en paz estando peleado contigo. 

— Yo... 

— Estoy viendo a una psicóloga, ella es quien me ha hecho darme cuenta de todo, de que debo perdonar, no para las demás personas, si no para mi mismo, para mi salud mental. Porqué el estar mal contigo no me deja vivir en paz... No quiero una relación como siempre la he añorado, porque es y será difícil, pero solo quiero que estemos bien. 

—limpio sus lagrimas- Esta bien hijo, eso quiero también, con el tiempo... Podemos intentar tener una relación, el tiempo podrá decidirlo... -se acerca a mi de a poco- Podríamos... Ir a jugar basquetbol, como quedo pendiente la ultima vez. 

El nudo en mi garganta me hace soltar un sollozo, le doy la espalda a mi padre y me sostengo de la pared. No puedo soportar más, no puedo contener más mi semblante fuerte, porque en este momento no lo soy. 

Escuchar a mi padre mencionar aquello que me prometió hace más de diez años, duele, simplemente me perfora el corazón y me lo hace pedazos. 

No se en que momento pero me siento como él JiMin pequeño de siete años que llora y es consolado por su padre. Padre que estuvo ausente y que me abandono.

— Lo siento tanto. -sus brazos me rodean con miedo de rechazo, pero simplemente mi llanto es desgarrador y no puedo controlarme- Te falle hijo... Lo siento. 

— Dijiste que... Lo dijiste... Mamá... -callé enseguida porque no puedo siquiera hablar-

— Nada es tu culpa, no debiste ser tú en vez de tu madre, nada es así en realidad... Me equivoque, mi dolor me cegó y no me dejo pensar en ti. No merezco tu perdón hijo, debí ser yo quien te buscara, no tú a mi.

— Me duele... Me duele el pecho. -mis manos se centran en mi pecho, presionando ya que siento una sensación de pesadez- 

— Tranquilízate JiMin... Hijo. 




.

apuesta | p.jmМесто, где живут истории. Откройте их для себя