El secreto de aquella chica - Capítulo 19

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あの子の秘密

あの子の秘密

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- Está bien

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- Está bien. Puedes irte.- Sentenció Sarutobi al terminar de escuchar mi informe sobre la misión. Abandoné la habitación.

Al fin podría descansar, me dirigí a mi casa y arrojé mis pertenencias en la mesa. Arrastrando los pies, me dejé caer en mi cama.

Comencé a analizar y procesar lo que habían pasado estos días mientras realizabamos la misión, era una costumbre hacerlo. En ese mismo instante, recordé que Kakashi me tomó la mano para ayudarme a caminar sobre un puente viejo. Mi rostro se volvió carmesí, mi corazón latió más rápido de lo normal.

- ¿Cómo terminé así?- Se preguntó con una mueca en su cara, la cual podríamos denominar "sonrisa nerviosa". Obviamente se refería al peliblanco, ¿Siquiera era posible que la misma persona que te rechazó años atrás, ahora te vuelva a causar los mismos sentimientos? No sabía el cómo o por qué, quizá debe dejar que todo pase.

«¿Tendré el derecho de hacerlo? ¿De ser feliz? ¿De dejar que todo pase?»

- Quisiera tener una buena autoestima...- Murmuró con una expresión de cansancio, odiaba en lo más profundo de su ser no poder saber qué era lo que se merecía y lo que no, defenderse cuando le dicen la verdad y no cuando le mienten, que su peor enemiga sea ella misma y le sigue una larga lista de cosas que odiaba de sí. ¿Por qué su vida era tan contradictoria? ¿Por qué sus pensamientos intromisivos no descansaban nunca? ¿Por qué le tocó ser tan insegura? Abrazó sus rodillas y metió su cabeza en el agujero formado por esa posición.

Y en algún momento, se entregó a los brazos de Morfeo.

...

Abrió sus ojos precipitadamente, lo primero que divisó fue el cielo celeste sin ninguna nube, estaba acostada en el pasto. De a poco, se reincorporó para buscar respuestas a la miles de preguntas que invadían su mente, en vano ya que cada que trataba de contestar una, otra nueva surgía.

Se paró y notó la miscelánea de flores que la rodeaba, tantos colores y tipos. Era el paraíso. Una sonrisa se le escapó junto con un pensamiento «Quisiera que Honoka pudiese ver esto» Esa chica amaba ese tipo de paisajes.

De lejos podías oír a los pájaros cantar. Caminaba disfrutando la vista y paso a paso, iba descubriendo cosas nuevas. Una de esas cosas era el hecho de que tenía el mismo cuerpo que a sus 15 años. «Gracias charco de agua por confundirme aún más» Suspiró.

De repente y sin aviso alguno, el viento comenzó a soplar levantando su vestido blanco y haciendo bailar su cabello. Cerró los ojos dejando que la envolviera la brisa, sin embargo...

Cuando volvió a ver, una figura femenina estaba frente suyo. No supo reaccionar, quedando completamente petrificada.

- Hace tanto tiempo no nos vemos.- Su voz le erizó la piel. ¿Qué debía responder? ¿Cómo debía reaccionar? ¿Qué debía hacer?

- Honoka...- Dijo casi en un susurro, como si fuese que sus palabras se escaparan de sus labios y se perdiesen en el vacío.

Dubitativa, Mei caminó hacia su amiga. Shiraoka sonrió dándole a entender que no debía preocuparse de nada. Ya frente a la peliblanca, la rodeó con su brazos mientras escondía su rostro en su cuello aún dudando de si estaba accionando bien.

- No tienes que estar tan tensa.- Soltó con amabilidad Honoka devolviendo su abrazo. - Estamos juntas otra vez.-

Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos verdes, se sentía tan real la calidez de su contraria... Era mágico.
Pasaron unos minutos en la misma posición, hasta que Honoka tomó las manos de la azabache entrelazando sus dedos. - Mírame, Mei.- Obedeció la anteriormente mencionada confundida y justo en ese momento, la chica pudo juntar sus frentes.

«Quisiera estar así para siempre...» Pensó disfrutando del momento, disfrutando de la compañía de la jovencita de pelo negro, aquella por la que tanto aguardó su visita.

- Mei-chan, ¿Recuerdas aquella vez que vimos la estrella fugaz?- Asintió casi de inmediato, eran buenas memorias.

- ¿Cómo podría olvidarlo? Si las tres estábamos muy emocionadas por haberla visto. - Una sonrisa se posó en su cara. En cambio, Honoka sintió un poco de tristeza.

- Entonces sabrás de que te hablo...- Se quedó en silencio unos cortos segundos - "Si los humanos viviesemos en el pasado, ¿Quién vivirá el futuro?"- Ninguna de las dos acotó nada, Mei, por más terca que fuera, sabía perfectamente que su vida no era el ahora sino el ayer.

Mordió su labio indignada - Lo siento, Honoka, pero mis momentos con ustedes fueron la cúspide de mi felicidad.-

- Y tendrás más momentos de felicidad, vive Mei. Vive cada segundo y cada sentimiento. - Decía con sutileza en su voz. - Nosotras estaremos bien.- Le regaló una amplia sonrisa - Oh vaya, parece que es tiempo de que vuelvas.- Actuó sorprendida viendo el cielo.

- No quiero irme.- Su amiga sostuvo sus mejillas forzando el contacto visual.

- Nos veremos pronto.-

- ¿Me lo prometes?-

- Si, te lo prometo. Ahora ve y no te olvides de lo que hablamos, tienes que ser feliz Mei.- Ambas se separaron despidiéndose con las manos aunque sentían que faltaba algo. Una sabía qué y la otra no.

La vista de la ojiverde se iba nublando, lo último que vió fue a Shiraoka gritando algo que no pudo oír, parecía haberse arrepentido en los segundos finales. De repente se despertó, observó su techo en un intento de comprender toda la información que su cabeza trabajó.

- ¿Qué... Qué fue eso?- Preguntó adormilada.

Se sentó en su cama, pero al hacerlo su jaqueca hizo acto de presencia y por reflejo llevó su mano hacia el dolor dibujando círculos imaginarios en su cien. Se puso de pie al estar mejor y buscó por un vaso de agua en su cocina.

- Parece ser de día.- Miró por la ventana la luz del sol.

Parecía estar como normalmente y no se podía estar más errado, lo que estaba pasando en su mente era un completo desastre. ¿Por qué soñó con Honoka? ¿Por qué se sintió tan real? ¿Por qué pudo interactuar con ella y que tenga sentido? Dado que los sueños suelen carecer de este, era extraño. «¿Lo estaré pensando mucho?»

Perdón por la tardanza chicos, tuve que reescribir algunos borradores y me tardé bastante

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Perdón por la tardanza chicos, tuve que reescribir algunos borradores y me tardé bastante. El dibujo usado al principio del capítulo no es mío, créditos a quien corresponda. Nos leemos pronto 💜.

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