Despertar

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Llegó el día, un día de la nada todos desaparecieron, no estaba su familia pero Souichi no parecía preocupado, solo estaba la sala de la casa y todos los demás cuartos también se esfumaron poco a poco, pronto se encontró en medio de una oscuridad más amable que la que había visto, sabía que estaba dentro de la casa de algún modo porque fuera de esos límites permanecía la oscuridad terrible que había visto antes.

El escenario se volvió más extenso, no había fondo ni limite, lo único que dibujaba un límite eran dos puerta, la puerta que Souichi había visto que utilizaban para irse y que no era capaz de reconocer y la puerta principal que lo llevaba a una increíble oscuridad.

Fuera de eso no había nada, no había piso visible pero Souichi podía permanecer de pie.

No había techo y Souichi solo podía ver estrellas y constelaciones aparecer sobre él y seguir hasta que era imposible saber si había fin. Era ver el espacio, estrellas y demás formas, constelaciones y galaxias incluso, no estaba en medio de una noche, estaba en medio del universo o algo parecido.

No hay nadie más, solo Souichi y su madre.

De pronto era como si los dos se encontraran sentados en algo, Souichi lo sintió terriblemente frio a pesar de llevar ropa puesta pero pronto se acostumbró, una vez comparo aquel lugar como estar sentado sobre un auto pero después de un tiempo dijo que no había nada parecido siquiera.

No había fondo ni había fin, solo estrellas, constelaciones, galaxias, planetas el universo sobre su cabeza y debajo de sus pies y dos puertas contrarias con caminos igual de diferentes.

Estaban sentados, casi acostados uno al lado del otro, mirando el increíble paisaje que se le había concedido.

Primero hubo un increíble silencio, ninguno quiso romper el momento tan mágico que estaban teniendo pero era Hana quien debía hacer, era para eso que estaba ahí en primer lugar. Sin embargo no fue ella quien empezó la conversación, fue su hijo y eso es porque era su decisión y ella muy en el fondo no le gustaba ninguna elección.

—Me quedaré aquí, es más fácil la vida y todo lo que sueño se cumple en cuanto lo pienso— Souichi tenía sus brazos tras su cabeza como si estuviera en un bosque y no en aquel lugar tan extraño.

—Aquí la vida no es fácil, aquí no hay vida

—Y aun así es mejor

— ¿Sabes porque estás aquí?

Souichi no contesto pero empezó a ponerle atención, mirándose su madre supo que podía continuar

—Estás dormido querido, tuviste un terrible accidente y desde entonces tu haz estado luchando entre la vida y la muerte pero lo estás dejando, estás eligiendo morir y tu cuerpo no resistirá demasiado, estás en coma desde hace largas semanas y justo ahora estás muriendo. Tienes que decidir.

— ¿Un accidente? No lo recuerdo

—Parece que estabas demasiado distraído y un auto a mucha velocidad... Siempre fuiste de concentrarte demasiado en algo y olvidar mirar lo demás

—Que ridículo ¿Entonces estoy en coma?

—Así es

—Quiero quedarme aquí, contigo en este lugar... Aquí la vida es como quiero

—Este sitio solo es el punto medio en que te encuentras porque aún no mueres totalmente, este sitio solo cumple tus caprichos ahora pero ha llegado el momento en que debes decidir

—Quiero quedarme

—Ya veo ¿Por qué quieres eso?

—Aquí todo es perfecto, es la vida que siempre soñé, incluso tú estás aquí

Mínima concienciaWhere stories live. Discover now